Tomado de: Periódico Opción
Por: Paola Pacheco
En este caso, hay varios elementos que definen a este tipo de movimientos, como: la música, la vestimenta, pero sobre todo lo complejo y contradictorio de su pensamiento. Según versiones sobre este tema, en el documental “Actitud Skin”, este movimiento nace en Jamaica y después se trasladó a Gran Bretaña, alrededor de los años 60.
Se dice que en 1962, en la isla jamaiquina existían los rude-boys, parte de ellos emigraron al Reino Unido, donde se conformaron los mods. Este último grupo se sintió interesado en la música jamaiquina y desarrolló una combinación de ritmos, de los cuales nace el ska como un ritmo de identificación de los skinheads.
Los rudeboys –ahora llamados mods-, con el transcurso del tiempo siguen escuchando la música negra, sin embargo, sus actitudes se fueron radicalizando, con lo cual adoptan una estética más agresiva en su manera de vestir, a la par de esto los rudeboys se sienten identificados con el sector obrero, adoptan el uso de botas y tirantes, que eran prendas de vestir clásicas en el vestuario de los trabajadores.
Según una de las versiones difundidas en internet, “en esos grupos de hard-mods se empiezan a ver algunos jóvenes con el pelo rapado y botas pesadas, que reciben varios nombres (noheads, baldheads, cropheads), hasta que en 1969 son conocidos definitivamente como skinheads.
Su vestimenta era más «proletaria», que consistió en chaquetas abombadas o “bombers”, camisas o polos, tirantes, vaqueros y botas, dejando los trajes para el fin de semana. Además, motivados por el campeonato mundial de fútbol ganado por Inglaterra, muchos skinheads se convirtieron en hooligans.
Lo que unía a los skinheads era su gusto por un mismo tipo de música y vestimenta, así como por el fútbol y la violencia. Por lo general también compartían ciertos valores, como el culto al coraje y al compañerismo, y el orgullo de pertenecer a la clase trabajadora.
Este orgullo se traducía en una ética (autodisciplina y trabajo duro). No eran una agrupación política, como algunos creen, sino una forma de vida. Sin embargo, solían inclinarse a votar por partidos de izquierda. En cuanto al racismo, hoy en día tan asociado al movimiento, no era una idea que los skinheads compartieran necesariamente en esa época.
Los skinheads como forma de vida no se identificaban con ninguna fuerza política, sino que simplemente compartían su origen obrero (existiendo skinheads ingleses, jamaiquinos, negros, etc). En las épocas de crisis los obreros blancos, en numerosas ocasiones, mantenían posturas racistas frente a los inmigrantes, pero sin que se conformara en una postura ideológica”.
Históricamente se dice que en el año de 1988 se da una escisión del movimiento Skinhead cuando el cantante Ian Stuart, vocalista de la banda Skrewdriver, se afilió al National Front (Frente Nacional, partido de extrema derecha). Algunos miembros de la banda estuvieron de acuerdo con esta decisión, sin embargo, otros decidieron abandonarla. Así Ian Stuart formó el grupo RAC (Rock contra el comunismo) y junto a ello nace el movimiento Skinhead Neo-nazi.
En el caso del Ecuador se dice que el movimiento Skinhead aparece a finales de los años 80´s e inicios de los 90´s, en pequeños grupos que reivindican los principios nacionalistas, patrióticos, antifascistas y antirracistas que en su iniciación caracterizaron a este movimiento. Al igual que en el Reino Unido e Inglaterra, en nuestro país el movimiento Skinhead se fracciona y quienes logran tomar mayor vuelo son quienes forman el Movimiento Nacionalista Renovador, un grupo fascista.
En un inicio, los fascistas decían ser apolíticos y nacionalistas, pero pasó poco tiempo hasta que se declararon de ultra derecha (cosa que algunos todavía siguen negándolo, aludiendo que están en contra de la izquierda y de la derecha, elemento muy contradictorio).
La ONG INREDH registra que en el Ecuador existen varias organizaciones fascistas, como: Sangre por sangre, Legión Negra, Juventudes Hitlerianas y Acción Nacionalista Revolucionaria, a la par de esto en la red se puede encontrar la existencia del Partido Fascista Revolucionario Ecuatoriano (PFRE), que es parte del Movimiento Radical Garciano.
Además INREDH afirma que se ha denunciado en la fiscalía 25 agresiones por parte de estos grupos skinheads, fascistas y neonazis que han golpeado a personas que las identifican con ideas de izquierda.
Por otro lado, se dice que los skinheads neonazis exaltan los valores morales, manifiestan que están en contra del aborto, las drogas, la homosexualidad, los comunistas,los migrantes y la prostitución porque los consideran escorias de la sociedad.
Luis Saavedra, en una entrevista dada al programa de televisión Día a Día, dijo que: “a la Fiscalía, con las denuncias que hemos hecho, advertimos de que esto iba a pasar. Que tarde o temprano íbamos a tener un muerto de por medio si es que ellos no tomaban cartas en el asunto”.
Según ese reportaje, en el país existen además células neonazis en lugares como Guayaquil, Loja, Cuenca, Atuntaqui y Riobamba. Lo curioso de todo esto es que la Fiscalía sabiendo de estos casos no haya tomado cartas en el asunto, y es que junto a todos los ataques que se están dando desde el Gobierno en contra de los movimientos de izquierda, se golpee a un joven que tiene posturas en contra del gobierno, el sistema capitalista y que no se haga nada en contra de estas organizaciones de tipo fascista que causan temor en la población.
No está por demás recordar que hace dos años la locutora de Radio la Luna, Cora Cadena, también fue víctima de un ataque perpetrado por grupos de este tipo, es extraño ver que a pesar de casi haberla matado a golpes la Fiscalía y la Policía no hicieron nada para investigar el caso, y cuando se da la muerte de Abraham Chimborazo se levanta una supuesta alerta. La duda que muchos tienen es qué está detrás de todo esto, ¿por qué no se ha dado seguimiento a los casos denunciados?
Después de tantos ataques ¿por qué no hay una información de la acción de esos grupos? La presencia de estos grupos no es nueva, se presentan y desarrollan en medioambientes sociales y políticos donde el ataque a las organizaciones populares y de izquierda está exacerbado desde las esferas gubernamentales.
Mucho más si como sucede en el Ecuador es casi una política de Estado que tiene como protagonista al mismo presidente Correa. Toda esta actitud estaría dando una suerte de carta abierta para que la derecha utilice estos grupos para golpear a las organizaciones sociales, a los dirigentes populares que pelean en los campos, en las calles, por mejores días para los ecuatorianos que se ven afectados por la orientación derechista que va adoptando el gobierno.
Es evidente que una nueva confrontación se avizora en el país, la presencia de estos grupos profascistas viene a sumarse a la represión que el gobierno con la policía hacen contra el pueblo y los dirigentes populares.