lunes, octubre 15, 2007

Cambiar a los que están demás

Editorial del semanario En Marcha, edición 1379
 
Hace pocos días, tres Ministros de Estado presentaron la renuncia a sus funciones. Se trata de las secretarías de Ambiente, Turismo y Defensa. Como usualmente ocurre en estos casos, han señalado que en el Presidente está la capacidad de escoger a sus colaboradores y le entregan esa libertad de hacerlo.
Por las declaraciones formuladas por Rafael Correa el día de las elecciones se preveía que eso ocurra; en ellas habló de cambios en el gabinete y de responsabilidades entre sus integrantes. De ahí que se supone que otros ministros tomarán similar actitud.
De esta manera se crea la oportunidad para que se corrijan errores cometidos en el nombramiento de algunos Ministros de Estado que políticamente no están identificados con el proyecto pregonado por Correa. Ana Albán, María Isabel Salvador de las carteras de Ambiente y Turismo respectivamente, herencia del gobierno de Alfredo Palacio, son demostración de ello. Pero no los únicos casos.
El magisterio ecuatoriano cuestionó la designación de Raúl Vallejo como Ministro de Educación. Conocido militante de la Izquierda Democrática y ex ministro en los gobiernos de Rodrigo Borja y Alfredo Palacio, desempeña desde ese ministerio una gestión que raya en los postulados neoliberales, como se observa en la reforma curricular planteada para los colegios técnicos, que ha merecido el rechazo de estudiantes y docentes de ese sector de educación media. A su vez, una inconsecuente actitud con el magisterio mostró en el tema de la elevación salarial, que inexplicablemente demoró su ejecución.
Otro que no encaja en el proyecto es Carlos Vallejo, Ministro de Agricultura. Vallejo se ha paseado por la Democracia Cristiana y por el PRIAN; fue funcionario en los gobiernos de Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad. Su Plan Agrario no se encuentra orientado a beneficiar a lo pequeños y medianos productores, sino a los grandes empresarios propietarios de tierra, interesados en producir únicamente para el comercio exterior.
También podríamos hablar del Ministro del Trabajo, Antonio Gagliardo vinculado a la ID, y de otros personajes como Carlos Pareja Yanuzzeli, que sin ser  ministro, tiene una importantísima responsabilidad al frente de Petroecuador, y ha sido criticado por los nexos que mantiene con Petrobrás de Brasil, por su pasado socialcristiano y su desesperación por entregar a las transnacionales petroleras los yacimientos del bloque ITT.
La naturaleza del proyecto político definido por Rafael Correa, que en esencia se levanta sobre bases de un nacionalismo progresista y del impulso de una reforma democrática en el país, necesita contar con hombre y mujeres que se encuentren identificados ideológica y políticamente con él y se comprometan a cumplir con sus objetivos. Por ello, el Presidente Correa tiene la oportunidad de limpiar el gabinete y apoyarse en quienes nítidamente representen a la tendencia democrática, progresista y de izquierda que lo apoya y espera que se produzcan cambios radicales en el país. Las elecciones pasadas expresan, en los hechos, una ratificación de la voluntad popular de marchar por ese camino, y en esa fuerza debe apoyarse Correa para llevar adelante el proyecto de cambio.
 
 
 


Need a vacation? Get great deals to amazing places on Yahoo! Travel.

Veterano de la Guerra de Irak devuelve medallas de guerra como protesta antibélica


Un veterano de la Guerra de Irak devolvió todas sus medallas de guerra en protesta por lo que describe como la invasión y ocupación ilegales de Irak. El viernes, el especialista Mike Sanger devolvió las medallas a la oficina del congresista demócrata Dennis Moore, de Kansas. Sanger dijo que había elegido la oficina de Moore debido a que los demócratas han apoyado en forma continuada el financiamiento de la guerra. Desde su retorno de Irak, Sanger se ha hecho oír como opositor a la guerra, y en la actualidad se desempeña como presidente de los Veteranos de Irak contra la Guerra de Kansas City. Durante la guerra, Sanger recibió la medalla de la Defensa Nacional, la de la Guerra contra el Terrorismo y una medalla de combate.

lunes, octubre 08, 2007

Frustraciones y objetividad analítica

Por : Guillermo Navarro Jiménez
Las frustraciones (1), sean del tipo que fueren: sociales, económicas, políticas, inevitablemente conducen a una pérdida de objetividad en el análisis, cuando no somos capaces de entender las razones profundas de aquello que nos afecta y, en consecuencia, pasamos a ser controlados por los hechos. Perdemos la libertad de dominarnos a nosotros mismos y al mundo exterior.
El decreto del Presidente Rafael Correa, mediante el cual se modifica la participación del Estado y de las empresas transnacionales en los recursos extraordinarios generados por el diferencial de precios del barril de petróleo, entre los US $25 dólares establecidos en los contratos de asociación y el precio real de mercado, es claro ejemplo de la falta de objetividad en el análisis que antes mencionamos, por frustraciones de diversa índole, que analizaremos inmediatamente.
Loa abogados Fernando Santos Alvite, ex Ministro de Energía en el gobierno de Febres Cordero y René Ortiz, ex Ministro de Energía en el gobierno de Jamil Mahuad, hoy abogados de las empresas petroleras transnacionales, frustrados por la reducción de ingresos extraordinarios para sus patrones y seguramente de sus fastuosas comisiones e ingresos, argumentan que el Estado ecuatoriano, a través de esa medida, ha confiscado recursos a las empresas transnacionales. Para rebatir ese infundio, vale mencionar las siguientes circunstancias:
  1. Los programas de los contratos de asociación, se calculan con un precio de 25 dólares, en el presupuesto de que ese precio les permitirá amortizar sus inversiones, realizar las inversiones a las que se comprometen para el desarrollo de su actividad y, como no puede ser de otra manera todos los costos y las utilidades que prevén obtendrán. Todo ello en un lapso de 25 años.
  2. Todo programa de inversiones, contrariamente a lo que afirman los testaferros que elevan hoy sus voces, incluye en los cálculos financieros los efectos de la inflación futura, por lo que las elevaciones de precios están suficientemente cubiertas.
  3. A pesar de que los contratos de asociación constituyen inversiones de riesgo, esto es inversiones en las cuales se puede ganar o perder, agenciosamente los ministros de energía que suscribieron tales contratos, eliminaron el riesgo, estableciendo que de bajar el precio del barril de petróleo de los 25 dólares, el Estado ecuatoriano pagaría a las empresas petroleras transnacionales la diferencia entre el precio menor y los 25 dólares establecidos en los contratos de prestación de servicios.
  4. A través de esa forma contractual, las empresas transnacionales incluyen entre sus activos las reservas de petróleo de los campos en los que operan, lo que determina que los activos se eleven, sobre la base del petróleo que, constitucionalmente, es propiedad del Estado ecuatoriano, por lo que no puede incluirse como activos de terceros. Este procedimiento es reconocido como absolutamente inaceptable, razón por la cual en todos los países que disponen de reservas petroleras han desmantelado ya todas las disposiciones que posibilitaban este inconstitucional e ilegal procedimiento.
  5. En los contratos de asociación no consta disposición alguna respecto al diferencial y, consecuentemente, a su destino, cuando éste se produce entre los 25 dólares establecidos en el contrato de prestación de servicios y el precio real del petróleo, que en los actuales momentos y en el caso del crudo ecuatoriano supera los 60 dólares. Generándose un diferencial de 35 dólares.
  6. En consideración a la falta de definición sobre el diferencial en el gobierno de Alfredo Palacio, por iniciativa de Diego Borja, entonces Ministro de Economía, se emitió un Decreto Ejecutivo mediante el cual se estableció que la participación del Estado ecuatoriano sería del 50 por ciento como base. Este decreto no generó pronunciamiento alguno, por lo jugoso que aún significaba el percibir el 50 por ciento del diferencial (17 dólares por barril como mínimo), los enormes beneficios que habían ya recibido las empresas petroleras transnacionales por este concepto (sobre los 2.500 millones de dólares), a más de las utilidades percibidas en el marco del contrato de asociación.
¿Por qué razones los Santos y Ortiz, expresan hoy sus frustraciones?
En primer lugar por los efectos que esta medida tendrá sobre sus ingresos, a los cuales privilegian sobre los intereses de la sociedad en su conjunto, lo que habla de su pequeñez humana.
En segundo por la frustración que en ellos genera la derrota electoral que sufrieron sus partidos, bajo el amparo de los cuales se cometieron todos los desafueros antes mencionados.
En tercero, por que saben que las empresas petroleras transnacionales no se irán del país por la nueva repartición, como no lo hicieron ni en Venezuela ni en Bolivia, Como tampoco se irán si se cambia el tipo de contratos de asociación por prestación de servicios.
Cuarto, por que conocen que las empresas petroleras transnacionales desechan como papel higiénico usado a quienes no son más útiles para sus intereses.
La frustración de Diego Borja
Pero los frustrados no son sólo los antes nombrados. Diego Borja también se suma al coro, incluyendo otro "argumento": su "preocupación" por el destino de los nuevos recursos a percibirse, puesto que según él, el gobierno " despilfarra recursos" sociales sin generar "inversiones de capital", como lo aseveró el día de hoy en entrevista con Jorge Ortiz. La frustración, en su caso, tiene otras motivaciones:
En primer lugar, seguramente le frustra el haber carecido agallas, de un sólido sentido nacional, para tomar una medida similar a la adoptada por el Presidente Correa, por lo que se limitó al 50 por ciento.
En segundo, la frustración deviene de la derrota política sufrida al no ser elegido asambleísta, a pesar de todas las alianzas, hechas y desechas, que caracterizó a su tránsito previo a la designación de candidatos.
En tercero, el desconocimiento que exhibe cuando se refiere a los recursos destinados a los sectores sociales como despilfarro de recursos (2), no generadores de inversiones de capital, puesto que todos los recursos destinados a los sectores sociales, especialmente en educación, se consideran inversiones en capital humano. Preocupa igualmente, su desconocimiento sobre las actuales teorías del desarrollo, las cuales proponen como elemento fundamental para el tránsito hacia lo que se denomina "sociedad del conocimiento", el incrementó de los recursos destinados a inversión en capital humano..
Motivaciones más, motivaciones menos, las frustraciones son malas consejeras, cuanto más que conducen incluso a la defensa de intereses foráneos en contra de los intereses de la nación, a ocultamientos de verdades evidentes, a acuñar argumentos insostenibles, a tergiversaciones conceptuales, que desdicen de quienes las formulan. Y les desdicen, no sólo por ello, sino también por su insistencia en nadar contra la gran corriente de apoyo que generó la medida adoptada por el Presidente Rafael Correa, en el seno de la sociedad ecuatoriana, por la evidente defensa de los intereses nacionales que le caracteriza.
Quito, 8 de octubre del 2007.


(1) La frustración es el sentimiento desagradable en virtud del cual las expectativas del sujeto no se ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido. Como fenómeno psicológico, puede identificarse el sentimiento de frustración como un síndrome que ofrece síntomas diversos que, sin embargo rondan un categoría general: la desintegración emocional del individuo. Enciclopedia Wilkipedia
(2) Jorge Ortiz cuando, aseveró Borja que constata despilfarro de recursos, le señaló que los recursos se destinaban a educación y salud. Ante ello Borja no modificó su afirmación inicial, por lo que incluyó a estos sectores en el supuesto "despilfarro".

miércoles, octubre 03, 2007

Inéditos resultados electorales


Por: Guido Proaño A. / Periódico Opción

Contundente derrota de la derecha y aplastante victoria de la corriente democrática, progresista y de izquierda es la frase que resume lo ocurrido en las elecciones del 30 de septiembre, en las que los pueblos del Ecuador han ratificado su anhelo de cambio y la esperanza de conquistar la patria nueva. El proceso deja un cambio en la correlación de fuerzas políticas.

La derecha va de tumbo en tumbo desde las elecciones de octubre del año pasado, llegando en este momento a los índices de votación más bajos en su historia, y no nos referimos individualmente a uno u otro partido, sino a todos ellos en conjunto. Viejos y “nuevos” partidos y exponentes de la derecha han sido rechazados en estas elecciones, alimentando la crítica situación que les acompaña de tiempo atrás.

Álvaro Noboa con el PRIAN, que ha trabajado por desplazar y cubrir el espacio del PSC y del PRE se estrelló contra las piedras que mostraba en su spot de televisión. Aseguró que llegaría con treinta y cinco representantes a la Asamblea y no lo hará con más de siete. La desolación y frustración del magnate se evidenció la noche del 30 en las instalaciones de la Industrial Molinera (su centro de campaña), donde sus puertas no se abrieron ni si quiera para vender avena. Su reacción del día siguiente se redujo a gritar –casi con histeria- ¡nos metimos en la Constituyente!, ¡nos metimos en la Constituyente!, como si su mayor propósito habría sido que él y su esposa lleguen a la misma.

La situación del PSC no es diferente. Quienes se creen dueños del país y de Guayas (León y Nebot) mantienen silencio; su otrora bastión electoral, que les daba ocho, diez o más diputados, ahora apenas les dio dos representantes. La campaña paralela llevada adelante a nombre del Comité Empresarial, no les funcionó. Y en general la campaña anticomunista de la derecha y el imperialismo, que habló del avance de la “bota comunista por América Latina” que robaría a los niños y quitaría las casas a los propietarios no caló.

Los hermanos Gutiérrez también jugaron a mostrarse en abierta oposición al gobierno a lo que acompañaron la oferta demagógica, superando en votación a sus compañeros de la tendencia. También dijeron que llegarían con más de treinta asambleístas y lo harán con dieciséis o diecisiete, dependiendo de los resultados oficiales finales; no obstante, debe tomarse en cuenta que en las elecciones anteriores obtuvieron veinte y cuatro de cien puestos en el Congreso. Sociedad Patriótica baja en número de representantes y en porcentaje electoral en un cincuenta por ciento.

Cosa parecida a la que vive el PSC en Guayas experimenta la ID en Pichincha, en donde antes obtenía cinco o siete de catorce puestos en juego; ahora no alcanzó ni uno solo, de acuerdo a los datos extraoficiales del conteo rápido. Su bancada en la asamblea, en el mejor de los casos, será de dos.

La Democracia Cristiana no estará presente en la Asamblea; el PRE lo hará con uno o dos, mientras la RED de León Roldós tendrá tres. Así se configura el desastroso cuadro de la derecha, incluyendo a algunos que prefieren denominarse como parte del “centro”.

En resumen, los partidos y las figuras de la derecha, los banqueros, el imperialismo, los grandes medios de comunicación que se alinearon con la oposición son los derrotados de esta jornada.

Las fuerzas del cambio

La corriente democrática, progresista y de izquierda es la triunfadora del proceso. Ideológica y políticamente forman parte de la tendencia PAIS, el MPD, Pachakutik, el Partido Socialista, Polo Democrático, de los partidos y movimientos con participación electoral legal. Sin embargo, el comportamiento político y los resultados electorales de estas fuerzas tienen diferencias.

El triunfo de PAIS fue arrollador y en él Rafael Correa y su gestión gubernamental jugaron un papel fundamental. Correa ha encarnado al líder político que el pueblo ecuatoriano ha buscado para hacer frente a la oligarquía y encabezar el proyecto de cambio; el pueblo tiene confianza en él y por ello votó por PAIS. Motivo de otro análisis es el riesgo que implica supeditar un proyecto político a la figura y gestión individual, como ahora se configura en el imaginario popular.

La derecha pensó que afectaría el prestigio del Presidente y así debilitaría a la tendencia personalizando la oposición en Correa, sin embargo el resultado fue distinto porque para muchos el proceso se redujo a votar por Correa o en contra de él, afirmando de esta manera al punto más fuerte del movimiento PAIS.

La segunda fuerza dentro de la tendencia es el MPD. Extraoficialmente se le otorga cuatro asambleístas, con posibilidades de incrementar a cinco o seis cuando termine oficialmente el escrutinio, pues en tres provincias mantiene una disputa cerrada con otras fuerzas en torno a escaños que aún no han podido ser asignados. En general, salvo escasas provincias, el MPD se ubica entre las cuatro o cinco primeras fuerzas más votadas y su representación en la Asamblea será mayor a la que ahora tiene en el Congreso. El MPD es la expresión de la izquierda revolucionaria dentro de la tendencia, levantó un programa político radical y condensó en el respaldo a Correa y la disolución del Congreso su planteamiento frente a dos temas medulares puestos en el tapete de discusión.

Los resultados para Pachakutik, Partido Socialista y Polo Democrático son adversos. El primero sacaría un asambleísta (al Congreso llegó con seis diputados) y los dos restantes no lograron ninguna representación. Esto refleja la crítica situación de la CONAIE y de los sectores que en algún momento constituían la Coordinadora de Movimientos Sociales. Estas fuerzas han tenido una sinuosa actividad política, principalmente caracterizada por la crítica al gobierno y la sobrevaloración de sus fuerzas que les ha llevado a posiciones exclusivistas o sectarias.

Los resultados electorales expresan el crecimiento de la tendencia democrática, progresista y de izquierda, siendo fundamentalmente PAIS quien ha podido capitalizar este desarrollo numérico, captando electores de todas las fuerzas políticas. Por esta causa la tendencia se vuelve más heterogénea, pues, se han incorporado sectores provenientes de disímiles fuerzas, unos con la expectativa de que sus problemas materiales sean resueltos inmediatamente, otros que mejor entienden la combinación del proceso social con el proyecto político, pero sobre todo, en este último aspecto (el proyecto político), las apreciaciones son diversas y van desde posiciones mediatizadas, reformistas hasta revolucionarias.

Las fuerzas progresistas y de izquierda cuentan con una cómoda mayoría en la Asamblea y en teoría no tendrían problema para aprobar la Constitución a la medida de sus propuestas políticas, pero no hay que desechar ni subestimar las maniobras que la burguesía y el imperialismo harán para torpedear el trabajo de la Asamblea. Se aplica aquí una frase bastante utilizada: la lucha continúa.