viernes, mayo 08, 2009

Los pueblos del Ecuador obtuvieron una nueva victoria política, la izquierda revolucionaria experimentó un gran salto

Una gran victoria de los pueblos del Ecuador se ha rubricado en las pasadas elecciones del 26 de abril; la tendencia democrática, progresista y de izquierda ratificó su condición de principal fuerza política del país, mientras la derecha continúa arrinconada. El pueblo nuevamente votó a favor del cambio, de las transformaciones económicas, políticas y sociales y derrotó una vez más el discurso anticomunista y del miedo proferido por las fuerzas de derecha. Rafael Correa, de manera inédita, ha sido reelegido presidente de la República en primera vuelta con un 52% de votos válidos; Lucio Gutiérrez, en el que a último momento la derecha concentró su apoyo para forzar una segunda vuelta, alcanzó el 28%; mientras Álvaro Noboa obtuvo el 11%. El Partido Social Cristiano, que en la provincia de Guayas se camufló bajo el membrete de movimiento Madera de Guerrero sigue circunscrito a la ciudad de Guayaquil.


El triunfo de Rafael Correa fue contundente, sin embargo la representación electoral del movimiento Acuerdo PAIS disminuye en relación a la que obtuvo en la Asamblea Constituyente. Los datos preliminares y sus proyecciones nos permiten concluir que su bancada no logrará mayoría por sí sola, pues, llegarían a 55 ó 58 asambleístas de los 63 necesarios como mínimo; sin embargo, con la representación de los otros partidos de la tendencia se logrará ese objetivo.


La tendencia democrática, progresista y de izquierda en conjunto crece, pero sobre todo lo hace la izquierda revolucionaria representada en las propuestas y candidaturas del Movimiento Popular Democrático. La votación, así como las representaciones del MPD en la Asamblea Nacional (6), en los concejos municipales y en las alcaldías experimentan un crecimiento del cien por ciento, configurando una extraordinaria victoria para la izquierda revolucionaria. Eso, sumado a lo que señalamos a continuación, nos permite afirmar que la tendencia vive una calificación política.


La campaña del MPD giró en torno de la consigna Patria Nueva y Socialismo, mas ésta no se quedó en la condición de slogan electoral, fue la esencia del discurso que candidatos y militantes desarrollaron en cada uno de los sectores. La idea del cambio está afirmada en millones de ecuatorianos y en un muy importante sector está presente la opinión de que el cambio democrático puede y debe transformarse en cambio social, que el socialismo es una posibilidad y una necesidad.


Esta batalla política ha sido aprovechada para avanzar en la concientización de los trabajadores y pueblos, se ha cumplido en buena medida lo que hemos calificado como la emepedización de las fuerzas sociales de la revolución, acción que no es otra cosa que trabajar para que esos sectores conozcan, comprendan, se identifiquen con la propuesta política que el MPD presenta y luchen por su materialización. El MPD termina esta campaña con la imagen de una fuerza triunfadora y ha enriquecido sus filas con la presencia de miles de nuevos militantes, llegados al calor de una campaña de afiliación impulsada como parte de la acción político-electoral.


Los resultados obtenidos por la izquierda revolucionaria, en lo fundamental responden a la justa política mantenida en el transcurso de estos dos años de gobierno, en los que ha desarrollado todos sus esfuerzos para que la tendencia democrática, progresista y de izquierda se afirme y crezca, al tiempo de apoyar al gobierno de Rafael Correa en cuanto se refiere a la aplicación de medias de carácter patrióticas, soberanas, democráticas y de interés popular, así como también ha sabido criticar y enfrentar cuando el gobierno ha cometido errores o se ha alejado de los principios fundamentales que animan la lucha de la tendencia.


Las fuerzas del oportunismo y sectores izquierdistas que no han llegado a comprender la particularidad del escenario político que vive nuestro país (por lo que se han ubicado en el campo de la oposición al gobierno, haciendo el juego a la derecha en no pocas ocasiones) obtuvieron mínima votación, apareciendo también como derrotados, al punto que no han logrado ninguna representación parlamentaria, y si han logrado alguna concejalía es por excepción.


En adelante, la izquierda revolucionaria tiene la responsabilidad de continuar su trabajo por fortalecer la tendencia democrática, progresista y de izquierda; trabajar para que nuevos sectores entiendan la necesidad de avanzar a nuevos niveles y que solo la revolución social del proletariado es la alternativa definitiva para el bienestar de los pueblos y el progreso del país.


Mantendremos nuestro apoyo crítico al gobierno de Rafael Correa; nuestro respaldo –con movilización popular en las calles- a toda medida que apunte a golpear la injerencia imperialista y los privilegios de las clases dominantes criollas, a toda medida que reivindique los derechos políticos y las necesidades materiales de los trabajadores y los pueblos del Ecuador; pero a su vez, nuestra disposición enfrentar cuanta medida y acción gubernamental contraríe la naturaleza política del proyecto de cambio que vive el Ecuador.


Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador