Editorial del Semanario En Marcha
Edición 1457
Está en curso una acción concertada de las fuerzas de derecha a nivel internacional; el llamado hecho días atrás para efectuar una “protesta mundial” en contra de gobierno venezolano es una expresión de ello.
Aunque el blanco en esta ocasión fue Hugo Chávez, el propósito es articular un movimiento de masas para enfrentar el desarrollo de la corriente democrática, progresista y de izquierda que toma más cuerpo en América Latina. Tras un período de relativa tolerancia de sectores oligárquicos y del mismo imperialismo norteamericano con respecto de algunos gobiernos democráticos de la región, se evidencia un cambio en su conducta política: la gran burguesía que ha perdido espacios en varios países busca salir de su arrinconamiento político y el gobierno de Estados Unidos tiene interés de poner orden en su “patio trasero”.
Dijimos en alguna ocasión anterior que el golpe de Estado en Honduras constituía un globo de ensayo. La derecha y el imperialismo esperaban que tras una inicial condena al golpe las cosas retornen al cauce común, sin embargo se toparon con una resistencia del pueblo hondureño más allá de lo previsto y con la solidaridad continental de los pueblos y de instancias inter estatales como la OEA, la ONU, el ALBA, UNASUR y otras.
Ahora apuestan a configurar un movimiento de masas que cumpla propósitos políticos específicos en cada uno de los países. En Colombia –donde “surgió” la iniciativa- se busca afirmar la base social de la derecha uribista que da sustento a su política contrainsurgente y de sometimiento al imperialismo norteamericano; en otros países como el nuestro, bajo las banderas de condenar el supuesto intervencionismo de Chávez, se procura un articular un movimiento de oposición a gobiernos locales. Eso ocurrió aquí, donde conocidos exponentes de derecha, opositores frontales del gobierno de Rafael Correa, encabezaron la raquítica protesta.
En esta estrategia internacional de la derecha y el imperialismo, los medios de comunicación juegan un papel fundamental, pues, cumplieron el papel de activos promotores y difusores de la “protesta internacional”. Demás está señalar la forma cómo sobredimensionaron las acciones efectuadas en ese día.
Los trabajadores y los pueblos deben cerrar el paso a las acciones de la derecha, y la mejor forma de hacerlo es elevando sus niveles de organización. Pero en el país esto resulta un tanto difícil puesto que mientras el movimiento popular está dispuesto a enfrentar la arremetida de la derecha y el imperialismo, debe también cuidarse y enfrentar la acción gubernamental que se ha lanzado en contra del movimiento popular organizado. Rafael Correa no deja de equivocarse en este aspecto.
