miércoles, abril 29, 2009

Que la crisis la paguen los ricos y no los trabajadores

Trabajadores
Trabajadoras


La conmemoración del Día Internacional de la clase obrera se produce, en esta ocasión, en medio de un escenario particular: la aguda crisis económica que sacude al sistema capitalista en todo el planeta. Durante años la burguesía internacional hizo esfuerzos por mostrar una supuesta vitalidad y superioridad de este régimen, presentó sus tasas de crecimiento como sinónimo de incremento del bienestar de las clases trabajadoras y de su desarrollo; sin embargo hoy, una nueva crisis ha estallado y sus manifestaciones y efectos están ya presentes en todo el mundo. El desempleo, el paro forzoso, la reducción de los salarios, el hambre y la miseria golpean de manera creciente a millones de trabajadores, resultado de la reiterada aplicación de la receta de los capitalistas: descargar los males sobre las espaldas de las clases trabajadoras y oprimidas.

Esta crisis no es circunstancial ni resultado de un equivocado manejo económico, es un fenómeno que crece y se presenta de manera constante a la par que el capitalismo se desarrolla, por ello decimos que se trata de una crisis inherente a este sistema. Se trata de una crisis de sobreproducción relativa que choca con la incapacidad económica de los trabajadores y pueblos para adquirirla y así satisfacer sus necesidades; es una crisis que surge debido a la apropiación privada que la burguesía hace de las riquezas creadas por los trabajadores y es, al mismo tiempo, resultado del insaciable afán de la burguesía por inundar los mercados con productos para incrementar sus utilidades.

Siendo la causa de la crisis la apropiación privada de la riqueza generada por la clase obrera, no puede haber otra alternativa para resolver de manera definitiva este tipo de problemas que la revolución social del proletariado, la eliminación de la propiedad privada sobre las fábricas, bancos y tierras y la instauración de la sociedad socialista. En la lucha para alcanzar ese objetivo, ahora levantamos la consiga que la crisis la paguen los ricos y no los trabajadores.

Un segundo elemento característico de esta conmemoración es el escenario político particular de nuestro país. En las elecciones del pasado 26 de abril, los trabajadores y pueblos del Ecuador han ratificado su anhelo de cambio, el afán de avanzar más en la aplicación de medidas democráticas y progresistas para transformar el país; las fuerzas políticas identificadas con posiciones democráticas, patrióticas y progresistas, salieron victoriosas; la izquierda revolucionaria que participó activamente en este proceso obtuvo un importante y significativo triunfo político y electoral, mientras las fuerzas de la derecha y el oportunismo han recibido una nueva derrota. La derecha representada por Sociedad Patriótica, el PRIAN, el PSC y algún otro pequeño serán minoría en la Asamblea Nacional, en las prefecturas, alcaldías y concejos municipales; la correlación de fuerzas a favor de quienes luchamos por el cambio es ventajosa.

Sin embargo, este reciente triunfo electoral por sí solo no produce el cambio anhelado por millones de ecuatorianos. El cambio no vendrá por voluntad o acción individual de nadie en particular, será el resultado de la movilización popular por la cristalización de sus anhelos, la satisfacción de sus derechos, por la plena independencia del país, y para enfrentar a las fuerzas reaccionarias que quieren retornar al pasado.

En el país es necesario que se adopten medidas para romper con toda forma de dependencia extranjera, para acabar con los privilegios de las clases dominantes, para que la clase obrera, la juventud y los pueblos jueguen un rol protagónico de primera importancia en el proceso político actual, para que el campesinado tenga acceso gratuito a la tierra y al agua,… en fin, es necesario avanzar en contenido y acción mucho más de lo que se ha hecho hasta hoy. Eso será posible si la clase obrera y el pueblo juegan un papel dinámico, si cumplen la función de locomotora del actual proceso.

Nuestro Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador reitera su compromiso con el proceso democrático y progresista que se desarrolla en el país; lo entendemos como un momento importante para golpear política y económicamente al imperialismo y sus lacayos la burguesía pro imperialista, pero reitera la necesidad de continuar la lucha por conquistar la Patria Nueva y el Socialismo. No hay otra revolución verdadera que la que empuja y dirige la clase obrera con su partido revolucionario a la cabeza.

Con motivo de esta fecha histórica para el proletariado internacional, los comunistas marxista leninistas ecuatorianos ratificamos nuestro compromiso con la revolución proletaria mundial, levantamos nuestras banderas solidarias con los trabajadores y pueblos de todo el mundo, como expresión de una firme convicción internacionalista.

Viva la lucha de la clase obrera mundial por el triunfo de la revolución y el socialismo
Viva el internacionalismo proletario
Viva la unidad de la clase obrera y las clases trabajadoras y oprimidas

Comité Central del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador

Mayo 1 de 2009

jueves, abril 23, 2009

MPD cierra su campaña electoral

El Movimiento Popular Democrático listas 15 ha cerrado su campaña electoral en varias capitales de provincia del país. El día de ayer (miércoles 22) se efectuaron los cierres en Quito y Guayaquil; ahora lo harán en Esmeraldas, provincia en la que el MPD ha consolidado sus posiciones lo que le permitirá mantener la prefectura, la acaldía de la capital provincial y su representación en la Asamblea Nacional.

En Guayaquil y Quito las concentraciones del MPD fueron masivas. En el puerto principal participó el primer candidato de la lista nacional, Jorge Escal, y en Quitlo lo hizo la segunda candidata, Mery Zamora y los candidatos locales, respectivamente.

El MPD ha desarrollado una campaña electoral en la que ha privilegiado la relación directa con el electorado, el debate en sindicatos, barrios, asociaciones, universidades, colegios, de manera que les ha permitido explicar el contenido de su propuesta electoral y los objetivos que a largo plazo tiene planteados.

Bajo la consigna de luchar por la Patria Nueva y el Socialismo el MPD ha logrado una gran movilización social, esperando que los resultados electorale muestren un crecimiento de su influencia político-electoral.

sábado, abril 18, 2009

Comprometerse con la patria nueva y el socialismo

Editorial del semanario En Marcha

Cercanos al cierre de la campaña electoral, todo lleva a concluir que el 26 de abril la tendencia democrática, progresista y de izquierda conquistará una nueva victoria política, el pueblo ratificará su vocación de cambio y defenderá las conquistas obtenidas en los meses precedentes, de manera particular las consagradas en la nueva Constitución.

Esta corta campaña ha sido escenario para la confrontación ideológica y política entre las fuerzas progresistas y de izquierda con las de derecha y el oportunismo. Estas últimas, interesadas en revertir el proceso político en curso, inútilmente han pretendido convencer al pueblo la necesidad de retornar al pasado neoliberal y sufragar por personajes que, directa y personalmente, son corresponsables del desastre de los años precedentes. Entre ellos están Lucio Gutiérrez, Álvaro Noboa, Carlos González, Diego Ordóñez, Nicolás Lapenti y muchos otros políticos burgueses.

La derecha, apoyada en sus grandes medios de comunicación, ha orquestado un discurso unificado que responsabiliza al gobierno por la crisis económica, por el incremento de la “inseguridad ciudadana”, por la supuesta vinculación gubernamental con lo que califican como la narcopolítica y por el también supuesto interés en salir de la dolarización. La distorsión, la exageración y la mentira han sido armas a las que tradicionalmente ha recurrido la burguesía para engañar al pueblo y en esta ocasión no se ha producido excepción alguna.

El seguro triunfo que obtendrá la tendencia democrática y de izquierda no significa que nuestro pueblo entrega un cheque en blanco, particularmente a Rafael Correa y a PAIS. Las críticas al gobierno salidas desde las filas de los sectores populares son diversas y duras en muchos casos; Rafael Correa debe reconocer que ha dado algunos pasos pero no todos los posibles de hacerlo en estos dos años y más; pero sobre todo debe entender que en varios aspectos también ha cometido errores que deben ser rectificados. Nuestro pueblo entrega a Correa una segunda oportunidad, con la esperanza de que se avance más, que se atiendan de mejor manera las necesidades materiales de los trabajadores y los pueblos y se afecte con mayor fuerza los privilegios de las clases dominantes.

El pueblo va a las urnas con la experiencia de lo acontecido en la Asamblea Constituyente, en la que las debilidades de algunos asambleístas de PAIS pusieron en riesgo la aprobación de importantes conquistas. De no ser por la presencia del bloque de izquierda revolucionaria (el bloque del MPD), aspectos como la gratuidad de la educación en todos los niveles, la permanencia del Seguro Social Campesino en el IESS o la eliminación de la intermediación y tercerización laboral no hubieran sido aprobados. Por ello, para garantizar que los preceptos constitucionales democráticos se transformen en leyes específicas, para garantizar que el cambio se mantenga y avance a nuevos niveles es necesario que los representantes de la izquierda revolucionaria agrupados en las listas 15 del MPD ocupen las representaciones en la Asamblea Nacional, en los concejos municipales, en las alcaldías y prefecturas.

Votar por las listas 15 del MPD es una acción revolucionaria, es comprometerse con la patria nueva y el socialismo.

viernes, abril 03, 2009

¿Mediocridad o consecuencia política?

Editorial del Semanario En Marcha

No son raros los exabruptos en las intervenciones públicas del Presidente de la República, que en más de una ocasión le han llevado a rectificar o pretender aclarar el alcance de sus expresiones. En la cadena sabatina del pasado 28 de marzo una vez más Correa se fue de tono y arremetió en contra de la presidenta nacional de la UNE, Mery Zamora, calificándola de mediocre.
¿Qué motivaron las expresiones del Presidente de la República? Aparte de su intemperancia, el justo reclamo que los maestros, particularmente de la costa, vienen realizando debido a las deplorables condiciones en que se encuentran los establecimientos educativos, a las puertas del inicio de un nuevo año escolar.
Escuelas y colegios sin bancas, sin baterías sanitarias, sin recursos para cumplir con el programa de desayuno escolar, sin partidas suficientes para todos los maestros son, entre otros, los problemas con los que niños, jóvenes y maestros se toparán al reiniciar sus actividades académicas. Por la enorme publicidad efectuada por el gobierno podría pensarse que los más graves problemas materiales que afectan desde hace años al sistema educativo estarían resueltos, pero la realidad es distinta. Inclusive el ofrecimiento de crear doce mil partidas docentes, presentado -y con justa razón- como un gran salto para resolver el déficit docente, no se ha cumplido más que con seiscientas setenta de ellas. Más han sido las palabras que los hechos.
La lentitud y hasta negligencia existente en el Ministerio de Educación para resolver los problemas han motivado el reclamo de docentes y dirigentes de la Unión Nacional de Educadores, provocando que Rafael Correa descalifique a Mery Zamora.
Ahora resulta que demandar el cumplimiento constitucional de entregar los recursos necesarios para obtener una educación de calidad es sinónimo de mediocridad. Si así se piensa, entonces, mantener condescendencia o complicidad con los graves problemas que enfrenta el sistema educativo, seguramente será sinónimo de eficiencia.
Un nuevo exabrupto del presidente Correa que reciente a los maestros ecuatorianos, sector identificado y que ha luchado por el cambio; pero más específicamente en contra de la principal dirigente de la UNE, organización que ha expresado críticamente su apoyo al actual gobierno, por sobre la inconsecuencia que el Ministro de Educación, Raúl Vallejo, tiene con las aspiraciones y derechos de los educadores. Una vez más la dirigencia de la UNE ha dado muestras de madurez al señalar que, por sobre las desatinadas expresiones del Presidente, está la necesidad de luchar juntos para avanzar en el cambio, cerrando el paso a los representantes de la oligarquía.