Editorial del semanario En Marcha, edición 1371
La campaña electoral arrancó oficialmente y las distintas fuerzas políticas harán de estos cuarenta y cinco días una intensa jornada de agitación y propaganda. De hecho las acciones proselitistas iniciaron hace rato, particularmente los grandes medios de comunicación encontraron distintos mecanismos para posicionar a las candidaturas de derecha, a pretexto de tenerlos como invitados en noticieros y diversos programas de opinión, mientras a los exponentes de posiciones de izquierda los mantuvieron alejados de cámaras y micrófonos.
Uno de los temas recurrentes en estos días, abordados por los analistas burgueses, ha sido el relacionado al sistema de distribución de escaños, a la dispersión política que se presentaría en la Asamblea, debido a la cantidad de listas participantes y a la necesidad de "escoger a los mejores" de cada una de las listas. Las opiniones van desde el riesgo que se presentaría en la Asamblea de no existir un sólido bloque de mayoría, hasta la ventaja de las denominadas minorías, a diferencia de procesos electorales pasados en los que uno o dos partidos prácticamente arrasaban con las representaciones provinciales, con sistemas evidentemente antidemocráticos.
Si la burguesía en estos días ha invocado el término democracia en su discurso o como grito de batalla, el sistema de distribución de escaños es el que más se acerca a ella: la representación en la Asamblea estará en relación proporcional a los sufragios alcanzados y la supuesta dispersión política en la Asamblea no será más que una expresión de la democracia en los términos que el capitalismo lo permite. A la burguesía en realidad le preocupa el ejercicio de la denominada "gobernabilidad", que no es otra cosa que el mecanismo por medio del cual se ha asegurado que sus opiniones y puntos de vista se transformen en leyes y normas jurídicas, para someter a los trabajadores y el pueblo.
Otro de los puntos alrededor del cual un sector de la burguesía trabaja es convencer a los electores que escojan a los "mejores" de cada lista, lo que resulta contradictorio con su preocupación en torno a la dispersión. Ese llamado pretende poner en la condición de iguales a sectores que representan a posiciones distintas y contradictorias, busca crear el oportunismo político e impedir que el pueblo asuma con claridad una u otra posición política.
Las personas son portadoras de concepciones ideológicas y políticas, son exponentes de propuestas y programas, por ello, la naturaleza de los cambios que el país necesita dependen, sobre todo, del programa político que se presente y de la consecuencia con él de quienes lo aplican. Por ello el voto debe ser ideológico, por tesis, por propuestas, y en estas elecciones eso se manifiesta en el voto en plancha. Votar por toda la lista es asumir un compromiso con un planteamiento, con una propuesta concreta y, en nuestro caso, nuestro Partido llama a hacerlo a favor de las candidaturas de las listas 15 de Unidad Popular - MPD, por formar parte de ellas hombres y mujeres que luchan por la Patria Nueva y el Socialismo, que tienen a su favor el aval de ser consecuentes con las propuestas de cambio que el país necesita.