En el periodo comprendido entre el 27 de diciembre de 2008 y el cese del fuego el 18 de enero de 2009, se ha estimado que un millón y medio de toneladas de explosivos fueron arrojadas sobre la Franja de Gaza. Gaza tiene un extensión de 25 por 5 millas [unos 40 kilómetros de largo por 8 de ancho] y es el hogar de 1,5 millones de personas. Esto convierte a la Franja en el área más densamente poblada de todo el mundo. Antes del ataque, la zona había sido completamente bloqueada y hambreada por espacio de 50 días. De hecho, después de los últimos comicios palestinos, Gaza ha estado bajo un bloqueo total o parcial por espacio de varios años.
En el primer día de la invasión, 250 personas fueron asesinadas. Cada una de las estaciones de policía de Gaza fue bombardeada, matando a un gran número de oficiales de policía. Habiendo barrido con las fuerzas de seguridad, la atención se dirigió a los blancos no gubernamentales. Gaza fue bombardeada desde el aire por F-16 y helicópteros Apache, atacada con proyectiles desde el mar por cañoneros israelíes y desde tierra por tanques de artillería. Muchas escuelas fueron reducidas a escombros, incluyendo la Escuela Americana de Gaza, además de 40 mezquitas, hospitales, edificios de Naciones Unidas y por supuesto, unas 21000 casas, de las que 4000 fueron completamente derruidas. Se estima que unas 100000 personas se encuentran ahora sin hogar.
El armamento israelí
El armamento utilizado, aparte de las bombas convencionales y los explosivos de alto impacto, fue del tipo no convencional, del que al menos 4 categorías pudieron ser identificadas:
• Bombas y proyectiles de fósforo
Las bombas arrojadas fueron descritas por testigos oculares como explotando a gran altura y dispersando un amplio manto de bombas secundarias de fósforo, que cubrían un área amplia. Durante la invasión terrestre, los testigos describían a los tanques lanzando proyectiles adentro de las casas, primero a manera de obuses convencionales. Una vez que las paredes eran destruidas, un segundo proyectil –de fósforo- era entonces disparado al interior de las casas. Utilizado de esta manera, el fósforo explota y quema a las familias y sus hogares. Muchos cuerpos calcinados fueron encontrados entre partículas de fósforo todavía ardiendo.
Un asunto particularmente preocupante acerca del fósforo es su estabilidad y el consiguiente hecho de que no se consume completamente, por lo que sus residuos todavía cubren los campos, los lugares de juego y diversos recintos. Se reactiva cuando es recogido por niños curiosos o produce fumarolas cuando los granjeros regresan a regar sus campos. Una familia retornada, al momento de irrigar su huerto, se encontró con nubes de gases que producían epistaxis (sangramiento de la nariz). Así, los residuos de fósforo probablemente tratados con un estabilizante también actúan como armamento en contra de los niños y hacen más difícil la vuelta a la normalidad, más allá de los innumerables riesgos que se deben enfrentar.
Los cirujanos que trabajan en los hospitales también están reportando casos en los que, luego de practicarse laparatomías primarias por heridas relativamente pequeñas con una mínima contaminación, se encuentran 3 días después y en una segunda laparatomía con áreas de tejidos necrosados. A partir de este momento, los pacientes comienzan a encontrarse gravemente enfermos y 10 días después, en un tercer reconocimiento, presentan una masiva necrosis hepática. Ésta puede verse acompañada de sangramientos generalizados, fallos renales y coronarios, a los que con posterioridad sigue la muerte. Aunque la acidosis, la necrosis hepática y súbitos ataques cardíacos debido a la hypocalcemia [escasa cantidad de calcio en la sangre] son complicaciones propias del contacto con el fósforo blanco, no es posible atribuir estos síntomas a la actuación única de este elemento.
Existe una urgencia real en analizar e identificar la verdadera naturaleza de este fósforo modificado, ante todo debido a sus efectos a largo plazo sobre los habitantes de Gaza. También existe la urgencia de recolectar y disponer de los residuos de fósforo esparcidos por toda la Franja. En la medida que exhalan humaredas tóxicas al entrar en contacto con el agua, también una vez que se inicien las lluvias toda el área estará contaminada. Asimismo, debe advertírsele a los niños no manipular ni jugar con estos residuos de fósforo.
• Bombas inertes (o pesadas)
El uso de las bombas DIME (material explosivo denso e inerte, “dense inert material explosives”) fue evidente, aunque no es seguro si también el uranio empobrecido fue utilizado en el sur de la Franja. En las áreas civiles, muchos pacientes sobrevivientes presentaban extremidades cercanadas por las DIME, ya que los muñones, aparte de haber sido cortados de una manera característica -propia de las guillotinas-, tampoco sangraban. En el caso de las DIME, tanto la metralla como la cubierta de las bombas son extremadamente pesadas.
• Explosivos de Fuel Aéreo
Detonadores de bunkers y bombas de implosión también fueron utilizadas. Existen edificios en la Franja, como el de Ciencia y Tecnología de la Universidad Islámica de Gaza, de 8 pisos de altura, que han sido reducidos a una montaña de escombros de no más de 5 ó 6 pies de altura.
• Bombas Silenciosas
Los habitantes de Gaza describen un tipo de bomba silenciosa que resulta extremadamente destructiva. La bomba se presenta como un proyectil silencioso, distinguible en todo caso debido a un sonido silbante que produce justo antes de llegar, que con posterioridad crea una gran área en la que todos los objetos y seres vivientes son vaporizados sin dejar el mínimo rastro. Esta descripción no encaja con ningún arma convencional, por lo debe sospecharse que se trata de armas experimentales que afectan la composición de las partículas físicas.
• Ejecuciones
Los sobrevivientes describen a los tanques israelíes llegando al frente de las casas y conminando a sus habitantes a salir. Niños, mujeres y ancianos se adelantaban y a medida que se alineaban fueron ejecutados. Familias enteras han perdido a decenas de sus miembros a través de este tipo de ejecuciones. El ataque deliberado en la Franja de Gaza a niños y mujeres desarmados ha sido bien documentado durante el pasado mes por grupos defensores de DDHH.
• Ataque a ambulancias
Trece ambulancias fueron atacadas y sus conductores y personal de primeros auxilios asesinados, en el transcurso de operaciones de rescate y evacuación de heridos.
• Bombas de racimo
Los primeros pacientes heridos por las bombas de racimo fueron llevados al Hospital de Abu Yusef Najjar. Tomando en cuenta que más del 50% de los túneles [que conectaban a Gaza con Egipto] habían sido destruidos, la Franja perdió sus vías de abastecimiento. Estos túneles, en contra de la creencia general, no tienen como propósito la entrada a Gaza de armamento, a pesar de que armas ligeras pueden haber sido introducidas a la Franja a través de ellos. Sí son, sin embargo, el camino de la comida y el combustible para Gaza. Los palestinos están comenzando nuevamente a construir túneles. Pronto quedó claro que Israel lanzó grandes cantidades de bombas de racimo sobre el paso de Rafah y que la primera fue detonada accidentalmente debido a las labores de excavación de nuevos túneles. Cinco pacientes fueron ingresados por quemaduras, luego de activar algún tipo de dispositivo-trampa.
Conteo de muertes
Hasta el 25 de enero de 2009, el número de muertes ascendía a 1.350, con la cifra creciendo diariamente, debido a que los heridos más críticos continuaban muriendo en los hospitales. 60% de los asesinados fueron niños.
Heridas severas
Las personas severamente heridas ascendieron a 5.450, siendo un 40% de ellas niños. La mayor parte de los heridos son pacientes con politraumas y quemaduras de gran alcance. Las personas con extremidades fracturadas y aquellas heridas que podían tenerse en pie no fueron incluidas en las cifras.
A partir de nuestras conversaciones con los doctores y enfermeras, las palabras “holocausto” y “catástrofe” fueron utilizadas reiteradamente. Los equipos médicos sobrellevan el trauma psicológico de lidiar con la situación del pasado mes y con bajas masivas, que colapsaron las salas de emergencias y los quirófanos. Muchos pacientes murieron en las salas de espera y de emergencias mientras aguardaban tratamiento. En el hospital distrital, el cirujano ortopédico realizó en menos de un día 13 operaciones de fijación externa de miembros.
Se estima que de los pacientes severamente heridos, 1.600 sufrirán una incapacidad permanente. Esto incluye a las víctimas de amputaciones, daños cerebrales y a la médula espinal y grandes quemaduras, a su vez causantes de contracturas severas.
Factores especiales
El número de decesos y de heridos fue especialmente alto en el último ataque [israelí] debido a varios factores:
• Imposibilidad de escapar: Al estar Gaza cerrada por las tropas israelíes, nadie pudo escapar de los bombardeos y la invasión terrestre. Simplemente no había escapatoria. Aún al interior de la Franja, moverse de norte a sur fue imposible, al cortar los tanques israelíes la mitad norte de la más meridional. Debe compararse esta situación con la vivida en el Líbano en 1982 y 2006, cuando la población tenía la posibilidad de escapar de áreas que sufrían fuertes bombardeos, a otras de relativa calma. No existió tal opción en Gaza.
• Gaza se encuentra densamente poblada: Resulta espeluznante comprobar que las bombas utilizadas por Israel eran bombas de precisión. Por tanto, tenían una posibilidad de 100% de impactar en edificios abarrotados de personas. Como ejemplos, el mercado central y las estaciones de policías. También las escuelas, los complejos de las Naciones Unidas utilizados como refugios de seguridad frente a los bombardeos, las mezquitas (40 de ellas destruidas) y los hogares de aquellas familias que creyeron encontrarse a salvo al no albergar a combatientes, al igual que lugares en altura, fueron objetivo de bombas de implosión que destruyeron a multitud de familias. Este consistente patrón de identificación y ataque de civiles nos hace sospechar que las dianas militares fueron los daños colaterales, mientras que los civiles eran los objetivos principales.
• La cantidad y calidad de la munición mencionada con anterioridad.
• Indefensión de Gaza frente al moderno armamento de Israel: La Franja no dispone de tanques, ni aviones, ni baterías antimisiles en contra de la fuerza invasora. Comprobamos de primera mano un choque menor de los tanques lanzaproyectiles israelíes contra las AK47 palestinas. La desproporción de las fuerzas en pugna fue evidente.
• La ausencia de sólidos refugios antiaéreos para los civiles: Desafortunadamente, éstos serían de poca utilidad para las bombas “revienta búnkeres” utilizados por el Ejército israelí.
Conclusión
Tomando en consideración los puntos expuestos con anterioridad, el siguiente ataque a Gaza sería igual de desastroso. El pueblo de Gaza se encuentra extremadamente vulnerable e indefenso en caso de producirse un nuevo ataque. Si la comunidad internacional tiene la seria intención de prevenir en el futuro tal cantidad de muertos y de heridos, debe poner en marcha una suerte de fuerza de defensa para Gaza. De lo contrario, muchos otros civiles vulnerables continuarán muriendo. Ghassan Abu Sittah y Swee Ang son cirujanos en el Reino Unido y consiguieron introducirse en Gaza durante la invasión israelí. Este trabajo, publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, ha provocado la respuesta furibunda de los médicos sionistas, que el CEPRID publicará en su próxima actualización.