domingo, febrero 07, 2010

Una batalla ganada (a medias) por los bosques de Esmeraldas

Tomado de Acción Ecológica

Una de las batallas por el Patrimonio Forestal del Estado (PFE) se dio en 1997 con la denuncia de Acción Ecológica en el Ministerio del Ambiente (MAE) por la adjudicación a la empresa maderera Botrosa de 3400 ha de bosque nativo del predio el Pambilar, parroquia Malimpia, provincia de Esmeraldas

Los campesinos y colonos alertaron sobre la explotación irracional de los bosques y de los impactos ambientales y sociales de los que eran víctimas. Ante esta denuncia, el MAE hizo una inspección en 1998 y constató que la adjudicación era ilegal por encontrarse dentro del PFE, conclusión a la que también llegaron la Comisión del Control Cívico de la Corrupción, la Contraloría General del Estado y el Congreso Nacional. Siguiendo estas resoluciones, en octubre del 2002 el Tribunal Constitucional ordenó que el Pambilar sea revertido al Estado y que Botrosa salga del lugar, sin embargo Botrosa continuó allí. Adicionalmente, los campesinos han denunciado reiteradamente que fueron sometidos a diferentes atropellos a sus derechos, entre ellos la persecución, tortura y criminalización.

Finalmente en diciembre del 2009 el juzgado encargado de ejecutar la sentencia del Tribunal Constitucional, ordenó al INDA que proceda con la reversión de estos bosques al Estado y que se cumpla con la salida de Botrosa.

La actual Asamblea Nacional, ante la demora de esta reversión, también intervino y llamó al director INDA para que informe sobre el cumplimiento de la sentencia y de las otras que tienen que ver con predios irregularmente adjudicados a favor de Botrosa. Sabemos que pese a todas las órdenes jurídicas la maderera reusa a retirarse y que continua con sus actividades.

Es el momento de que el Estado inspeccione el predio el Pambilar, puesto que no es suficiente que la maderera salga; Botrosa debe reparar los daños causados. Por ejemplo, los lugareños denuncian que la vegetación nativa ha sido seriamente dañada y que hubo explotación forestal mal manejada en el lugar. Cualquier trabajo de este tipo, por parte de Botrosa, en el Pambilar es claramente ilegal.

El MAE conoce el caso y debe hacer cumplir las leyes y proteger los recursos naturales del Estado. El Pambilar se ha convertido en un caso emblemático de una empresa maderera que ha burlado durante más de 12 años a la justicia y a las instituciones ecuatorianas. La Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional dice estar dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias y esto significaría investigar las otras adjudicaciones ilegales dentro del PFE y de ser el caso pedir su reversión al Estado. Se debe realizar las inspecciones necesarias, determinar responsables y respetar los derechos reconocidos en la nueva Constitución como son los derechos de la naturaleza y el que hace referencia a la reparación.

Esta es una batalla ganada, pero solo a medias. El Ecuador podrá cantar victoria solamente cuando Botrosa salga del Pambilar, y repare los daños. Pero los pobladores locales y sus bosques podrán estar tranquilos únicamente cuando sepan que el Estado los cuida y que ninguna otra empresa entrará a atropellar sus derechos.