domingo, febrero 01, 2009

Crisis va más allá de las previsiones del FMI

El Fondo Monetario Internacional, que junto al Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio se ha mostrado como guardián del “eficiente” funcionamiento del capitalismo, no ha podido dejar de alarmarse por la magnitud de la crisis económica que azota la economía mundial. En un último informe, el FMI bajó drásticamente el cálculo de crecimiento del PIB mundial para este año; en noviembre pasado dijo que sería de 3,2%, pero hoy sostiene que apenas llegará al 0,5%, el menor índice desde la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945).


Según el FMI la economía estadounidense se contraerá un 1,6% en este año y la zona del Euro sufrirá una recesión que restará dos puntos al PIB de esos países. Para América Latina pronostica un crecimiento de apenas el 1,1%, esto es 1,4% menos que el año pasado.


Crisis del empleo

La crisis económica podría dejar en la desocupación, hasta fines de 2009, nada menos que a 50 millones de trabajadores, según advierte la Organización Internacional del Trabajo OIT. Ese incremento de la desocupación, sumado a la ya existente, incrementaría a 230 millones el número total de parados en el planeta. Según la misma OIT, en el año 2007 existían casi 180 millones de trabajadores en la desocupación.


A diario se conoce de grandes empresas que cierra por miles los puestos de trabajo; por ejemplo, en un día la aeronáutica Boing despidió a 10 mil trabajadores, el gigante japonés Sony va a aligerar su plantilla en 16.000 trabajadores, Citigroupp lo hizo con 53 mil, Hewlett-Packard (HP) en el proceso de fusión con EDS despidió a 24.600 trabajadores, Sun Microsystems, Motorola, Xerox y Electrolux suman entre sí 15.000 despidos, el poderoso monopolio estadounidense AT&T anunció más de 12.000 despidos. La lista es larga y se incrementa constantemente.


Pérdidas sobrepasan los cálculos

No solo en el tema del crecimiento quedaron cortos los iniciales pronósticos del FMI, similar suerte corrieron las previsiones respecto de las pérdidas de las empresas financieras; en octubre dijo que esas sumarían 1,4 billones de dólares; ahora dice que llegarán a 2,2 billones.


Los graves efectos sociales que este fenómeno acarreará aún no los vemos en su totalidad, pero es evidente que junto al galopante crecimiento del desempleo vendrá el hambre y otras secuelas de una crisis que se muestra como la peor en los últimos sesenta y cuatro años.