Por: Dr. Arturo Quizhpe Peralta* | Dra. María Hamlin Zuñiga*
Marcelo Rivera, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, y aproximadamente un centenar de jóvenes, estudiantes, obreros, maestros, activistas sociales y de derechos humanos, asumieron desde hace 20 días una forma de lucha pacífica, blandiendo como arma su propia vida. Determinación sobrehumana que nunca imaginamos habrían de tomar jóvenes idealistas que soñaron y lucharon por el cambio, en el contexto de un gobierno que traicionó a esos sueños de libertad, justicia y soberanía.
Como profesionales de la salud y como educadores no podemos callar esta situación a riesgo de perder la dimensión ética y humana de nuestras propias convicciones. Nos sorprende que después de 20 días de la medida extrema de protesta asumida por Marcelo Rivera, en calidad de preso político los medios estatales hayan guardado silencio e insensibilidad absoluta.
Criminalización de la lucha social
Las huelgas de hambre han significado un último recurso ante el irrespeto a las leyes, a los derechos de los personas, ante el abuso y el autoritarismo. El caso de Marcelo Rivera, debería ser entendido como la decisión de estar dispuesto a sacrificar la integridad de su propio cuerpo como única arma de protesta, para impedir que en el Ecuador se instaure el miedo a la protesta, el terror a disentir, a pensar y soñar con libertad.
Convertir a la protesta legítima en crimen es una de las estrategias predilectas de los sectores de poder, a la hora de contener las luchas sociales, y minimizar la respuesta a sus demandas. Esta estrategia es aún más efectiva cuando cuenta con el concurso de los medios de comunicación masiva, que se prestan a desacreditar a los actores y minar el apoyo de la opinión pública. Es el caso de Marcelo Rivera, a quién la jueza ha acusado de agresión terrorista a funcionario público.
No existen pruebas materiales para juzgar a Rivera, sin embargo la persecución política del gobierno de Correa ha intervenido en la decisión del Tribunal Penal.
Llamado a los organismos de derechos humanos
Al entrar en la tercera fase de la huelga de hambre, desde el punto de vista fisiológico, caracterizada por el consumo agudo de proteínas corporales, y el deterioro acelerado de las condiciones físicas, emocionales y mentales de los huelguistas, hacemos un llamado a los organismos de derechos humanos, a la cruz roja internacional, asumir el control humanitario, la evaluación y el cuidado de la vida de Marcelo Rivera y de todos las personas que se encuentran en huelga de hambre en las distintas ciudades del país. Llamamos a la sensatez de las autoridades de justicia para respondiendo a la conciencia, a la verdad y la razón y el derecho, procedan a ordenar la libertad del preso político, Marcelo Rivera.
* Arturo Quizhpe Peralta Md. MsC.*, María Hamlin Zuñiga Md. Coordinación del Movimiento para la Salud de los Pueblos, Latinoamérica.