Nuestro Partido surgió como una necesidad revolucionaria frente a la degeneración ideológica y política del viejo Partido Comunista que se arrodilló ante las tesis revisionistas del jrushovismo soviético, que inició la reinstauración capitalista en la ex URSS y promovió a nivel internacional la conciliación de clases, las alianzas políticas con las burguesías criollas y, por ende, el abandono de la política revolucionaria para asumir un reformismo burgués que pretendió enterrar el anhelo revolucionario de los trabajadores y los pueblos del mundo.
Nacimos enarbolando con vigor el marxismo leninismo como teoría científica de valor universal que guía la lucha de los pueblos para alcanzar la liberación social y nacional; reivindicamos la pertinencia de la lucha por el poder y a la insurrección armada de las masas como única vía para lograrlo; condenamos desde nuestro surgimiento los planteamiento y puntos de vista pacifistas que buscaban y buscan desarmar ideológica y políticamente a la clase obrera y a los pueblos bajo el falaz argumento de la inexistencia de condiciones para la acción revolucionaria; pregonamos la necesidad de agudizar la lucha de clases, en contraposición de quienes buscan la conciliación entre pobres y ricos, que no es otra cosa que el sometimiento de los explotados ante los explotadores.
En estos 45 años hemos sido partícipes de los más importantes combates librados por los pueblos del Ecuador en contra de los gobiernos reaccionarios entregados al capital extranjero y local, en contra de la dependencia extranjera y por los derechos políticos y reivindicaciones materiales más importantes para nuestro pueblo.
El escenario político actual de nuestro país no puede explicarse si no es por la presión, por el combate de años de los trabajadores y pueblos del Ecuador por conquistar el cambio y por poner fin al atraso, a la pobreza a la dependencia; en ese bregar hemos actuado -en primera línea- los comunistas marxista leninistas ecuatorianos.
El gobierno de Rafael Correa es el resultado de esa lucha y no solo de una victoria electoral en el 2006 y en el 2009; como parte y resultado de la búsqueda del pueblo por transformar el Ecuador y por el contenido del programa político con el que Correa se comprometió al iniciar su gestión gubernamental nuestro Partido expresó su apoyo al actual gobierno, advirtiendo que el carácter democrático y progresista del proyecto correista no debe ser confundido con un proceso revolucionario y menos aún de carácter socialista.
Somos vigilantes de lo que Rafael Correa hace desde el gobierno; hemos apoyado -y lo seguiremos haciendo- cuando ha mantenido posturas soberanas, nacionalistas, patrióticas, en defensa de los intereses populares y en detrimento de los privilegios de las clases dominantes; pero así mismo hemos sido críticos cuando el gobierno se ha apartado de la naturaleza democrática y progresista del proyecto por el cual votó nuestro pueblo.
Rechazamos esos sesgos antidemocráticos y antipopulares manifestados en varios momentos en el quehacer gubernamental como lo muestran el decreto 1701, la represión a distintas expresiones de descontento popular, la intención de mandar a la desocupación a miles de maestros y romper la unidad del magisterio, el afán de eliminar la autonomía universitaria, la política petrolera y minera que abre las puertas al capital internacional, entre otros aspectos. Frente a ello no solo expresamos nuestra inconformidad, sino que llamamos a nuestro pueblo a movilizarse para frenar todo aquello que esté en contra del anhelo de cambio, para exigir que Correa cumpla sus ofrecimientos de campaña, para que se atiendan las necesidades vitales de los trabajadores, de la juventud, de las mujeres, de los pueblos del Ecuador en general.
La presencia del gobierno de Rafael Correa es un importante avance político frente a lo que fueron los gobiernos precedentes, pero no es la solución definitiva a los problemas de los trabajadores y los pueblos, mucho menos es una opción revolucionaria. El clientelismo y reformismo por él aplicado no lleva a la liberación social, aplaca algunos problemas pero no los elimina, mas, mantiene las estructuras del capitalismo explotador.
Con motivo de nuestro aniversario, el PCMLE ratifica su convicción revolucionaria y su compromiso con la lucha por la patria nueva y el socialismo. Como destacamento del proletariado internacional expresamos nuestra obligación con la revolución proletaria mundial y manifestamos nuestra solidaridad con los combates de los trabajadores y los pueblos de todo el planeta.
Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador
Agosto 1 de 2009