Manifiesto del 1 de mayo
Las demandas de los trabajadores y los pueblos de todo el mundo por alcanzar el bienestar y la libertad se vuelven a agitar en este primero mayo. Es el mismo sentimiento que motivó la lucha de los mártires de Chicago que dejaron como herencia la jornada de ocho horas diarias de trabajo. Ciento veinte y cuatro años después de aquella gesta heroica, el combate de la clase obrera mundial persiste para poner fin a la explotación capitalista y construir la sociedad de los trabajadores: el socialismo.
Mas, dicho propósito no es sencillo de alcanzarlo, menos aún será dádiva de ningún demagogo o defensor del capitalismo. Tras años de lucha popular en contra de gobiernos y políticas reaccionarias y pro imperialistas se abrió la puerta a la esperanza y se anidó la confianza en que el actual gobierno deje atrás el pasado e instaure un régimen popular y progresista. Sin embargo, en estos meses nuestro pueblo ha pasado de la esperanza al desencanto y de éste a la insatisfacción, pues, con la misma rapidez con la que Rafael Correa asumió un discurso aparentemente revolucionario ha ido torciendo su gestión hacia la derecha. El contenido de algunas leyes que hoy se discuten en la Asamblea Nacional en las que se observan elementos neoliberales, el permanente ataque en contra de las organizaciones populares y de movimientos y partidos de izquierda, la represión y criminalización que se viene haciendo de la protesta popular, la política aplicada en temas como el petrolero, minero, el agua, así lo evidencian.
La derechización del gobierno es continúa y debe ser enfrentada por los trabajadores y el pueblo. Importantes esfuerzos desarrollan en ese sentido organizaciones como el Frente Popular y la Conaie que, con banderas unitarias, enfrentar a quienes han traicionado los anhelos de cambio; similares esfuerzos hacen el Movimiento Popular Democrático y Pachakutik que, unidos en el Bloque Parlamentario de Izquierda, pelean en la Asamblea Nacional por precautelar los intereses de las mayorías, por empujar leyes acordes a los principios contenidos en la actual Constitución y por fiscalizar la acción de funcionarios corruptos e incapaces. Esa acción unitaria y consecuente con los intereses de los oprimidos de nuestro país es respaldada por nuestra organización, el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador.
Pelear en contra de la privatización del agua, de proyectos como el Código de Reordenamiento Territorial que establecerá un régimen administrativo de corte neoliberal sostenido en base a mayores impuestos al pueblo, exigir que se haga realidad la gratuidad de la educación, rechazar la entrega de nuestros recursos naturales a las compañías transnacionales, rechazar la prepotencia y las actitudes antidemocráticas de este gobierno no es hacer el juego a la derecha como lo dice Rafael Correa para justificar su conducta antipopular. El derecho a la protesta, al reclamo, a la movilización popular siempre ha sido condenado y reprimido por gobiernos representantes de las clases dominantes y el imperialismo; reprimir a quienes luchan por alcanzar auténticos cambios económicos, políticos y sociales no solo es hacer el juego a la derecha sino, en los hechos, ponerse a su servicio.
Como organización que reivindica los intereses económicos, políticos y sociales de la clase obrera, el PCMLE ratifica su convicción de que la verdadera liberación de las clases trabajadoras y oprimidas solo será posible cristalizarla en el socialismo. Éste, como sistema económico social es uno solo y se caracteriza por el establecimiento de medidas y mecanismos orientados a poner fin a la propiedad privada sobre las fábricas, bancos, haciendas y crear un régimen de propiedad social sobre los medios de producción y en el que las masas juegan un papel dinámico determinante. La revolución social significa destruir y superar el capitalismo con la construcción de la sociedad de los trabajadores, eliminar los privilegios y los privilegiados, edificar la igualdad social y asegurar plenamente la independencia nacional. La denominada “revolución ciudadana” y el supuesto socialismo del siglo XXI pregonados por Rafael Correa y sus corifeos no hacen nada en ese sentido, por ello de ninguna manera puede decirse que el Ecuador vive un proceso revolucionario y menos socialista. La “revolución ciudadana” y el socialismo siglo XXI no son más que un discurso y un proyecto funcional al sistema capitalista en el que una sola persona, el Presidente Correa, define sus contenidos y propósitos.
Frente a las circunstancias actuales y dado que junto a esta derechización del gobierno se ejecutan también algunos programas de índole social (más por intereses electorales que por convicciones políticas) y, tomando en consideración que la derecha reaccionaria y el imperialismo tienen el interés de revertir las conquistas obtenidas y restablecer a plenitud el neoliberalismo, nuestro Partido ha definido una línea de independencia política y de clase frente al gobierno, que implica combatir a la derecha y al imperialismo, combatir todo aquello que desde el ejecutivo o legislativo se haga en contra de los intereses populares y soberanos del país, y, apoyar todo aquello que signifique golpear los intereses económicos y políticos de la burguesía y del capital internacional. Llamamos a la clase obrera y al pueblo a combatir juntos con esta línea de acción que tiene como propósito central avanzar en la organización de la revolución ecuatoriana, a lograr su victoria por medio de la insurrección popular.
En esta fecha de enorme contenido internacionalista expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores y pueblos que en todo el planeta luchan por sus derechos y por cambiar el mundo. Rechazamos la campaña anticomunista desatada por el imperialismo estadounidense en contra de Cuba y reiteramos nuestro respaldo a su pueblo y su gobierno. Condenamos la política intervencionista y belicista del imperialismo y exigimos el retiro inmediato de las tropas yanquis de Afganistán e Irak; condenamos la acción del sionismo israelí que asesina a niños, jóvenes, mujeres y ancianos palestinos.
Los combates de los proletarios del mundo son nuestros pues la revolución social del proletariado tiene el carácter de un movimiento internacional.
Viva la unidad de los trabajadores y pueblos el Ecuador
Por la revolución social y el socialismo
Comité Central
Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador
Mayo, 1 de 2010
