Edición 1469
Así ha ocurrido una vez más en una de las últimas declaraciones formuladas al finalizar el año, en la que Correa “denuncia” que la derecha busca desestabilizar su gobierno y que sectores reaccionarios estadounidense financian a organizaciones sociales que han anunciado movilizaciones de protesta para los próximos días.
El propósito es claro: Correa busca meter en un solo saco la acción de la derecha y los justos reclamos que los trabajadores, maestros, indígenas, campesinos, mineros, estudiantes, pequeños comerciantes tienen frente a una gestión gubernamental en la que las posturas anti populares no faltan.
El argumento de la acción desestabilizadora de la derecha se está convirtiendo en una muletilla para desprestigiar y reprimir al movimiento popular. Entre la acción de la derecha y la actividad de las organizaciones populares y los partidos de izquierda revolucionaria hay una gran diferencia de objetivos y propósitos, de manera que no se los puede poner en el mismo plano.
Si el gobierno quiere evitar que las protestas callejeras retornen estos días debe escuchar los planteamientos que, desde hace meses, realizan diversas organizaciones populares y eliminar de los proyectos de ley que se encuentran en carpeta en la Asamblea Nacional todos aquellos aspectos anti populares y antinacionales que tienen un horrible tufo neoliberal. Está claro que Correa y su bloque de asambleístas se encuentran más preocupados en escuchar a los asambleístas de ADE para asegurar la mayoría legislativa antes que atender los reclamos populares.
El pueblo no puede dejar de pelear por sus derechos, en el pasado otros gobiernos también acusaron al movimiento popular de actuar en concordancia con la derecha, y lo hicieron para tener la tranquilidad necesaria para seguir engañando y oprimiéndolo. ¡Basta de mentir! Recuerde presidente Correa que el pueblo también tiene otro refrán: Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. No siga mintiendo, presidente.