jueves, febrero 18, 2010

Es que son imperialistas


Editorial del semanario En Marcha


El premio Nobel de la Paz, Barack Obama, haciendo uso de su investidura y en aplicación de lo que denomina como su “nueva estrategia” ha mandado sus tropas a sembrar de sangre los territorios de Afganistán y Pakistán; nada nuevo en la política militarista yanqui. Casi simultáneamente se produjeron bombardeos en los dos países. En la operación “Juntos” las fuerzas de la OTAN mataron “por error” a 12 civiles en un ataque lanzado contra los rebeldes talibanes; en Pakistán, los Estados Unidos atacaron con aviones no tripulados una región del norte de ese país, provocando la muerte de cinco personas. En el primer caso Estados Unidos actúa con 15 mil soldados, junto a 2500 afganos.

El comandante de las tropas extranjeras en Afganistán, el general estadounidense Stanley McChrystol ha pedido disculpas por el error. En su argot aquello denominan “daños colaterales”, que por cierto son frecuentes. La población civil en Irak, Afganistán, Palestina, Grenada, Panamá, etc. ha sido víctima de esos “errores”, generalmente cometidos por las “bombas inteligentes”.

Pero las disculpas de McChrystol se opacan cuando muestra su satisfacción por la ofensiva. Ciertamente el cinismo de este militar no llega al nivel mostrado por quien fuera Secretario de Defensa en el gobierno de George Bush, que en alguna ocasión habló de “bombardeos humanitarios”.

El guerrerismo e intervencionismo imperialista caracteriza la política internacional del gobierno de Barack Obama, similar a la aplicada por Bush o Reagan. ¿Por acciones como éstas la Academia de Estocolmo galardonó a Obama?

No solo en política internacional sigue los cánones marcados por sus antecesores. Las medidas adoptadas para enfrentar la crisis económica se movieron por los mismos andariveles, beneficiando a los sectores de la oligarquía financiera. Por su política interna e internacional ahora, Obama, es el presidente de los EEUU que más rápidamente ha perdido popularidad en su país. Su imagen “dulcificada” construida por los grandes medios, para contrastar con la desgastada y repudiada de George Bush, no engaña a los pueblos. Obama es el jefe de una potencia imperialista que pugna por asegurar su hegemonía mundial a cualquier costo y con cualquier tipo de medidas. Eso no deben perder de vista los pueblos.

domingo, febrero 07, 2010

Una batalla ganada (a medias) por los bosques de Esmeraldas

Tomado de Acción Ecológica

Una de las batallas por el Patrimonio Forestal del Estado (PFE) se dio en 1997 con la denuncia de Acción Ecológica en el Ministerio del Ambiente (MAE) por la adjudicación a la empresa maderera Botrosa de 3400 ha de bosque nativo del predio el Pambilar, parroquia Malimpia, provincia de Esmeraldas

Los campesinos y colonos alertaron sobre la explotación irracional de los bosques y de los impactos ambientales y sociales de los que eran víctimas. Ante esta denuncia, el MAE hizo una inspección en 1998 y constató que la adjudicación era ilegal por encontrarse dentro del PFE, conclusión a la que también llegaron la Comisión del Control Cívico de la Corrupción, la Contraloría General del Estado y el Congreso Nacional. Siguiendo estas resoluciones, en octubre del 2002 el Tribunal Constitucional ordenó que el Pambilar sea revertido al Estado y que Botrosa salga del lugar, sin embargo Botrosa continuó allí. Adicionalmente, los campesinos han denunciado reiteradamente que fueron sometidos a diferentes atropellos a sus derechos, entre ellos la persecución, tortura y criminalización.

Finalmente en diciembre del 2009 el juzgado encargado de ejecutar la sentencia del Tribunal Constitucional, ordenó al INDA que proceda con la reversión de estos bosques al Estado y que se cumpla con la salida de Botrosa.

La actual Asamblea Nacional, ante la demora de esta reversión, también intervino y llamó al director INDA para que informe sobre el cumplimiento de la sentencia y de las otras que tienen que ver con predios irregularmente adjudicados a favor de Botrosa. Sabemos que pese a todas las órdenes jurídicas la maderera reusa a retirarse y que continua con sus actividades.

Es el momento de que el Estado inspeccione el predio el Pambilar, puesto que no es suficiente que la maderera salga; Botrosa debe reparar los daños causados. Por ejemplo, los lugareños denuncian que la vegetación nativa ha sido seriamente dañada y que hubo explotación forestal mal manejada en el lugar. Cualquier trabajo de este tipo, por parte de Botrosa, en el Pambilar es claramente ilegal.

El MAE conoce el caso y debe hacer cumplir las leyes y proteger los recursos naturales del Estado. El Pambilar se ha convertido en un caso emblemático de una empresa maderera que ha burlado durante más de 12 años a la justicia y a las instituciones ecuatorianas. La Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional dice estar dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias y esto significaría investigar las otras adjudicaciones ilegales dentro del PFE y de ser el caso pedir su reversión al Estado. Se debe realizar las inspecciones necesarias, determinar responsables y respetar los derechos reconocidos en la nueva Constitución como son los derechos de la naturaleza y el que hace referencia a la reparación.

Esta es una batalla ganada, pero solo a medias. El Ecuador podrá cantar victoria solamente cuando Botrosa salga del Pambilar, y repare los daños. Pero los pobladores locales y sus bosques podrán estar tranquilos únicamente cuando sepan que el Estado los cuida y que ninguna otra empresa entrará a atropellar sus derechos.

Miles marchan en principales ciudades de Colombia contra decretos de emergencia social

Tomado de: TeleSUR

Mientras el presidente colombiano, Álvaro Uribe, responsabilizaba a los miembros de su gobierno que redactaron los decretos de emergencia social de haber confundido a la población, miles de colombianos salieron a las calles en 14 ciudadades del país andino y tres del exterior para rechazar estos decretos, que consideran violentan su derecho a la salud.

Miles de colombianos se manifestaron este sábado en 14 ciudades y varias del exterior contra los decretos de la emergencia social promovidos por el presidente, Álvaro Uribe, que incluyen el cuestionamiento a la autonomía médica, el favorecimiento a las entidades prestadoras de salud y la carga económica tanto de los tratamientos y exámenes, a los pacientes.

En la capital colombiana, Bogotá, la primera parada fue frente al Ministerio de Protección Social. Pacientes con enfermedades terminales, estudiantes de medicina, doctores y miles de personas más salieron a marchar para expresar su rechazo a los decretos emanados del Ejecutivo colombiano.

"Me siento triste que después de haber trabajado, haber pagado mi salud y la de mi esposa ahora nos quieran quitar lo poquito que tenemos. No puede ser, por eso estoy libremente en esta manifestación y estoy indignado porque es algo muy triste para mi país y mi pueblo", declaró a las cámaras de teleSUR, Francisco Gutiérrez, un usuario del sistema de salud.

Aunque el presidente Uribe instó a las cadenas de laboratorios y entidades de salud a racionalizar el valor de los medicamentos y tratamientos, los colombianos aún continúan inconformes y desde ya alistan una nueva movilización nacional para presionar a la Corte Constitucional a que no apruebe estos decretos.

En la protesta, y con apenas ocho años de edad, el lente de teleSUR captó a Pablo, que acompañado de su padre, Jorge Castillo, caminó por las calles capitalinas pese a su limitación física, causada por una parálisis cerebral. Ambos reclamaron el derecho a su tratamiento.

"Necesita una serie de terapias que le permitan desarrollar toda la capacidad motriz que perdió en el momento del accidente, entonces eso implica terapias de fisioterapia, terapia ocupacional, educación especial, fono audiología y todo lo que lo ayude al proceso de regeneración neurológica que le permita tener una mayor movilidad", explicó Castillo.

Otra paciente, Gloria Tobar, relató que ha pagado por los servicios de salud desde que tiene 17 años, y ahora, cuando necesita drogas terapéuticas para combatir una enfermedad que la consume, recibe medicamentos genéricos y no los que necesita. Por ellos, debe pagar con sus finanzas personales.

"Llevo pagando desde los 17 años y la droga que nos dan es genérica (...) para yo mejorarme de lo que tengo, (debo) sacar de mi bolsillo (para) comprar la droga", indicó.

Néstor Álvarez, representante de la asociación Enfermedades de Alto Costo, asegura que todos los decretos buscan que las empresas prestadoras de salud tengan mayor beneficio económico, mientras brindan menos servicios a los colombianos.

"Todos los decretos van dirigidos a que las EPS tengan más utilidad y menos servicio para los colombianos", denunció.

Este mismo sábado, mientras cientos marchaban, el mandatario reclamó a los funcionarios de su gobierno por haber redactado los decretos de emergencia social de forma confusa, lo que originó desinformación en la colectividad.

"Nos ponemos nosotros a adornarnos con un poco de literatura confusa y lo que hacemos es crear dificultades en la apreciación de los colombianos sobre un tema tan importante como es el tema de la salud. Breguemos a hacer esos decretos reglamentarios como versos de poetas populares, que se entienda", dijo.

teleSUR - Caracol / MM

jueves, febrero 04, 2010

El tiempo no importa para la Asamblea

Editorial del Semanrio En Marcha

Es de dominio general que la Asamblea Nacional incumplió el plazo determinado por la Constitución para aprobar un conjunto de leyes que requieren ser puestas en correspondencia con lo que ahora estipulan los preceptos constitucionales; los llamados de atención al respecto no tuvieron valor, a la final… la mayoría manda. En todo caso, imbuidos con la idea de cumplir con la “revolución legislativa”, los asambleístas de PAIS se impusieron como segundo (e ilegal) plazo el mes de febrero, pero es por demás notorio que tampoco podrán cumplir.


¿Hubo exceso de euforia y subjetividad cuando establecieron la obligatoriedad de aprobar determinas leyes en un periodo concreto? Posiblemente así ocurrió, pero esa es su propia responsabilidad, pues, la mayoría de los asambleístas de PAIS actuaron también en Montecristi. Pero más allá de eso, el incumplimiento de la Asamblea con el país se debe a la incapacidad legislativa mostrada por quienes la controlan, a lo que se añaden las discrepancias existentes al interior de los asambleístas del gobierno. En temas como la Ley de Comunicación o el pedido de renuncia al Fiscal General, Washington Pesántez, el bloque gobiernista ha actuado fraccionado.


En otros temas también se ha puesto a flote la diversidad de visiones políticas anidadas en el movimiento de Correa, que van desde las que trabajan por una mayor derechización del gobierno, pasan por quienes pugnan por imprimir una política “centrista”, hasta llegar a los que se consideran parte de la vertiente de izquierda. Correa los unifica, más por pragmatismo político que por convicción con un proyecto que, en esas esferas, no está claro hacia dónde mismo va o debe ir.


En todo caso, con esta nueva prórroga la Asamblea Nacional será por más tiempo el centro del principal debate político del país, debido a la naturaleza y trascendencia de las leyes que se encuentran en carpeta. Temas como el hidrocarburífero, educativo, laboral, de ordenamiento territorial, etc. se presentan controversiales porque en ellos se juegan intereses de distintos sectores sociales y expresan las posiciones ideológicas y políticas de los mismos.


La heterogeneidad política de PAIS y la acción del gobierno en los últimos meses debe alertar al movimiento popular para impedir que en esas leyes se meta contrabando adornado con el engañoso léxico de la “revolución ciudadana” y el “socialismo del siglo XXI”. La Asamblea Nacional debe convertirse en el centro de movilización de los diversos sectores populares para que se legisle a favor de los intereses de los trabajadores, de los pueblos y del Ecuador, para impedir también que la inconsecuencia política de algunos sectores de PAIS sea aprovechada por la derecha y salgan leyes que en poco o nada se diferencien de las que aprobaba el viejo Congreso.

Medidas monetaristas para tratar de contrarrestar los efectos de la crisis

Editorial del periódico Acero Revolucionario | PCMLV

Después de algunos años de gobiernos de “izquierda” socialdemócrata, acompañados de la aplicación de programas reformistas, la derecha pro imperialista que estuvo arrinconada temporalmente en algunos países de América latina, inicia una ofensiva, en las últimas elecciones han retomado el control político en Panamá, Honduras y Chile, han fortalecido su posición en Colombia y México con técnicas fascistas de control represivo, mantienen el dominio en Costa Rica y Perú, mientras el Salvador se reencuentra sin desparpajo con la derecha, todo esto nos habla del inicio de un período de avance de la reacción, de la burguesía más radical, del imperialismo. Esta tendencia puede seguir su camino triunfal con las elecciones de Brasil creando cada día un mayor nivel de confrontación regional ya que se van aclarando las posiciones, de un lado proyectos abiertamente burgueses, proimperialistas y reaccionarios, del otro proyectos pequeñoburgueses, socialdemócratas, y reformistas, que en su confrontación luchan por atraer al proletariado y otros sectores de clase explotados para utilizarlos como soporte en sus plataformas electorales.

Cada día se van estructurando con mayor claridad estas 2 tendencias: Una de derecha, abiertamente burguesa, con claras posiciones reaccionarias, proimperialistas y anticomunistas, que ha logrado presentar una oferta especialmente a la burguesía, la pequeña burguesía y a sectores descontentos, es el caso de Colombia y Chile, pero también Panamá, Honduras, tal vez con otro matiz también se presenta este fenómeno en el resto de países, aunque en algunos están en la oposición como el caso de Venezuela y Bolivia. La otra es una tendencia de izquierda que incorpora concepciones democráticas, antiestadounidenses y populares, con un discurso de gran influencia pequeño burguesa, en este frente se han movido las diversas corrientes de izquierda, incluso fuerzas proletarias que trabajan por comenzar a levantar su propio programa para avanzar en las siguientes etapas y dirigir al proletariado por el camino de su propia emancipación, dejando de ser peones para las maniobras de algún sector de la burguesía o de la pequeña burguesía como ha ocurrido hasta ahora en la mayoría de nuestros países.

Es claro que las propuestas socialdemócratas están llegando a sus límites, ya se les dificulta avanzar más, seguir engañando a las mayorías con reformas superficiales, se requiere acciones radicales y romper con el capitalismo para poder realmente satisfacer las necesidades populares, como en los casos de Panamá y Chile la derecha trata de presentarse como una opción, promete el paraíso pero en poco tiempo demostrará su cara imperialista empeorando las condiciones de vida en esos países, por tal motivo los niveles de represión y confrontación se elevarán, y la clase obrera junto con las masas explotadas tendrán que salir a las calles a enfrentar políticas entreguistas y explotadoras que buscan hacer que los trabajadores paguen la crisis del capitalismo.

El panorama inmediato es de una crisis general del capitalismo que va en expansión, que llega a América latina y que amenaza con provocar mayor penuria para las mayorías, desempleo, hambrunas, intervenciones militares y guerras. Para la clase obrera, el campesinado y en general para los explotados la verdadera salida a la crisis es la revolución proletaria, por tal razón se requiere la construcción de referencias que puedan llevar a las masas explotadas hacia la revolución proletaria y el socialismo como única y verdadera forma de enterrar al capitalismo.

Es un hecho que cuando la democracia burguesa se agota y no puede avanzar más, la derecha intenta recuperar terreno y provoca la agudización de las contradicciones, los revolucionarios tenemos que responder con más organización, un programa claro y propiciando que prenda entre las masas una propuesta de mayor radicalidad para enfrentar al imperialismo y las posiciones reaccionarias, es allí donde el partido del proletariado cobra fuerza para aprovechar las emergentes condiciones de la revolución, es necesario que los partidos y organizaciones revolucionarias nos preparemos para asumir el papel de vanguardia en el duro enfrentamiento contra la reacción local e internacional, contra el paramilitarismo y contra todas las expresiones del poder burgués imperialista, solo la lucha dirigida por la clase obrera habrá de conducir a las masas hacia la victoria y definitiva liberación.

En el caso de Venezuela es necesario abordar algunos temas para buscar una mejor orientación en este entrelazamiento de políticas y propuestas que, obedeciendo a elementos muy coyunturales son lanzadas creando cierta confusión, en tal situación vemos como se ha aplicado una medida de modificación del patrón cambiario del Bolívar en relación al Dólar ya que en nuestro país, para tener un mejor control y evitar la fuga de divisas, el Estado, que es el principal poseedor de $, producto de los ingresos petroleros, aplica control cambiario y medidas monetaristas para tratar de contrarrestar los efectos de la crisis que comienza a impactar.

A pesar que el precio del petróleo se ha mantenido estable, y en algunos casos ha aumentado, la inflación ha venido perjudicando el desenvolvimiento de la economía, que es una economía capitalista dependiente, altamente supeditada a las importaciones, esta realidad ha hecho que el gobierno, con el fin de disponer de mayores recursos en Bolívares para afrontar un año electoral haya devaluado el Bolívar fijando una tasa de cambio oficial con dos niveles: 2,6 para medicinas y alimentos, y 4,3 para el resto de las mercancías, (incluso para cotizar el $ que ingresa producto del negocio petrolero). Es importante recordar la existencia de transacciones ilegales con el llamado $ permuta, paralelo o negro que hasta el momento de las medidas estaba cotizándose alrededor de 7,5 Bs/$ y que ahora se pretende que baje gracias a las subastas de $ hechas por el banco central.

Como en toda economía capitalista los burgueses tratan de acrecentar su capital involucrándose en cualquier tipo de negocio que le genere un rédito importante, para ellos la compra y venta de $ es un buen negocio que no van a perder, lo que indica que probablemente haya una gran demanda de $ oficiales para ocultarlos y revenderlos como forma de presionar al gobierno, las leyes del capitalismo operan en nuestro país como en cualquier otro país capitalista, y la burguesía las conoce y tiene una alta capacidad económica, por lo que habrá un intenso combate económico en torno al dólar paralelo.

Pero no solo tenemos un proceso de ajuste de la tasa de cambio del $, también hemos tenido la intervención de una serie de Bancos que estaban involucrados en ilícitos, pero lo peor es que muchos de estos estaban vinculados a sectores económicos relacionados con el gobierno, si bien es cierto que fueron intervenidos por acciones ilegales, no podemos dejar de asumir que el sistema financiero es un elemento central en las economías capitalistas modernas, su crisis expresa la crisis del sistema, que está allí y que el resto de banqueros rápidamente salieron a negar, colocándose como aliados del gobierno, no porque crean en este sino como forma de concentrar capitales y defender sus pingues ganancias.

Con una inflación de 26,5% a finales de 2009 y un gran impacto del precio del dólar en toda la economía, por el gran nivel de importaciones, incluso de alimentos, ya estamos viendo una escalada de precios que difícilmente sea contenida por medio de medidas ejecutivas, de allí que la inflación en los primeros meses del año habrá de elevarse perjudicando seriamente el poder adquisitivo del salario, el aumento de 10% a partir del 1º de marzo y del 15% en el mes de septiembre requiere una reconsideración por parte del ejecutivo para recuperar el salario, que a pesar de ser el más alto de América latina, es insuficiente, dados los impactos de la inflación. La clase obrera y sus organizaciones tenemos el deber de buscar los mecanismos para lograr un mejor aumento de salario, haciendo comprender al gobierno que es necesario mejorar las condiciones de vida de quienes dan valor a las materias primas con su trabajo, y en especial al petróleo, fuente de los ingresos de este país.

Este año el gobierno dispone de una inmensa cantidad de dinero en Bs. los cuales deberían traducirse en revalorización del salario, inversión en salud, educación, seguridad y vivienda, fortalecimiento de proyectos industriales bajo control obrero, proyectos agroindustriales y agrícolas bajo control campesino con una planificación centralizada por medio del Estado, que debe ser transformado de raíz para permitir el avance del Estado socialista por medio de los consejos de obreros y campesinos como instrumentos de poder del proletariado.

lunes, febrero 01, 2010

Peligrosa mezcla en la “revolución ciudadana”: derechización más prepotencia

Por: Guido Proaño A. | Periódico Opción

Los expertos en marketing aseguran que la publicidad del gobierno está llegando a un nivel de saturación, sus mensajes son tan reiterados que en la población se observa cansancio y molestia. Una investigación hecha pública en estos días revela que siete de cada diez ecuatorianos está en desacuerdo con la forma e intensidad con la que el gobierno hace publicidad.

Grave problema para Rafael Correa porque ésta ha sido uno de los instrumentos más efectivos en su gestión, mérito que por cierto corresponde a Vinicio Alvarado, quien antes trabajó para Abdalá Bucaram y Jaime Nebot.

Pero el fastidio no solo obedece a la carga de mensajes publicitarios, responde sobre todo a la distancia –cada vez mayor- entre el discurso y la acción del gobierno. Esto pesa sobre todo en los sectores populares que apoyaron a Correa desde su primer triunfo electoral, en las varias consultas populares, en su reelección presidencial, y que ahora miran su derechización.

El gobierno ha contado con las mejores condiciones políticas y sociales posibles para implementar el proyecto de cambio anunciado tres años atrás. Desde un inicio tuvo el apoyo de, prácticamente, todo el movimiento popular organizado (hablamos del Frente Popular, la Conaie, las centrales agrupadas en el FUT), que mostró su disposición a movilizarse para concretar los cambios y enfrentar a quien se los oponga; las principales organizaciones políticas de izquierda (MPD y Pachakutik) también expresaron su respaldo; una derecha arrinconada y sin iniciativa política durante varios meses; y, el influjo de los acontecimientos políticos en América Latina –en donde las fuerzas democráticas y progresistas cosecharon importantes avances- alentaba aún más los ánimos de avanzar en el cambio, son algunas de esas circunstancias favorables.

Pero un elemento de gran significación ha impedido que las condiciones políticas existentes en el país se conviertan en fuerza motriz para un proceso de auténtica transformación: la equivocada visión del Presidente Correa de lo que significa un cambio social radical, de quiénes son sus actores fundamentales y cuáles los blancos de ataque.

La denominada “revolución ciudadana” carece de participación popular. No en el sentido de que las masas rehúyan ser actoras políticas y menos aún que hayan estado ausentes de los conflictos político-sociales que antecedieron y crearon las condiciones para el surgimiento del actual escenario del país. El verticalismo impuesto por Correa impide la participación democrática de las masas en el proceso político y, lo más grave, reprime su acción cuando protestan y no pierde oportunidad para desprestigiar a los dirigentes populares.

En anterior ocasión manifestábamos que Correa equivoca de blanco al descalificar la acción de las organizaciones sindicales, indígenas, del magisterio, estudiantiles, populares en general. Éstas no están en contra del proyecto político, son el sector social más interesado y comprometido con él, durante años bregaron para llegar a donde hoy estamos y para que se aplique un programa de gobierno como el que Correa anunció en su campaña electoral.

Es lógico que desde el movimiento popular organizado surjan críticas, llamados de atención al gobierno e inclusive movilizaciones callejeras cuando el gobierno toma medidas equivocadas que inclusive, por acción de la protesta popular, ha tenido que rectificarlas como en los casos del Decreto 1701, los propósitos y mecanismo de la evaluación a los docentes o el cierre de radio Arutam.

Las organizaciones populares y de izquierda que líneas arriba citamos no han declarado la oposición al gobierno, aunque el tratamiento que Correa les brinda pareciera como si fueran sus enemigos. El compromiso de aquellas y la claridad política que muestran respecto del proyecto político les ha llevado a establecer una conducta de independencia política, que de ninguna manera significa oposición y que ratifica su disposición e interés por que el proyecto avance. Si Correa y algunos sectores de PAIS los quieren tener en o los empujan a la oposición, sería un grave error que podría devenir de un marcado sectarismo, miopía política o de un proyecto en el que la participación política del pueblo estorba al funcionamiento de la “institucionalidad” tan defendida por los principales exponentes de la “revolución ciudadana”, institucionalidad que por cierto se mueve en los rieles del liberalismo burgués.

Correa está apartándose de una base social que en décadas pasadas demostró su gran dinamismo, capacidad de movilización y respuesta cuando se aplicaron medidas anti populares o contrarias a los intereses soberanos del país. Y no es un espejismo, pues en septiembre y octubre del año pasado el gobierno debió enfrentar las más grandes movilizaciones populares producidas durante el actual régimen; en esos meses la aprobación de la gestión gubernamental bajó al 49% y ahora se encuentra en el 40%. La tendencia se ha revertido, más ecuatorianos desaprueban la labor del gobierno, y uno de los elementos que más los resiente es el autoritarismo, su prepotencia.

Peligrosa mezcla la que se aprecia en la “revolución ciudadana”: derechización más prepotencia.