miércoles, abril 27, 2011

Con piel de cordero

Tomado del semanario En Marcha

A pocos días de los comicios del 7 de mayo el escenario político muestra un importante crecimiento del número de votantes por el NO en todo el país. Las encuestas que se han filtrado a la opinión pública describen su ascenso sostenido, lo que tiene preocupados a funcionarios gubernamentales y desesperado a Rafael Correa que no deja de insultar a las fuerzas populares que hacen una intensa campaña bajo la consigna: “Esta vez No, presidente”.

Los intentos gubernamentales para revertir el crecimiento del NO son diversos: intensifica la ya millonaria propaganda de la “obra gubernamental”, ofrece aumentar bonos e incorporar a la población a proyectos productivos, moviliza recursos materiales y económicos del Estado, chantajea con represalias si gana el NO, maneja abiertamente a su favor los denominados medios públicos que se supone deben mantener independencia, organiza reuniones de funcionarios y autoridades públicas de distinto nivel para utilizar la administración estatal a su favor, en fin... echa mano de todo.

Entre las acciones adoptadas está el intento por cambiar la imagen del presidente. Todo el país conoce a un Correa prepotente, que insulta y reprime a mujeres, jóvenes, al movimiento popular organizado, que ordena enjuiciar a quien en su calenturienta mente se le ocurre, un Presidente que se pone por encima de todos y de todo; sin embargo ahora la propaganda lo muestra con una imagen de una persona moderada, ecuánime, tranquila, como un demócrata que pide la opinión del pueblo. Cubren la verdadera personalidad de Correa para continuar engañando, porque saben que su prepotencia y autoritarismo es uno de los aspectos que más repudia el pueblo. Cuidado con dejarse sorprender, no se puede confiar en quien en una mano muestra el pan mientras con la otra sostiene un garrote.

Para las fuerzas populares que enarbolamos las banderas del NO estos días son decisivos. Nos enfrentamos en desigualdad de condiciones a los recursos del gobierno pero sí es posible derrotarlo si profundizamos el trabajo, nuestro llamado cada día es acogido por nuevos sectores y el entusiasmo por derrotar al gobierno contagia a miles de compatriotas. El 7 de mayo podemos conquistar una gran victoria.