Las organizaciones integrantes de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas repudiamos el golpe de Estado propinado por el militarismo y la oligarquía hondureña en contra del gobierno de José Manuel Zelaya. Esta acción, que contó con el conocimiento y aval del gobierno estadounidense, no solo se propone frenar un proceso democrático iniciado en ese país centroamericano, es al mismo tiempo una prueba y advertencia de lo que las fuerzas reaccionarias están dispuestas a hacer para frenar y revertir las conquistas alcanzadas por los pueblos de América Latina, que han desembocado en la constitución de gobiernos progresistas y democráticos en varios países de la región.
El desarrollo en ese continente de una tendencia democrática, progresista y de izquierda que ha cerrado espacios y en algunos lados ha arrinconado a las fuerzas neoliberales preocupa al imperialismo y a las burguesías criollas que conspiran en contra del proceso político en curso. En abril de 2002 intentaron sin éxito poner fin al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela; en 2007 fue denunciado un primer intento golpista de la oligarquía boliviana en contra del gobierno de Evo Morales. En ambos casos, la participación directa de la embajada de los Estados Unidos fue denunciada.
El imperialismo estadounidense, que ha mirado a América como su patio trasero, ahora tiene grandes dificultades para desarrollar su política en la región: con la lucha de los trabajadores y el pueblo se impidió la constitución del Área de Libre Comercio de las Américas ALCA, la propuesta de integración solidaria a través del ALBA recibe la simpatía de los pueblos. La resolución aprobada en la XXXIX Sesión de la Organización de Estados Americanos OEA, que devuelve a Cuba su sitio en esa organización demuestra los cambios producidos en la correlación de fuerzas en el sub continente americano.
Los acontecimientos producidos en Honduras evidencian que la liberación social y nacional solo pueden impulsarse bajo la dirección de los trabajadores y únicamente se alcanzan derrocando el poder de los capitalistas y la dominación del imperialismo con la revolución y el socialismo. Como revolucionarios apoyamos toda lucha y proceso democrático y progresista, pero advertimos lo equivocado que es alimentar ilusiones respecto de que el cambio será posible por la vía de las reformas.
La CIPOML expresa su solidaridad con los trabajadores y el pueblo hondureño que se ha lanzado a las calles y campos a repudiar este golpe de Estado, demandando la restitución del cargo al presidente Manuel Zelaya. Los trabajadores hondureños van comprendiendo, en este camino, la necesidad de vincular la lucha por la democracia con el objetivo de la transformación revolucionaria de la sociedad. En ese combate tienen todo nuestro apoyo.
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas
El desarrollo en ese continente de una tendencia democrática, progresista y de izquierda que ha cerrado espacios y en algunos lados ha arrinconado a las fuerzas neoliberales preocupa al imperialismo y a las burguesías criollas que conspiran en contra del proceso político en curso. En abril de 2002 intentaron sin éxito poner fin al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela; en 2007 fue denunciado un primer intento golpista de la oligarquía boliviana en contra del gobierno de Evo Morales. En ambos casos, la participación directa de la embajada de los Estados Unidos fue denunciada.
El imperialismo estadounidense, que ha mirado a América como su patio trasero, ahora tiene grandes dificultades para desarrollar su política en la región: con la lucha de los trabajadores y el pueblo se impidió la constitución del Área de Libre Comercio de las Américas ALCA, la propuesta de integración solidaria a través del ALBA recibe la simpatía de los pueblos. La resolución aprobada en la XXXIX Sesión de la Organización de Estados Americanos OEA, que devuelve a Cuba su sitio en esa organización demuestra los cambios producidos en la correlación de fuerzas en el sub continente americano.
Los acontecimientos producidos en Honduras evidencian que la liberación social y nacional solo pueden impulsarse bajo la dirección de los trabajadores y únicamente se alcanzan derrocando el poder de los capitalistas y la dominación del imperialismo con la revolución y el socialismo. Como revolucionarios apoyamos toda lucha y proceso democrático y progresista, pero advertimos lo equivocado que es alimentar ilusiones respecto de que el cambio será posible por la vía de las reformas.
La CIPOML expresa su solidaridad con los trabajadores y el pueblo hondureño que se ha lanzado a las calles y campos a repudiar este golpe de Estado, demandando la restitución del cargo al presidente Manuel Zelaya. Los trabajadores hondureños van comprendiendo, en este camino, la necesidad de vincular la lucha por la democracia con el objetivo de la transformación revolucionaria de la sociedad. En ese combate tienen todo nuestro apoyo.
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas