Por: July Baez
Aproximadamente mil 200 estudiantes indígenas secundarios de 9 provincias de la sierra y amazonia ecuatoriana se congregaron en la Ciudad Intercultural del Ecuador, Otavalo.
Se trató del primer Congreso Nacional de Estudiantes Indígenas Secundarios, evento auspiciado por Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE). La cita fue en el coliseo del Instituto “República del Ecuador”.
Los participantes discutieron sobre la Nueva Constitución, su rol en la ejecutabilidad de ésta, Derechos Humanos, Identidad, Exclusión, Educación. Se reseñó sus vivencias en el proceso enseñanza-aprendizaje y los índices de aplicación de la Educación.
Intercultural Bilingüe.
Según Pablo Castro, máximo represente de los estudiantes secundarios del país, “estamos analizando cómo está la educación intercultural bilingüe, cómo está la educación en las comunidades indígenas, qué parámetros se debe cambiar y a partir de ello diseñaremos una línea base que permita a los estudiantes indígenas tomar nuevas banderas reivindicativas de lucha, de protesta, de propuesta, que les garantice la mejora de la calidad de este servicio”.
Este documento (línea base) estará acompañado de una propuesta con tres puntos básicos: la implementación de currículos educativos interculturales provinciales, en función de la realidad local; formación de bachilleres creativos y productivos con una visión microempresarial y de desarrollo, con base en el rescate y revalorización de la identidad cultural, con una conciencia crítica y, finalmente, el incremento del presupuesto estatal para la Educación, la investigación y tecnología.
Esta iniciativa será emitida y socializada a las autoridades ministeriales y al Presidente de la República, Rafael Correa y a través de una comisión de estudiantes secundarios indígenas se exigirá su aplicación.
Exigen se respete su cosmovisión
Patricio Ortiz, representante de los estudiantes indígenas secundarios de Imbabura, indicó que uno de los requerimientos de esta provincia es que se implemente el estudio y análisis de la realidad nacional. “Debemos estar muy bien enterados de lo que pasa en nuestro país, como influyen las políticas nacionales e inclusive internacionales en el desarrollo, para de esta manera propiciar una educación crítica y propositiva.
No queremos seguir siendo solo espectadores y los mal llamados El futuro de la Patria. Somos el presente, somos parte del problema pero también de la solución, si no dan espacio”, puntualizó.
Paralelamente, habló de la reivindicación de la lengua kichwa, del respeto a su cultura, tradiciones y cosmovisión, aspectos que fueron enfatizados por Martina Quilumbango, estudiante del colegio “Federico Páez”, de Otavalo. “El pueblo indígena en su conjunto sigue invisible. Si bien se han logrado avances en nuestra presencia en la actividad política, económica y social, aún no somos tomados totalmente en cuenta”.
El 75% de los estudiantes de la institución educativa en referencia es indígena. “cada día estamos expuestos al discrimen de profesores, compañeros, autoridades, quienes no respetan y entienden nuestra lengua, nuestras tradiciones y nos obligan, muchas veces, a adoptar otras formas de vida totalmente distintas a la nuestra”, sostuvo Martina.
Laura Telemasa, delegada de Cañar, considera que estos espacios permiten a la juventud ecuatoriana “opinar sobre sus perspectivas, sobre sus aspiraciones, sobre sus necesidades y fundamentalmente sobre la forma en las que quieren ser educados”.
Criticó las reglamentaciones de los diferentes centros educativos, las cuales imponen formas de actuar en función de un solo sector de la sociedad, sin tomar en cuenta la diversidad de etnias y culturas.
“Los colegios no respetan nuestra cultura, nuestra cosmovisión. Nos obligar a dejar nuestras vestimentas y utilizar uniformes que son diseñados de acuerdo a los requerimientos de los mestizos. Se nos obliga a quitarnos el sombrero cuando se canta el Himno Nacional, nuestra cultura y tradiciones no exige eso, pero tenemos que hacerlo porque así se nos imponen.
Los profesores no se comunican con nosotros en kichwa, que es nuestra lengua nativa, pero se nos obliga a que utilicemos el castellano. En definitiva, se violenta nuestros derechos como pueblos indígenas”, reflexionó.
Se trató del primer Congreso Nacional de Estudiantes Indígenas Secundarios, evento auspiciado por Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE). La cita fue en el coliseo del Instituto “República del Ecuador”.
Los participantes discutieron sobre la Nueva Constitución, su rol en la ejecutabilidad de ésta, Derechos Humanos, Identidad, Exclusión, Educación. Se reseñó sus vivencias en el proceso enseñanza-aprendizaje y los índices de aplicación de la Educación.
Intercultural Bilingüe.
Según Pablo Castro, máximo represente de los estudiantes secundarios del país, “estamos analizando cómo está la educación intercultural bilingüe, cómo está la educación en las comunidades indígenas, qué parámetros se debe cambiar y a partir de ello diseñaremos una línea base que permita a los estudiantes indígenas tomar nuevas banderas reivindicativas de lucha, de protesta, de propuesta, que les garantice la mejora de la calidad de este servicio”.
Este documento (línea base) estará acompañado de una propuesta con tres puntos básicos: la implementación de currículos educativos interculturales provinciales, en función de la realidad local; formación de bachilleres creativos y productivos con una visión microempresarial y de desarrollo, con base en el rescate y revalorización de la identidad cultural, con una conciencia crítica y, finalmente, el incremento del presupuesto estatal para la Educación, la investigación y tecnología.
Esta iniciativa será emitida y socializada a las autoridades ministeriales y al Presidente de la República, Rafael Correa y a través de una comisión de estudiantes secundarios indígenas se exigirá su aplicación.
Exigen se respete su cosmovisión
Patricio Ortiz, representante de los estudiantes indígenas secundarios de Imbabura, indicó que uno de los requerimientos de esta provincia es que se implemente el estudio y análisis de la realidad nacional. “Debemos estar muy bien enterados de lo que pasa en nuestro país, como influyen las políticas nacionales e inclusive internacionales en el desarrollo, para de esta manera propiciar una educación crítica y propositiva.
No queremos seguir siendo solo espectadores y los mal llamados El futuro de la Patria. Somos el presente, somos parte del problema pero también de la solución, si no dan espacio”, puntualizó.
Paralelamente, habló de la reivindicación de la lengua kichwa, del respeto a su cultura, tradiciones y cosmovisión, aspectos que fueron enfatizados por Martina Quilumbango, estudiante del colegio “Federico Páez”, de Otavalo. “El pueblo indígena en su conjunto sigue invisible. Si bien se han logrado avances en nuestra presencia en la actividad política, económica y social, aún no somos tomados totalmente en cuenta”.
El 75% de los estudiantes de la institución educativa en referencia es indígena. “cada día estamos expuestos al discrimen de profesores, compañeros, autoridades, quienes no respetan y entienden nuestra lengua, nuestras tradiciones y nos obligan, muchas veces, a adoptar otras formas de vida totalmente distintas a la nuestra”, sostuvo Martina.
Laura Telemasa, delegada de Cañar, considera que estos espacios permiten a la juventud ecuatoriana “opinar sobre sus perspectivas, sobre sus aspiraciones, sobre sus necesidades y fundamentalmente sobre la forma en las que quieren ser educados”.
Criticó las reglamentaciones de los diferentes centros educativos, las cuales imponen formas de actuar en función de un solo sector de la sociedad, sin tomar en cuenta la diversidad de etnias y culturas.
“Los colegios no respetan nuestra cultura, nuestra cosmovisión. Nos obligar a dejar nuestras vestimentas y utilizar uniformes que son diseñados de acuerdo a los requerimientos de los mestizos. Se nos obliga a quitarnos el sombrero cuando se canta el Himno Nacional, nuestra cultura y tradiciones no exige eso, pero tenemos que hacerlo porque así se nos imponen.
Los profesores no se comunican con nosotros en kichwa, que es nuestra lengua nativa, pero se nos obliga a que utilicemos el castellano. En definitiva, se violenta nuestros derechos como pueblos indígenas”, reflexionó.