La intención de Petroecuador de reabrir las operaciones de extracción petrolera en el pozo Carabobo 6, ubicado en el campo petrolero Libertador (Pacayacu, cantón Lago Agrio, Sucumbíos) ha provocado la alerta y el rechazo de los habitantes del barrio “28 de abril”. El motivo: los daños ambientales y a la salud de los pobladores que aquel ha causado desde los años 80 en que iniciaron sus operaciones.
Según denuncia de Acción Ecológica, “a lo largo de los años de funcionamiento del pozo, se produjeron explosiones, derrames, escapes de gas, disposición de desechos de perforación y extracción de manera abusiva en el medio ambiente y cercanos a los asentamientos humanos. Aún luego de cerrarse el pozo seguían produciéndose emisiones tóxicas y daños al lugar.”
A pesar de los reclamos, tras abandonar las operaciones del Carabobo 6, Petroecuador nunca aplicó planes de reparación integral, social y ambiental de la zona. Peor aún fueron indemnizadas las familias afectadas por los daños causados. Mas, ahora la estatal petrolera pretende reabrir ese pozo, sea para seguir extrayendo lo que puede quedar de crudo o como pozo reinyector.
Según un estudio realizado por Acción Ecológica y el CEAS, a mediados del 2010, el 95,6% de las muestras las aguas de consumo de 23 familias en la cabecera Parroquial Pacayacu presentan contaminación con Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos HAPs, sustancias catalogadas científicamente como cancerígenas, teratogénicas y mutagénicas. Por el tipo de hidrocarburos policíclicos aromáticos encontrados se puede determinar que el origen de esta contaminación es el petróleo o las aguas de formación. Así mismo, otro estudio realizado por la Clínica Ambiental en febrero del 2011 confirma el impacto en la salud ocasionado por la contaminación petrolera en la parroquia Pacayacu.
Fuente: Acción Ecológica