La organización divulgó un informe sobre las denuncias de detenidos acerca de los malos tratos “autorizados por el presidente Bush y otros funcionarios”.
“El Gobierno de Obama no ha cumplido las obligaciones que EE. UU. contrajo con la Convención contra la Tortura porque no ha investigado los actos de tortura y otros malos tratos a los detenidos”, indica Human Rights Watch.
Los casos se refieren a las prácticas de ahogamientos simulados, el uso de las prisiones secretas de la CIA y la transferencia ilegal de detenidos a países donde supuestamente eran torturados.
Bush y otros altos funcionarios de su Gobierno se defendieron de estas acusaciones alegando que dichas acciones en su momento eran legales y necesarias para prevenir atentados terroristas contra EE. UU. Sin embargo, Obama al llegar al poder ordenó la suspensión de esas prácticas.