El presidente de Bolivia, Evo Morales, explicó que la propuesta de su país y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) contra el calentamiento global en la Cumbre de Copenhague (Dinamarca), es crear un tribunal de justicia climática para condenar a las naciones que contaminen el ambiente.
"Cuando yo digo que hay que hablar con claridad no solamente de los efectos del cambio climático sino de las causas, hay que condenar y acabar seriamente con el capitalismo y nuestra propuesta va en que hay que crear, hay que fundar una justicia climática, para juzgar a países que contaminen al medio ambiente", señaló el mandatario boliviano en entrevista exclusiva para teleSUR.
Asimismo, aseguró que "serán los pueblos del mundo quienes nos están viendo, quienes juzguen a sus presidentes, gobernantes, a los modelos económicos, al sistema capitalista. Los pueblos se levantarán para acabar con el capitalismo".
Para el presidente Morales, en la Cumbre de Copenhague no se han definido nuevas políticas para salvar a la humanidad, tras considerar que la única salida para mitigar el cambio climático es a través de la eliminación del capitalismo.
A continuación la transcripción literal de la entrevista:
Hace algunos minutos el presidente Hugo Chávez en su discurso en la cumbre (Copenhague) llamó a presionar a los países industrializados y ricos para asumir sus responsabilidades ¿Qué posibilidad ve usted de alcanzar un acuerdo satisfactorio y positivo?
Felicitó al presidente Chávez, hermano, compañero, comandante de las fuerzas libertarias de Venezuela y América por la excelente intervención pidiendo a los países de exagerada industrialización a que asuman su responsabilidad para salvar a la humanidad. Siento profundamente que va ser difícil llegar a un acuerdo en esta cumbre, tenemos informaciones que hay algunas maniobras de algunos países, seguramente (con apoyo de ) transnacionales que están operando dentro de la cumbre para evitar que se realicen documentos que permitan salvar a la tierra, aquí están enfrentadas dos culturas: la cultura de la vida que es el socialismo y la cultura de la muerte que es el capitalismo tan salvaje y cuando hay intereses de grupos de personas, trasnacionales, se hace difícil acordar. Sin embargo, serán los pueblos del mundo quienes nos están viendo, quienes juzguen a sus presidentes, gobernantes, a modelos económicos, a sistemas y los pueblos se levantarán para acabar con el capitalismo.
Lamento mucho decir que hay presidentes en este momento que cobardemente hablan de los efectos, y no de las causas del cambio climático, y nosotros queremos decir que las causas vienen del capitalismo y eso lo deberían decir los países capitalistas, ahí está nuestra profunda diferencia, diferencias históricas y estructurales.
Yo siento que en esta cumbre todavía no se definirán nuevas políticas para salvar a la humanidad.
Partiendo de esa condena que todavía se mantiene por parte de algunos países, sobre todo del ALBA, nos gustaría saber ¿Cuáles serían los principales puntos de lo que podría ser un acuerdo realmente aceptable?.
Cuando yo digo que hay que hablar con claridad no solamente de los efectos del cambio climático sino de las causas hay que condenar y acabar seriamente con el capitalismo y nuestra propuesta va en que hay que crear, hay que fundar una justicia climática, para juzgar a países que contaminen al medio ambiente.
Seguramente, habrán países capitalistas que no van aceptar tampoco esa propuesta y por eso siento que va a durar este debate no sólo en esta cumbre, sino años y años, no podemos obligar a los países capitalistas que cambien sus políticas.
¿Usted cree que las voces que se están escuchando constantemente en las calles de Copenhague podría hacerse escuchar dentro de la cumbre? Ya el presidente Chávez citó una de las frases de esa protesta que al inicio decía que "si el ambiente es un banco ya lo estuvieran rescatando".
Eso lo harían los países del imperio o los imperios que velan por sus intereses y no velan por los intereses de los pueblos. Llegué anoche y debo decir que las protestas son tan importantes para crear conciencia y que hay que organizarse mejor todavía, no solamente en Copenhague sino en todo el mundo, en los pueblos de Estados Unidos, Canadá, para persuadir o imponer finalmente nuevas políticas de la vida.
Cada palabra se hace sentir y necesitamos esas grandes movilizaciones, es un gran esfuerzo de esas movilizaciones sociales, pero no creo que esos esfuerzos hagan cambiar la mentalidad de los países capitalistas.
Yo llegué a esa conclusión, posiblemente equivocada, o a lo mejor no, no vivo acá para tener una idea clara de lo que está pasando en las calles, pero sí saludo a esas protestas, a esas grandes movilizaciones y así los pueblos cambiarán en los distinto milenios, pero por ahora en este milenio tenemos la obligación de cambiar las políticas, eso significa eliminar, acabar, terminar con la esclavitud de la Madre Tierra.
¿Cuál sería la posición y las acciones a tomar del ALBA en estos mecanismos de integración, si definitivamente no se logra el tipo de acuerdo que tanto se necesita?.
Hay que seguir trabajando con los movimientos sociales del mundo, yo diría si hablamos del cambio climático. Imagínese, antes había una propuesta tan salvaje, tan inhumana de EE.UU. como era el ALCA (Acuerdo del Libre Comercio para las Américas), yo para entonces como dirigente sindical decía que no se debía de llamar ALCA sino ALGA porque era un Acuerdo de Libre Ganancia para las Américas o un acuerdo de la Libre Colonización y cómo se derrotaron, lo derrotaron los pueblos las fuerzas sociales, el presidente Fidel (Castro, ex presidente de Cuba), el presidente Chávez, hay que reconocer la participación del presidente Néstor Kirchner para ese entonces el presidente de Argentina y la lucha de los movimientos sociales, compartimos esas luchas con la del deportista, futbolista argentino, Diego Armando Maradona, concentrados, animados y esa es nuestra experiencia desde América, frente a las políticas del imperio, para derrotar con las fuerzas sociales, los países del ALBA, seguirán trabajando esta vez con los pueblos del mundo, tenemos una gran bandera de lucha que es la defensa de la Madre Tierra, la defensa de los derechos de la Madre Tierra, que repito nuevamente, es acabar con la esclavitud de la Madre Tierra.
Los indígenas eran esclavos, los hermanos negros eran esclavos y ahora nos toca acabar con la esclavitud de la Madre Tierra, eso sólo se puede hacer con los pueblos movilizados, con los pueblos organizados unidos para terminar con la esclavitud de la Madre Tierra.
Presidente usted insistió en la Cumbre del ALBA sobre un referendo latinoamericano de la voluntad popular que determinará o no la instalación de bases militares extranjeras en territorio de la región. ¿Cómo sería esto. Usted ha tenido algún tipo de respuesta sobre esta propuesta?.
Me llegaron mensajes de los movimientos sociales de Suramérica especialmente, yo siento que esos mensajes y esas propuestas tienen aceptación, por qué pensar que vamos a acabar con las bases militares, con otras bases militares, con una guerra, no, no compartimos eso, pero sí cualquier país tiene derecho a defender su soberanía. Si hay una provocación abierta, qué mejor que la conciencia de los pueblos.
Yo casi estoy seguro y convencido si los pueblos de Suramérica sometemos las diferencias que tenemos con algunos presidentes, unos aceptan las bases militares, otros rechazamos, yo decía desde Bolivia, por más que Bolivia le llamen país en vías de desarrollo, atrasado, por encima de cualquiera que sea nuestra situación económica, social y política tenemos dignidad, tenemos soberanía, esa soberanía y dignidad no está en debate, vamos a defender la soberanía.
Es más yo tengo una pequeña experiencia al expulsar al embajador de EE.UU. en Bolivia (Philip Goldberg) nos ha ido mejor todavía, porque no hay nadie que conspire.
Alguien me decía que en toda Latinoamérica ha habido golpes de Estado, en toda América, menos en Estados Unidos, porque en Estados Unidos no hay un embajador de Estados Unidos, entonces estas vivencias nos alientan bastante para seguir luchando por la soberanía. Entonces, los presidente como (Álvaro) Uribe (Colombia), Álan García (Perú) por qué no aceptan que se realice el referendo para obtener unos resultados que sean vinculantes para todos los gobiernos de Latinoamérica democráticamente, una democracia participativa, que los suramericanas decidan con su voto sí o no a las bases militares de Estados Unidos o cualquier base militar extranjera en nuestro territorio.
De los presidentes no escuché nada, pero si de los pueblos. Me decía un compañero de Perú que es muy inteligente y excelente propuesta, por lo tanto la apoyamos.
Yo plantearé que busquemos mecanismos y que tal vez el Parlamento Suramericano, Amazónico, Inidígena, Andino, apruebe . Hay tantos Parlamentos, quiénes son los parlamentos: la sesión de todos los Parlamentos que se juntan y después sacan unas normas para someter al pueblo sobre unas bases militares extranjeras en Suramérica y tal vez empezar en Suramérica y no Latinoamérica porque esto sí afecta a los países suramericanos tener una base militar de EE.UU. en Colombia.
Presidente, el Congreso hondureño que participó en el golpe de Estado de este país ha señalado que hay la posibilidad de salir del bloque de integración regional del ALBA ¿Usted que opina al respecto?.
Donde están las bases militares así como en Honduras, las bases militares del imperio, donde está el imperio no garantiza la democracia, donde está EE.UU., tampoco hay garantía de democracia de ese país. Nuestra obligación es defender la democracia, la paz social, con justicia social, pero también seguir luchando por nuestra integración.
La realidad es que lo del Congreso de desintegrarse es bajo instrucciones que vienen de la administración norteamericana. Pero no importa, tendremos muchas banderas más, banderas por la integración, por la paz social, pero también una bandera de lucha contra las bases militares y ahí está una prueba más.
Yo comentaba en algún momento con algunos presidentes de Suramérica que tenían información de primera, que esos entrenamientos del Comando Sur de Estados Unidos en Honduras en 2007 ya iban preparando esa clase de golpes.
Antes del 2006, también militares bolivianos participaban en esta clase de entrenamientos y en esos entrenamientos se hicieron amistades con algunos militares hondureños y decían que eran fuerzas especiales, entrenamientos especiales. A los militares bolivianos les decían "sus enemigos internos son los pueblos indígenas, la central de obreros boliviana". Imagínate semejante doctrina, nosotros cambiamos la mentalidad de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
Yo siento que hay nuevos acercamientos de Honduras con el planteamiento de una Asamblea Constituyente. ¿Qué es la Asamblea Constituyente?. La conciencia de los pueblos por acabar con los Estados coloniales, por las Constituciones importadas, impuestas.
En Bolivia habían tantas Constituciones, reformas, reformas hechas por dueños de partidos o cualquiera que tuviera representación parlamentaria, nunca con la participación del pueblo.
Con nuestro gobierno garantizamos cambiar la Constitución con el voto del pueblo, someter al pueblo a una Constitución que viene de la Asamblea Constituyente.
Yo siento que los pueblos en Latinoamérica van a seguir batallando por la Asamblea Constituyente, que significa que un grupo de electos por los pueblos, por los países propongan un proyecto de Constitución y que los pueblos con su voto rechacen o aprueben esa Constitución, es una liberación tan democrática con la participación del pueblo. Por ahora la dictadura continuará seguramente, pero habrá una rebelión, como la rebelión de los pueblos contra el imperio contra está clase de dictaduras que vienen de la administración de Obama.
¿Qué lección dan los pueblos aymaras al mundo en la relación hombre - naturaleza en estos tiempos?.
La vivencia es vivir en armonía con la Madre Tierra, con la naturaleza. Hay que buscar cómo restablecer esa armonía con la naturaleza y eso es cambiando políticas profundas del capitalismo o acabar con el capitalismo. Con las intervenciones de Chávez, de Evo Morales de algunos mandatarios africanos nos verán al principio como bichos raros, pero tarde o temprano los pueblos nos darán la razón.
Yo recuerdo que en el año 1990, había una cumbre del tema de medio ambiente en Brasil, yo llegué ahí gateando sindicalmente desde la zona del Trópico y escuchaba como Fidel decía "en vez de pagar la deuda externa, pague la deuda ecológica". Ahora le doy la razón, ahora más que nunca recordando esas intervenciones desde hace diez años, tenía razón "hay que salvar a la especie humana" decía Fidel y todo lo que dijo tiene razón, cada día va creciendo y creciendo. Hay presidentes del mundo, de Latinoamérica, de África que están en contra de la humanidad y por eso yo digo que la forma de restablecer la vivencia de la armonía con la naturaleza se debe imponer, no con lo que quieran los presidentes, sino porque eso es lo que buscan los pueblos del mundo.