lunes, abril 17, 2006

El pueblo peruano persiste en la búsqueda del cambio

Tomado del periódico En Marcha. Edición 1313


El triunfo de Ollanta Humala en las elecciones del 9 de abril expresa el rechazo del pueblo peruano al neoliberalismo y el bregar por conquistar un cambio social. Ofreció reivindicar al pueblo y defender la soberanía nacional. El pueblo lo mira como un candidato de izquierda, pero Humala rechaza tal calificativo.

De entre veintiún candidatos presidenciales, Ollanta Humala ganó la primera vuelta electoral en las pasadas elecciones en Perú; ahora disputará la presidencia con el candidato del APRA, Alan García, quien fuera ya presidente de la república años atrás, en cuya administración el país conoció una grave crisis económica nunca antes vivida.

El gran número de candidatos presidenciales -de entre los que al menos tres se reivindicaban de izquierda- evidencia la dispersión política existente y la aguda crisis que sacude a un país en el que la mayoría de sus 27 millones de habitantes vive en la pobreza o muy cercana a ella.

Hace cuatro años el pueblo peruano llevó a la presidencia a Alejandro Toledo, quien, para ganar el respaldo popular, jugó con su origen pobre y con un discurso demagógico que manipuló elementos de la identidad indígena y fustigó al neoliberalismo y a los ricos por los problemas del Perú. Pero Toledo sometió al país al conocido recetario neoliberal de las últimas tres décadas, incrementando graves problemas sociales ya existentes como el desempleo, los bajos salarios, la pobreza, la desatención a poblaciones, etc. El gobierno de Toledo ha enfrentado la movilización popular que, entre otras cosas, ha combatido el entreguismo al imperialismo norteamericano, expresado de manera clara en la reciente firma del TLC con Estados Unidos.

El desencanto popular anidado en estos años y el repudio al neoliberalismo han sido cosechados ahora por Ollanta Humala, candidato del Partido Alianza Nacionalista. Con un discurso en el que categóricamente expresa su rechazo al neoliberalismo, ofrece reactivar el aparato productivo entregando crédito a los agricultores, acercar a la población a la cultura, atender el ámbito social, elevar los salarios de los trabajadores y empleados, reconocer, respectar y promover los derechos de los pueblos indígenas, Humala obtuvo el 31% de los votos, seguido muy de cerca por Alan García y Lourdes Flores, candidata de los sectores más reaccionarios del Perú.

El pueblo peruano ha votado por el cambio y en contra del neoliberalismo; ha dado su apoyo a un candidato que ha presentado su nacionalismo como respuesta a la ingerencia política extranjera; pero que lo ha llevado también a niveles peligrosos, avivando rencillas territoriales con sus vecinos (Chile y Ecuador) acudiendo de esta manera a elementos políticos reaccionarios, en los que la oligarquía y el militarismo peruanos se han apoyado en momentos de crisis para cerrar filas a su alrededor y cumplir con sus intereses económicos y políticos.

Humala ha rechazado ser de izquierda (aunque la oligarquía lo ha membretado como tal, y esa una de las razones para que el pueblo vote por él), insistiendo ser nacionalista, “de los de abajo”, señalando que con ellos “y con todos” se propone gobernar. De hecho, Humala proviene de una familia acomodada, que le permitió educarse en la Sorbona de París y en la Universidad Católica en su país.

Las elecciones en segunda vuelta no son sencillas para Humala; deberá superar y atraer a la marcada fragmentación política que comprende un veinte por ciento, sin contar a quienes ocuparon el segundo y tercer puestos. Pero más aún, a García le resulta más fácil atraer al electorado de Lourdes Flores y en general el apoyo de la facción burguesa que apostó a esa candidatura.

Los días venideros la temperatura política peruana se elevará, pues, está claro que para los sectores de la burguesía que han tenido en estos años el gobierno del Perú, y para el imperialismo norteamericano, la presencia de Ollanta Humala no es de su agrado, ya que puede apartarse del esquema trazado que tienen para ese país y para la región.