Para poder asumir el papel de vanguardia revolucionaria un partido tiene que definir de manera clara, científica y sustentada en la realidad su posición sobre cada uno de los acontecimientos que se desarrollan en su contexto de acción, pero de manera especial, un partido en pleno proceso de construcción como el PCMLV debe fijar posición sobre la economía, y en los actuales momentos, cuando está en pleno auge una profunda crisis del sistema capitalista en su fase de dominación imperialista, es aun más urgente definir las tesis económicas del partido, para ello en esta resolución iniciamos el abordaje de este importantísimo tema exponiendo los siguientes puntos:
1. La actual crisis no es solo una crisis del neoliberalismo, es una de las crisis cíclicas del capitalismo que se desarrolla en el marco de su crisis general, situación que tiende a profundizarse, abarcando todos sus aspectos y en conjunto acelera la bancarrota del imperialismo.
Esta crisis que emerge en los EEUU, no solo demuestra la farsa de las tesis neoliberales que auguraban un “nuevo orden mundial” de auge económico orientado por la mano invisible del mercado, sino que además, demuestra la certeza de las tesis marxista-leninistas de la crisis del capitalismo. Esta es una de las crisis cíclicas del capitalismo que se expresa en el marco de su crisis general, marcada en esta etapa histórica por la lucha de países de América latina, China, Rusia y el medio oriente por desprenderse del marco de dominación imperialista de los EEUU y la posibilidad de la construcción de un modelo económico no sometido a la dominación del imperialismo estadounidense, lo que implica un debilitamiento del poder de EEUU y la UE, principales potencias imperialistas hasta el actual momento, en competencia con países que luchan por generar otros polos de poder y una nueva etapa de reparto de las áreas de influencia, aun en el marco capitalista, como expresión de las contradicciones interburguesas, pero también expresa el desarrollo de la contradicción capital trabajo, lo que genera la posibilidad de rupturas, revoluciones, guerras y nuevos reagrupamientos.
2. En esta crisis se está generando un acelerado proceso de concentración de capitales.
Esta concentración se genera a una velocidad nunca antes vista, se concentran capitales fortaleciéndose los monopolios más poderosos que se favorecen de la crisis para engullir a los industriales independientes, en horas se produce la quiebra y compra con perjuicio de los pequeños accionistas a favor de las grandes empresas monopolistas.
3. El Estado interviene para fortalecer la concentración de capitales a favor de los grandes monopolios, desnudando su papel como instrumento de opresión burguesa.
En el proceso de acumulación de capital en esta etapa, el Estado, de manera clara y abierta, pasa a jugar un papel en el proceso de transferencia de capitales hacia los grandes grupos económicos, entregando a las corporaciones financieras en forma directa los recursos que son patrimonio de la sociedad, el capitalismo monopolista de Estado expresa la subordinación del aparato de Estado a los monopolios capitalistas y su utilización para controlar la vida del país.
“El Estado burgués, con el pretexto de “estimular la iniciativa privada”, entrega a los grandes industriales sumas enorme por concepto de subsidios. El Estado concede a los monopolios amenazados por la bancarrota los medios financieros necesarios para cubrir sus pérdidas y les condona los impuestos no satisfechos”[1]
4. Esta crisis tiene un componente importante de superproducción.
“La crisis capitalista son crisis de superproducción. La primera manifestación de la crisis es que las mercancías no encuentran salidas, por haberse producido en cantidad mayor de la que pueden comprar los principales consumidores, las masas populares, cuya capacidad adquisitiva se haya, bajo las relaciones capitalistas de producción, reducidas a unas proporciones muy escasas. Los stocks de mercancías “sobrantes” llenan los almacenes. Los capitalistas reducen la producción y despiden obreros. Se cierran cientos y miles de empresas. Aumenta extraordinariamente el paro forzoso. Gran número de pequeños productores de la ciudad y el campo se arruina. La falta de venta de la mercancía producida trastorna al comercio. Los nexos del crédito se rompen. Los capitalistas sufren una aguda penuria de dinero disponible para hacer frente a los pagos. En las bolsas se desencadena la bancarrota: la cotización de las acciones, obligaciones y demás títulos de valor descienden vertiginosamente. Se produce una racha de quiebras de empresas industriales, establecimiento de comercios y entidades bancarias.”[2]
Las manifestaciones de esta crisis en EEUU motivaron que los ideólogos burgueses trataran de paliarla, y mantener la dinámica económica, con préstamos sin soporte para compra de viviendas, generando la crisis de las hipotecas (burbuja inmobiliaria), cuando los deudores no pudieron pagar se hizo evidente la superproducción al ser menor el número de personas que tenían la posibilidad de pagar en relación a la capacidad de producir, frenando diversas ramas de la economía, afectando esto la actividad económica, generando despidos masivos en diversas áreas, significando esto la disminución de la capacidad de compra en nuevos sectores asalariados, y esta, nuevos despidos, en un espiral que puede generar la bancarrota.
5. En el marco del reparto del mundo China pasa a jugar un importante papel como potencia imperialista.
Esta crisis se desarrolla en momentos cuando se genera un nuevo reparto del mundo entre las corporaciones y naciones imperialistas, emergiendo China como potencia imperialista que pretende apropiarse de nuevos espacios.
6. La guerra es una posibilidad del imperialismo para salir de la crisis y reactivar el ciclo económico.
Una de las formas de reactivar el aparato productivo en un nuevo ciclo de producción, es destruir medios de producción, para ello la guerra es una alternativa, por eso debe ser tomada en cuenta esta salida que en otras épocas ha sido utilizada por el imperialismo.
“La guerra la hacen todas las grandes potencias por la expoliación y el reparto del mundo, por los mercados, por el sojuzgamiento de los pueblos. A la burguesía eso le reporta aumento de los beneficios. A un pequeño sector de la burocracia y la aristocracia obrera, luego a la pequeña burguesía (intelectuales, etc.) “adherida” al movimiento obrero promete migajas de esos beneficios. La base económica del social chovinismo (este término es más exacto que el del socialpatriotismo, pues este último acicala el mal) y del oportunismo es la misma: la alianza entre un sector insignificante de las “alturas” del movimiento obrero y “su” burguesía nacional contra la masa del proletariado. La alianza de los lacayos de la burguesía con la burguesía contra la clase explotada por la burguesía. El socialchovinismo es el oportunismo consumado”[3]
“Decenas de millones de cadáveres y de mutilados, víctimas de la guerra -esa guerra que se hizo para decidir que grupo de bandoleros financieros, el ingles o el alemán, habían de recibir la mayor parte del botín-, y encima estos dos “tratados de paz” hacen abrir, con una rapidez desconocida hasta ahora, los ojos a millones y decenas de millones de hombres atemorizados, oprimidos, embaucados y engañados por la burguesía. Debido a las ruinas mundial, producto de la guerra, crece pues, la crisis revolucionaria mundial, que, por largas y duras que sean las vicisitudes que atraviese, no podrá terminar sino en la revolución proletaria y su victoria” [4]
7. La revolución proletaria y el socialismo son las únicas alternativas de los explotados para superar las crisis capitalistas.
Sólo por medio de la revolución socialista, la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción y el ascenso al poder de la clase obrera, el campesinado y en general de los explotados, desaparecerán las crisis que siempre descansan sobre los trabajadores, para ello es imprescindible que el partido de la clase obrera asuma el papel de vanguardia y oriente la sociedad hacia su verdadera liberación.
Sólo el proletariado direccionado por su partido podrá llevar adelante esta profunda transformación por medio de la revolución socialista, instaurando la dictadura del proletariado, en un proceso hacia el comunismo, donde desaparecerán las clases sociales y por medio de una economía planificada se podrán orientar los recursos de la sociedad, no hacia una clase explotadora y corrupta, sino hacia la satisfacción de las necesidades de la mayoría.
“Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el periodo de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este periodo corresponde también un periodo político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado”[5]
Luego de expresar las tesis económicas generales pasaremos a analizar los conceptos básicos y los elementos de la actual crisis en las diversas regiones del mundo.
Sobre la crisis general del capitalismo
“La crisis general del capitalismo es la crisis del sistema capitalista mundial en todos sus aspectos y en conjunto, crisis que se caracteriza por las guerras y las revoluciones por la lucha entre el capitalismo agonizante y el socialismo ascendente. La crisis general del capitalismo abarca todos los aspectos de este, tanto el económico como el político. Le sirve de fundamento de la desintegración, cada vez mas acusada, del sistema de la economía mundial capitalista, de una parte, y, de otra, creciente periodo económico de los países desgajados del capitalismo.”[6]
“La crisis general del sistema capitalista mundial comenzó en el período de la primera guerra mundial; debido, sobre todo, al hecho de que la Unión Soviética se desgajó del sistema capitalista. Esa fue la primera etapa de la crisis general. La segunda etapa de la crisis general empezó en el período de la segunda guerra mundial, sobre todo después de haberse desgajado del sistema capitalista las democracias populares de Europa y Asia. La primera crisis, en el período de la primera guerra mundial y la segunda crisis, en el período de la segunda guerra mundial, no deben ser consideradas como crisis independientes una de otra, como crisis separadas sin relación alguna entre sí, sino como etapas del desarrollo de la crisis general del sistema capitalista mundial.”[7]
Está en pleno desarrollo una crisis del capitalismo impactando de forma especial la economía de los EEUU
Hoy se evidencia como en el mundo entero el caduco sistema capitalista se envuelve en una gran tormenta económica que socava los cimientos de las potencias imperialistas y se extiende hacia todos los puntos del planeta, podemos ver como EEUU, la principal potencia económica mundial, vive una profunda crisis financiera, que augura tiempos complejos y gran agitación, la actual crisis ha llevado al colapso los precios de las viviendas, a una desaceleración de su economía, a decenas de bancos a la quiebra y a miles de millones de dólares en pérdidas de mercado, lo que se ha catalogado como la peor crisis del Wall Street, pero las peores consecuencias de la crisis las viven los sectores explotados, muy especialmente la clase obrera, la que vive del salario que devenga por la venta de su fuerza de trabajo y que en estos países capitalistas como consecuencia del cierre de empresas, el paro forzoso y el aumento de la tasa de desempleo, queda en la calle, sin salario, sin seguridad social y expuesto a las peores calamidades.
Puntualmente para los EEUU podemos ver como les ha afectado la crisis, la caída y la declaración de bancarrota de bancos como Lehman Brothers y Merrill Lynch principales bancos de inversión de los EEUU donde muchos países tenían acciones, las cuales se han derrumbado, además de estos dos bancos el Washington Mutual, principal banco de ahorro y préstamo de los Estados Unidos, tuvo que ser vendido por subasta, una decena de bancos han sido comprados por el Estado, teniendo Bush que dejar a un lado su predica neoliberal de la mano invisible del mercado para en una posición Keynesiana, intervenir. El senado de los Estados Unidos tuvo que aprobar un salvavidas económico de 700.000 millones de dólares para tratar de mejorar la crisis, Henry Paulson Secretario del Tesoro de EEUU ha dicho “una medida que nunca debimos tomar, pero será lo que garantizará la mejora y salida de la crisis”.
Se dice que la crisis financiera traerá serias consecuencias a los ciudadanos estadounidenses, dado que este país cuenta con una población de 293 millones de habitantes y uno de cada tres considera y afirma que la situación es mala. En este país existen 47 millones de personas sin seguro médico; 37 millones de pobres, 1 millón de personas infectadas de sida. La población económicamente activa de Estados Unidos es de 155 millones de personas con unos sub-registros de 9,3 millones de desempleados que afectan profundamente ese país, en el marco de esta crisis Capitalista.
Se estima que dos millones de personas perderán las casas ya que no pueden pagar los créditos que actualmente exceden el valor de las propiedades, porque han sufrido una considerable baja.
Según cifras de la O.I.T. el número de desempleados en el mundo se incrementara a 210 millones de personas producto de la crisis, para finales del 2009.
El Impacto de esta profunda crisis capitalista se verá reflejada sobre el total de personas migrantes en todo el mundo y que hoy supera más de 120 millones de personas, quienes desde Estados Unidos reportan anualmente remesas mil millonarias de dólares, por el orden de los 55 mil millones, para los respectivos países y que hay que reconocer tienen un impacto positivo en dichas economías. Citamos a manera de ejemplo: a México el cual recibe remesas por el orden de 25.000 millones de Dólares; lo que significa que se verá drásticamente afectado, cuando desde “la cuna de la democracia” les deporten inicialmente 500.000 personas.
América Latina
América latina será impactada en su economía existiendo una ventaja relativa ya que básicamente depende de la exportación de materias primas que necesariamente se requieren para el desarrollo de la economía mundial, las consecuencias serán desiguales, por lo tanto es necesario analizar los países más importantes.
Para efectos de este análisis agrupamos los países de la siguiente manera: países con TLC México, Chile y Colombia (por su estrecha relación con la economía de los EEUU), las grandes economías del sur, Brasil y Argentina, y países de economía mediana vinculados a la producción energética, Venezuela, Ecuador y Bolivia. La crisis tendrá un impacto determinante en el futuro de estos países.
Para minimizar los impactos, distintos gobiernos adelantan y aceleran medidas que van desde la profundización del modelo capitalista neoliberal, como el caso del gobierno de Colombia que abre las puertas a la inversión extrajera, en el caso de México un gobierno neoliberal, que ya de por sí, se encontraba en una crisis nacional -producto de la política de libre comercio con Estados Unidos-, opta por la desregulación del mercado interno como estrategia. Brasil se encuentra en la misma situación, su moneda sufre la mayor depresión de la historia.
Se ha planteado como alternativa la creación del Banco del Sur, estructura financiera que le haga el contra peso al Fondo Monetario Internacional el cual ha demostrado su incapacidad para responder ante los embates de la crisis.
De igual forma se plantea la transformación del aparato productivo que tienda a reducir las asimetrías económicas como paso para articular acciones entre los países miembros de MERCOSUR para protegerse de los efectos inmediatos en sus economías.
En medio de la crisis económica mundial, se agudiza la crisis política; mientras Álvaro Uribe ha implantado la represión y la violencia oficial y paraoficial contra los movimientos sociales y la insurgencia, pretendiendo con ello acallar las demandas populares, las manifestaciones de descontento van en aumento, más de 19.000 corteros de caña, que laboran ingenios en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, sostienen un combativo paro, los trabajadores del sector de la justicia sostuvieron un prolongado cese de actividades exigiendo mejoras en su condición laboral. A estos paros se sumó la gran movilización indígena con más de 40.000 personas, aún contra la represión oficial que dejó varios muertos y múltiples heridos, quienes protestaban por el incumplimiento del gobierno en la entrega de tierras, rechazan el TLC y se oponen a aquellas normas que comprometen el bienestar, el trabajo y la vida tanto de indígenas como de campesinos. Hace pocos días 3.000 trabajadores del Sindicato Nacional de la DIAN anunciaron un paro.
Esta crisis ha sido profundizada por el gobierno al establecer un polémico estado de conmoción interior y adelantar una campaña de falsos señalamientos que busca vincular a los manifestantes con la guerrilla para justificar respuestas represivas y desmedidas a las que está acostumbrado.
La situación colombiana adquiere un especial interés por cuanto pudieran cambiar las circunstancias sociales generales, ya que los EEUU en medio de su crisis económica imperialista no podrán continuar brindando la ayuda económica y militar al gobierno y esto combinado con las importantes manifestaciones antes descritas y una probable reacción de la insurgencia vendrían a fortalecer la posibilidad de avance de las fuerzas populares y devenir en un proceso de avance revolucionario, bien por la vía armada o por un proceso eleccionario que terminaría por fortalecer la tendencia de izquierda hoy mayoritaria en América Latina, así pues los ojos de los revolucionarios del mundo comenzarán a voltear hacia Colombia al ritmo como se desarrolle la crisis imperialista y como reaccionen los movimientos sociales y la insurgencia, planteándose un escenario hasta hace pocos días insospechado.
En Ecuador el triunfo de Correa en el referéndum constitucional garantiza la continuidad de su “revolución ciudadana” la posibilidad que la tendencia de izquierda se fortalezca, aprovechando las libertades democráticas para la construcción de una amplia unidad antiimperialista y revolucionaria en la región y el impulso de la profundización hacia la revolución y el socialismo.
En Bolivia se han generado acuerdos que permiten frenar la ofensiva de las fuerzas reaccionarias, Evo ha salido fortalecido de la confrontación y se inicia el proceso de establecimiento de una constitución que abra espacio para la consolidación de un gobierno democrático con un fuerte respaldo popular e indígena.
En conclusión podemos ver el inicio de un nuevo ciclo de auge del movimiento popular, en especial en Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, expresión de las condiciones objetivas y subjetivas que empujan a las masas populares hacia la confrontación de las ideas reaccionarias en la calle y de manera abierta aprovechando las libertades democráticas.
Venezuela
En el caso de Venezuela, que cuenta actualmente con unas reservas internacionales que están cerca de los 40.000 millones de $ producto de los ingresos petroleros y de los altos precios que se mantuvieron hasta hace poco tiempo (colocadas 60% en Suiza, 30 % en oro y 10% diversos bancos en el exterior), además existe en el FONDEM (Fondo de Estabilización Macroeconómica) 35.000 millones de $, otros 6.000 millones en el fondo China-Venezuela.
El presupuesto de 2009 se ha elaborado tomando como referencia 60 $ por barril. De igual forma el gobierno ha trabajado en abrir nuevos mercados teniendo acuerdos con China para exportar 350.000 B/d de petróleo, igualmente acuerdos con Gazprom, Lukoil de Rusia y con Portugal. Es importante acotar que a pesar de estas medidas se presentan tres elementos a tomar en cuenta para analizar el comportamiento de la economía ante esta crisis: 1) Es una crisis que afecta a todo el sistema capitalista y siendo Venezuela un país capitalista dependiente será inevitable la afectación 2) estamos ante un país monoproductor y monoexportador, con una dependencia absoluta de las exportaciones petroleras que generan una gran debilidad, más aun en tiempos cuando es posible una disminución abrupta de los precios del petróleo por disminución del consumo y 3) por la alta dependencia de la importación de todo tipo de productos, en especial de alimentos, lo que puede crear problemas económicos graves en una economía que tiene un alto nivel de subsidios y de importaciones que no pueden ser sustituidas a corto plazo. Por lo tanto debemos esperar un importante impacto de esta crisis que ya comienza a notarse cuando el ministro de planificación y desarrollo alerta sobre medidas de austeridad y “racionalización” en la administración pública.
En conjunto, algunos gobiernos vinculados a procesos democráticos aceleran las reformas, se puede ver en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina el desarrollo de modelos de acumulación con una activa participación del Estado.
Estos gobiernos han planteado:
• La lucha contra el FMI, BM y la creación de organismos propios.
• La creación de una moneda única regional para competir con el dólar estadounidense.
• Reuniones de emergencia para adelantar acciones, en la OPEP, MERCOSUR, CAN
• La propuesta del ALBA como contraposición al ALCA.
• Nacionalización del sistema bancario
• La nacionalización de los recursos naturales.
Todo esto coincide con un discurso de independencia nacional, para el avance de dichas propuesta necesitan la incorporación de fuerza de trabajo para lo cual hablan de procesos participativos y de protagonismo popular, pero en la realidad la burocracia pequeño burguesa es quien dirige los procesos organizativos manteniendo las bases capitalistas, confrontando con el discurso neoliberal asumido desde los centros de poder hegemónico imperialistas lo que ha conducido a contradicciones políticas que no significan una ruptura con el capitalismo, sino más bien un paso hacia proyectos reformistas democrático burgueses que pueden agudizar las contradicciones, existiendo una posibilidad de abrir las compuertas a procesos populares e incluso al socialismo si son orientadas de manera correcta las fuerzas en pugna por las organizaciones revolucionarias y si somos capaces de aprovechar las condiciones para el crecimiento, o pueden dirigirse a procesos capitalistas nacionalistas, reformistas o reaccionarios si no entendemos y actuamos impulsando la revolución y el socialismo.
Asia
En los países asiáticos y en especial en la India, Japón, China y Rusia denominadas por los economistas burgueses como economías emergentes y que desde luego no escapan, como pretenden hacer ver, de la crisis general del sistema capitalista por ser estas a su vez economías capitalistas que concentran un alto porcentaje de la población mundial.
Para este año el impacto de la crisis financiera mundial tuvo su incidencia en China, sufriendo su peor caída en más de 10 años con una baja de 8,84 %, atribuida a un retiro de inversiones de grandes instituciones. La caída del índice de Shanghái, que incluye acciones tipo A (en yuanes) y B (en divisas extranjeras), es la más grave desde el 18 de febrero de 1997, cuando se desplomó 8,91 %.
Según el Buró Nacional de Estadísticas (NBS) quien publicó el 20 de Octubre de 2008 los datos macroeconómicos de los nueve primeros meses del año, destacó una nueva bajada del crecimiento trimestral (9% en el tercer trimestre, frente a 10,4% del periodo abril-junio y 10,6 entre enero y marzo).
El PIB de China en ese lapso ascendió a 2,95 billones de dólares (2,19 billones de euros), en su carrera por alcanzar a Alemania y convertirse en la tercera potencia económica mundial tras EEUU y Japón.
El hecho de que China cuente con la mayor reserva de divisas mundial (unos 2 billones de dólares) y haya invertido una gran parte de ésta en bonos y empresas financieras estadounidenses la convierten en actor principal de la crisis.
Los analistas chinos, no obstante, advierten que China podría pedir a cambio un mayor reconocimiento de las potencias económicas comerciales: por ejemplo, que EEUU y la UE la reconozcan como economía de mercado y disminuya el proteccionismo contra los productos chinos. Esto evidencia que China competirá por el nuevo reparto del mundo y la concentración de capitales.
El hundimiento bursátil refleja no sólo las contradicciones internas de la economía China sino también los temores a una recesión en EE.UU. y las tensiones políticas en torno a Irán y Afganistán.
China es un país imperialista que ha diseñado una estrategia de desarrollo basada en un economía planificada bajo la dirección de la burocracia del Partido Comunista Chino que cada día da mayores muestras de su posición capitalista llevando el proceso de capitulación a extremos no vistos ni en los peores tiempos de la URSS, se ha aliado con las grandes potencias imperialistas para impulsar su economía, transformándose en la gran maquila del mundo, a la vez que genera un sostenido proceso de acumulación de capitales emergiendo como una potencia imperialista que pugna por una redistribución de los espacios de influencia en el mundo.
Japón
En su condición de segunda economía del mundo en términos de PIB, y de mayor acreedor en términos de activos extranjeros netos, indudablemente Japón puede hacer una contribución crucial tanto a la recuperación económica de Asia oriental como a la economía mundial en su conjunto. Hasta ahora ha adoptado diversas medidas, entre ellas el estímulo fiscal y monetario para reanimar el crecimiento económico, si bien sus efectos todavía no se han manifestado en su total plenitud.
Japón es la segunda potencia económica mundial y la primera de la región asiática, el 40% del comercio y el 30% de sus inversiones están en Asia, es el principal país importador de la ASEAN, cifra que se incrementa anualmente, por todo esto los efectos de la crisis en esta economía tendrán impacto devastador en la región.
India
Este país que en los últimos tiempos han incrementando su demanda de materias primas y energía, juega un papel importante en la economía de la región y en el mundo como economía emergente ha tomado medidas para frenar el impacto de la crisis financiera internacional e inyectar liquidez en los mercados.
Rusia
Rusia mira hacia América Latina en reacción a lo que considera amenazantes movimientos de Estados Unidos en Europa central. Los rusos realizan ejercicios militares con Venezuela en El Caribe; fortalecen su relación bilateral con Bolivia con proyectos de cooperación en asuntos de defensa e inversiones en agricultura e hidrocarburos, y planean intensificar el intercambio comercial con Chile desde el 2009.
Esta crisis no es más que la demostración del agotamiento del capitalismo en su fase superior, el cual basa su desarrollo en la expoliación de las naciones dependientes dominadas por ellos, en este momento estamos en presencia de una bancarrota del sistema financiero del imperialismo, que por la concentración de los capitales y de la actividad industrial, financiera y comercial impactará todos los ámbitos de la sociedad, al combinarse con las acciones por lo cual para solventar la crisis no recurrirá a otra medida que no sea mayor explotación y endeudamiento de los trabajadores del mundo, flexibilización, saqueos, invasiones y guerras por parte de EEUU y otras potencias contra los pueblos del mundo para mejorar los ingresos, producto de la apropiación de materias primas y gracias a la venta de sus chatarras bélicas.
“La época del capitalismo moderno nos muestra que entre los grupos capitalistas se están estableciendo determinadas relaciones sobre la base del reparto económico del mundo, y que, al mismo tiempo, en conexión con esto, se están estableciendo entre los grupos políticos, entre los Estados, determinadas relaciones sobre la base del reparto territorial del mundo, de la lucha por las colonias, de la "lucha por el territorio económico"[8].
[1] Manual de Economía Política de la URSS. Pág. 254. Editorial Grijalbo. México. 1956. [2] Manual de Economía Política de la URSS. Pág. 211. Editorial Grijalbo. México. 1956. [3] El oportunismo y la bancarrota de la segunda internacional. O.C. Lenin. Tomo 27. pág.108 [4] El imperialismo fase superior del capitalismo. O.C. Lenin. Tomo 27. pág. 320. [5]Crítica del programa de Gotha de C. Marx. Obras escogidas C. Marx y F. Engels. Tomo III. Pág. 23. [6] Manual de Economía Política. Academia de Ciencias de la URSS. Grijalbo, S.A. 1956. p.260 [7] Obras escogidas de Stalin. Nentori, Tirana 1979. Pág. 344 [8] El imperialismo, fase superior del capitalismo. V.I. Lenin. Lenguas Extranjeras. Pekín 1975.
1. La actual crisis no es solo una crisis del neoliberalismo, es una de las crisis cíclicas del capitalismo que se desarrolla en el marco de su crisis general, situación que tiende a profundizarse, abarcando todos sus aspectos y en conjunto acelera la bancarrota del imperialismo.
Esta crisis que emerge en los EEUU, no solo demuestra la farsa de las tesis neoliberales que auguraban un “nuevo orden mundial” de auge económico orientado por la mano invisible del mercado, sino que además, demuestra la certeza de las tesis marxista-leninistas de la crisis del capitalismo. Esta es una de las crisis cíclicas del capitalismo que se expresa en el marco de su crisis general, marcada en esta etapa histórica por la lucha de países de América latina, China, Rusia y el medio oriente por desprenderse del marco de dominación imperialista de los EEUU y la posibilidad de la construcción de un modelo económico no sometido a la dominación del imperialismo estadounidense, lo que implica un debilitamiento del poder de EEUU y la UE, principales potencias imperialistas hasta el actual momento, en competencia con países que luchan por generar otros polos de poder y una nueva etapa de reparto de las áreas de influencia, aun en el marco capitalista, como expresión de las contradicciones interburguesas, pero también expresa el desarrollo de la contradicción capital trabajo, lo que genera la posibilidad de rupturas, revoluciones, guerras y nuevos reagrupamientos.
2. En esta crisis se está generando un acelerado proceso de concentración de capitales.
Esta concentración se genera a una velocidad nunca antes vista, se concentran capitales fortaleciéndose los monopolios más poderosos que se favorecen de la crisis para engullir a los industriales independientes, en horas se produce la quiebra y compra con perjuicio de los pequeños accionistas a favor de las grandes empresas monopolistas.
3. El Estado interviene para fortalecer la concentración de capitales a favor de los grandes monopolios, desnudando su papel como instrumento de opresión burguesa.
En el proceso de acumulación de capital en esta etapa, el Estado, de manera clara y abierta, pasa a jugar un papel en el proceso de transferencia de capitales hacia los grandes grupos económicos, entregando a las corporaciones financieras en forma directa los recursos que son patrimonio de la sociedad, el capitalismo monopolista de Estado expresa la subordinación del aparato de Estado a los monopolios capitalistas y su utilización para controlar la vida del país.
“El Estado burgués, con el pretexto de “estimular la iniciativa privada”, entrega a los grandes industriales sumas enorme por concepto de subsidios. El Estado concede a los monopolios amenazados por la bancarrota los medios financieros necesarios para cubrir sus pérdidas y les condona los impuestos no satisfechos”[1]
4. Esta crisis tiene un componente importante de superproducción.
“La crisis capitalista son crisis de superproducción. La primera manifestación de la crisis es que las mercancías no encuentran salidas, por haberse producido en cantidad mayor de la que pueden comprar los principales consumidores, las masas populares, cuya capacidad adquisitiva se haya, bajo las relaciones capitalistas de producción, reducidas a unas proporciones muy escasas. Los stocks de mercancías “sobrantes” llenan los almacenes. Los capitalistas reducen la producción y despiden obreros. Se cierran cientos y miles de empresas. Aumenta extraordinariamente el paro forzoso. Gran número de pequeños productores de la ciudad y el campo se arruina. La falta de venta de la mercancía producida trastorna al comercio. Los nexos del crédito se rompen. Los capitalistas sufren una aguda penuria de dinero disponible para hacer frente a los pagos. En las bolsas se desencadena la bancarrota: la cotización de las acciones, obligaciones y demás títulos de valor descienden vertiginosamente. Se produce una racha de quiebras de empresas industriales, establecimiento de comercios y entidades bancarias.”[2]
Las manifestaciones de esta crisis en EEUU motivaron que los ideólogos burgueses trataran de paliarla, y mantener la dinámica económica, con préstamos sin soporte para compra de viviendas, generando la crisis de las hipotecas (burbuja inmobiliaria), cuando los deudores no pudieron pagar se hizo evidente la superproducción al ser menor el número de personas que tenían la posibilidad de pagar en relación a la capacidad de producir, frenando diversas ramas de la economía, afectando esto la actividad económica, generando despidos masivos en diversas áreas, significando esto la disminución de la capacidad de compra en nuevos sectores asalariados, y esta, nuevos despidos, en un espiral que puede generar la bancarrota.
5. En el marco del reparto del mundo China pasa a jugar un importante papel como potencia imperialista.
Esta crisis se desarrolla en momentos cuando se genera un nuevo reparto del mundo entre las corporaciones y naciones imperialistas, emergiendo China como potencia imperialista que pretende apropiarse de nuevos espacios.
6. La guerra es una posibilidad del imperialismo para salir de la crisis y reactivar el ciclo económico.
Una de las formas de reactivar el aparato productivo en un nuevo ciclo de producción, es destruir medios de producción, para ello la guerra es una alternativa, por eso debe ser tomada en cuenta esta salida que en otras épocas ha sido utilizada por el imperialismo.
“La guerra la hacen todas las grandes potencias por la expoliación y el reparto del mundo, por los mercados, por el sojuzgamiento de los pueblos. A la burguesía eso le reporta aumento de los beneficios. A un pequeño sector de la burocracia y la aristocracia obrera, luego a la pequeña burguesía (intelectuales, etc.) “adherida” al movimiento obrero promete migajas de esos beneficios. La base económica del social chovinismo (este término es más exacto que el del socialpatriotismo, pues este último acicala el mal) y del oportunismo es la misma: la alianza entre un sector insignificante de las “alturas” del movimiento obrero y “su” burguesía nacional contra la masa del proletariado. La alianza de los lacayos de la burguesía con la burguesía contra la clase explotada por la burguesía. El socialchovinismo es el oportunismo consumado”[3]
“Decenas de millones de cadáveres y de mutilados, víctimas de la guerra -esa guerra que se hizo para decidir que grupo de bandoleros financieros, el ingles o el alemán, habían de recibir la mayor parte del botín-, y encima estos dos “tratados de paz” hacen abrir, con una rapidez desconocida hasta ahora, los ojos a millones y decenas de millones de hombres atemorizados, oprimidos, embaucados y engañados por la burguesía. Debido a las ruinas mundial, producto de la guerra, crece pues, la crisis revolucionaria mundial, que, por largas y duras que sean las vicisitudes que atraviese, no podrá terminar sino en la revolución proletaria y su victoria” [4]
7. La revolución proletaria y el socialismo son las únicas alternativas de los explotados para superar las crisis capitalistas.
Sólo por medio de la revolución socialista, la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción y el ascenso al poder de la clase obrera, el campesinado y en general de los explotados, desaparecerán las crisis que siempre descansan sobre los trabajadores, para ello es imprescindible que el partido de la clase obrera asuma el papel de vanguardia y oriente la sociedad hacia su verdadera liberación.
Sólo el proletariado direccionado por su partido podrá llevar adelante esta profunda transformación por medio de la revolución socialista, instaurando la dictadura del proletariado, en un proceso hacia el comunismo, donde desaparecerán las clases sociales y por medio de una economía planificada se podrán orientar los recursos de la sociedad, no hacia una clase explotadora y corrupta, sino hacia la satisfacción de las necesidades de la mayoría.
“Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el periodo de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este periodo corresponde también un periodo político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado”[5]
Luego de expresar las tesis económicas generales pasaremos a analizar los conceptos básicos y los elementos de la actual crisis en las diversas regiones del mundo.
Sobre la crisis general del capitalismo
“La crisis general del capitalismo es la crisis del sistema capitalista mundial en todos sus aspectos y en conjunto, crisis que se caracteriza por las guerras y las revoluciones por la lucha entre el capitalismo agonizante y el socialismo ascendente. La crisis general del capitalismo abarca todos los aspectos de este, tanto el económico como el político. Le sirve de fundamento de la desintegración, cada vez mas acusada, del sistema de la economía mundial capitalista, de una parte, y, de otra, creciente periodo económico de los países desgajados del capitalismo.”[6]
“La crisis general del sistema capitalista mundial comenzó en el período de la primera guerra mundial; debido, sobre todo, al hecho de que la Unión Soviética se desgajó del sistema capitalista. Esa fue la primera etapa de la crisis general. La segunda etapa de la crisis general empezó en el período de la segunda guerra mundial, sobre todo después de haberse desgajado del sistema capitalista las democracias populares de Europa y Asia. La primera crisis, en el período de la primera guerra mundial y la segunda crisis, en el período de la segunda guerra mundial, no deben ser consideradas como crisis independientes una de otra, como crisis separadas sin relación alguna entre sí, sino como etapas del desarrollo de la crisis general del sistema capitalista mundial.”[7]
Está en pleno desarrollo una crisis del capitalismo impactando de forma especial la economía de los EEUU
Hoy se evidencia como en el mundo entero el caduco sistema capitalista se envuelve en una gran tormenta económica que socava los cimientos de las potencias imperialistas y se extiende hacia todos los puntos del planeta, podemos ver como EEUU, la principal potencia económica mundial, vive una profunda crisis financiera, que augura tiempos complejos y gran agitación, la actual crisis ha llevado al colapso los precios de las viviendas, a una desaceleración de su economía, a decenas de bancos a la quiebra y a miles de millones de dólares en pérdidas de mercado, lo que se ha catalogado como la peor crisis del Wall Street, pero las peores consecuencias de la crisis las viven los sectores explotados, muy especialmente la clase obrera, la que vive del salario que devenga por la venta de su fuerza de trabajo y que en estos países capitalistas como consecuencia del cierre de empresas, el paro forzoso y el aumento de la tasa de desempleo, queda en la calle, sin salario, sin seguridad social y expuesto a las peores calamidades.
Puntualmente para los EEUU podemos ver como les ha afectado la crisis, la caída y la declaración de bancarrota de bancos como Lehman Brothers y Merrill Lynch principales bancos de inversión de los EEUU donde muchos países tenían acciones, las cuales se han derrumbado, además de estos dos bancos el Washington Mutual, principal banco de ahorro y préstamo de los Estados Unidos, tuvo que ser vendido por subasta, una decena de bancos han sido comprados por el Estado, teniendo Bush que dejar a un lado su predica neoliberal de la mano invisible del mercado para en una posición Keynesiana, intervenir. El senado de los Estados Unidos tuvo que aprobar un salvavidas económico de 700.000 millones de dólares para tratar de mejorar la crisis, Henry Paulson Secretario del Tesoro de EEUU ha dicho “una medida que nunca debimos tomar, pero será lo que garantizará la mejora y salida de la crisis”.
Se dice que la crisis financiera traerá serias consecuencias a los ciudadanos estadounidenses, dado que este país cuenta con una población de 293 millones de habitantes y uno de cada tres considera y afirma que la situación es mala. En este país existen 47 millones de personas sin seguro médico; 37 millones de pobres, 1 millón de personas infectadas de sida. La población económicamente activa de Estados Unidos es de 155 millones de personas con unos sub-registros de 9,3 millones de desempleados que afectan profundamente ese país, en el marco de esta crisis Capitalista.
Se estima que dos millones de personas perderán las casas ya que no pueden pagar los créditos que actualmente exceden el valor de las propiedades, porque han sufrido una considerable baja.
Según cifras de la O.I.T. el número de desempleados en el mundo se incrementara a 210 millones de personas producto de la crisis, para finales del 2009.
El Impacto de esta profunda crisis capitalista se verá reflejada sobre el total de personas migrantes en todo el mundo y que hoy supera más de 120 millones de personas, quienes desde Estados Unidos reportan anualmente remesas mil millonarias de dólares, por el orden de los 55 mil millones, para los respectivos países y que hay que reconocer tienen un impacto positivo en dichas economías. Citamos a manera de ejemplo: a México el cual recibe remesas por el orden de 25.000 millones de Dólares; lo que significa que se verá drásticamente afectado, cuando desde “la cuna de la democracia” les deporten inicialmente 500.000 personas.
América Latina
América latina será impactada en su economía existiendo una ventaja relativa ya que básicamente depende de la exportación de materias primas que necesariamente se requieren para el desarrollo de la economía mundial, las consecuencias serán desiguales, por lo tanto es necesario analizar los países más importantes.
Para efectos de este análisis agrupamos los países de la siguiente manera: países con TLC México, Chile y Colombia (por su estrecha relación con la economía de los EEUU), las grandes economías del sur, Brasil y Argentina, y países de economía mediana vinculados a la producción energética, Venezuela, Ecuador y Bolivia. La crisis tendrá un impacto determinante en el futuro de estos países.
Para minimizar los impactos, distintos gobiernos adelantan y aceleran medidas que van desde la profundización del modelo capitalista neoliberal, como el caso del gobierno de Colombia que abre las puertas a la inversión extrajera, en el caso de México un gobierno neoliberal, que ya de por sí, se encontraba en una crisis nacional -producto de la política de libre comercio con Estados Unidos-, opta por la desregulación del mercado interno como estrategia. Brasil se encuentra en la misma situación, su moneda sufre la mayor depresión de la historia.
Se ha planteado como alternativa la creación del Banco del Sur, estructura financiera que le haga el contra peso al Fondo Monetario Internacional el cual ha demostrado su incapacidad para responder ante los embates de la crisis.
De igual forma se plantea la transformación del aparato productivo que tienda a reducir las asimetrías económicas como paso para articular acciones entre los países miembros de MERCOSUR para protegerse de los efectos inmediatos en sus economías.
En medio de la crisis económica mundial, se agudiza la crisis política; mientras Álvaro Uribe ha implantado la represión y la violencia oficial y paraoficial contra los movimientos sociales y la insurgencia, pretendiendo con ello acallar las demandas populares, las manifestaciones de descontento van en aumento, más de 19.000 corteros de caña, que laboran ingenios en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, sostienen un combativo paro, los trabajadores del sector de la justicia sostuvieron un prolongado cese de actividades exigiendo mejoras en su condición laboral. A estos paros se sumó la gran movilización indígena con más de 40.000 personas, aún contra la represión oficial que dejó varios muertos y múltiples heridos, quienes protestaban por el incumplimiento del gobierno en la entrega de tierras, rechazan el TLC y se oponen a aquellas normas que comprometen el bienestar, el trabajo y la vida tanto de indígenas como de campesinos. Hace pocos días 3.000 trabajadores del Sindicato Nacional de la DIAN anunciaron un paro.
Esta crisis ha sido profundizada por el gobierno al establecer un polémico estado de conmoción interior y adelantar una campaña de falsos señalamientos que busca vincular a los manifestantes con la guerrilla para justificar respuestas represivas y desmedidas a las que está acostumbrado.
La situación colombiana adquiere un especial interés por cuanto pudieran cambiar las circunstancias sociales generales, ya que los EEUU en medio de su crisis económica imperialista no podrán continuar brindando la ayuda económica y militar al gobierno y esto combinado con las importantes manifestaciones antes descritas y una probable reacción de la insurgencia vendrían a fortalecer la posibilidad de avance de las fuerzas populares y devenir en un proceso de avance revolucionario, bien por la vía armada o por un proceso eleccionario que terminaría por fortalecer la tendencia de izquierda hoy mayoritaria en América Latina, así pues los ojos de los revolucionarios del mundo comenzarán a voltear hacia Colombia al ritmo como se desarrolle la crisis imperialista y como reaccionen los movimientos sociales y la insurgencia, planteándose un escenario hasta hace pocos días insospechado.
En Ecuador el triunfo de Correa en el referéndum constitucional garantiza la continuidad de su “revolución ciudadana” la posibilidad que la tendencia de izquierda se fortalezca, aprovechando las libertades democráticas para la construcción de una amplia unidad antiimperialista y revolucionaria en la región y el impulso de la profundización hacia la revolución y el socialismo.
En Bolivia se han generado acuerdos que permiten frenar la ofensiva de las fuerzas reaccionarias, Evo ha salido fortalecido de la confrontación y se inicia el proceso de establecimiento de una constitución que abra espacio para la consolidación de un gobierno democrático con un fuerte respaldo popular e indígena.
En conclusión podemos ver el inicio de un nuevo ciclo de auge del movimiento popular, en especial en Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, expresión de las condiciones objetivas y subjetivas que empujan a las masas populares hacia la confrontación de las ideas reaccionarias en la calle y de manera abierta aprovechando las libertades democráticas.
Venezuela
En el caso de Venezuela, que cuenta actualmente con unas reservas internacionales que están cerca de los 40.000 millones de $ producto de los ingresos petroleros y de los altos precios que se mantuvieron hasta hace poco tiempo (colocadas 60% en Suiza, 30 % en oro y 10% diversos bancos en el exterior), además existe en el FONDEM (Fondo de Estabilización Macroeconómica) 35.000 millones de $, otros 6.000 millones en el fondo China-Venezuela.
El presupuesto de 2009 se ha elaborado tomando como referencia 60 $ por barril. De igual forma el gobierno ha trabajado en abrir nuevos mercados teniendo acuerdos con China para exportar 350.000 B/d de petróleo, igualmente acuerdos con Gazprom, Lukoil de Rusia y con Portugal. Es importante acotar que a pesar de estas medidas se presentan tres elementos a tomar en cuenta para analizar el comportamiento de la economía ante esta crisis: 1) Es una crisis que afecta a todo el sistema capitalista y siendo Venezuela un país capitalista dependiente será inevitable la afectación 2) estamos ante un país monoproductor y monoexportador, con una dependencia absoluta de las exportaciones petroleras que generan una gran debilidad, más aun en tiempos cuando es posible una disminución abrupta de los precios del petróleo por disminución del consumo y 3) por la alta dependencia de la importación de todo tipo de productos, en especial de alimentos, lo que puede crear problemas económicos graves en una economía que tiene un alto nivel de subsidios y de importaciones que no pueden ser sustituidas a corto plazo. Por lo tanto debemos esperar un importante impacto de esta crisis que ya comienza a notarse cuando el ministro de planificación y desarrollo alerta sobre medidas de austeridad y “racionalización” en la administración pública.
En conjunto, algunos gobiernos vinculados a procesos democráticos aceleran las reformas, se puede ver en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina el desarrollo de modelos de acumulación con una activa participación del Estado.
Estos gobiernos han planteado:
• La lucha contra el FMI, BM y la creación de organismos propios.
• La creación de una moneda única regional para competir con el dólar estadounidense.
• Reuniones de emergencia para adelantar acciones, en la OPEP, MERCOSUR, CAN
• La propuesta del ALBA como contraposición al ALCA.
• Nacionalización del sistema bancario
• La nacionalización de los recursos naturales.
Todo esto coincide con un discurso de independencia nacional, para el avance de dichas propuesta necesitan la incorporación de fuerza de trabajo para lo cual hablan de procesos participativos y de protagonismo popular, pero en la realidad la burocracia pequeño burguesa es quien dirige los procesos organizativos manteniendo las bases capitalistas, confrontando con el discurso neoliberal asumido desde los centros de poder hegemónico imperialistas lo que ha conducido a contradicciones políticas que no significan una ruptura con el capitalismo, sino más bien un paso hacia proyectos reformistas democrático burgueses que pueden agudizar las contradicciones, existiendo una posibilidad de abrir las compuertas a procesos populares e incluso al socialismo si son orientadas de manera correcta las fuerzas en pugna por las organizaciones revolucionarias y si somos capaces de aprovechar las condiciones para el crecimiento, o pueden dirigirse a procesos capitalistas nacionalistas, reformistas o reaccionarios si no entendemos y actuamos impulsando la revolución y el socialismo.
Asia
En los países asiáticos y en especial en la India, Japón, China y Rusia denominadas por los economistas burgueses como economías emergentes y que desde luego no escapan, como pretenden hacer ver, de la crisis general del sistema capitalista por ser estas a su vez economías capitalistas que concentran un alto porcentaje de la población mundial.
Para este año el impacto de la crisis financiera mundial tuvo su incidencia en China, sufriendo su peor caída en más de 10 años con una baja de 8,84 %, atribuida a un retiro de inversiones de grandes instituciones. La caída del índice de Shanghái, que incluye acciones tipo A (en yuanes) y B (en divisas extranjeras), es la más grave desde el 18 de febrero de 1997, cuando se desplomó 8,91 %.
Según el Buró Nacional de Estadísticas (NBS) quien publicó el 20 de Octubre de 2008 los datos macroeconómicos de los nueve primeros meses del año, destacó una nueva bajada del crecimiento trimestral (9% en el tercer trimestre, frente a 10,4% del periodo abril-junio y 10,6 entre enero y marzo).
El PIB de China en ese lapso ascendió a 2,95 billones de dólares (2,19 billones de euros), en su carrera por alcanzar a Alemania y convertirse en la tercera potencia económica mundial tras EEUU y Japón.
El hecho de que China cuente con la mayor reserva de divisas mundial (unos 2 billones de dólares) y haya invertido una gran parte de ésta en bonos y empresas financieras estadounidenses la convierten en actor principal de la crisis.
Los analistas chinos, no obstante, advierten que China podría pedir a cambio un mayor reconocimiento de las potencias económicas comerciales: por ejemplo, que EEUU y la UE la reconozcan como economía de mercado y disminuya el proteccionismo contra los productos chinos. Esto evidencia que China competirá por el nuevo reparto del mundo y la concentración de capitales.
El hundimiento bursátil refleja no sólo las contradicciones internas de la economía China sino también los temores a una recesión en EE.UU. y las tensiones políticas en torno a Irán y Afganistán.
China es un país imperialista que ha diseñado una estrategia de desarrollo basada en un economía planificada bajo la dirección de la burocracia del Partido Comunista Chino que cada día da mayores muestras de su posición capitalista llevando el proceso de capitulación a extremos no vistos ni en los peores tiempos de la URSS, se ha aliado con las grandes potencias imperialistas para impulsar su economía, transformándose en la gran maquila del mundo, a la vez que genera un sostenido proceso de acumulación de capitales emergiendo como una potencia imperialista que pugna por una redistribución de los espacios de influencia en el mundo.
Japón
En su condición de segunda economía del mundo en términos de PIB, y de mayor acreedor en términos de activos extranjeros netos, indudablemente Japón puede hacer una contribución crucial tanto a la recuperación económica de Asia oriental como a la economía mundial en su conjunto. Hasta ahora ha adoptado diversas medidas, entre ellas el estímulo fiscal y monetario para reanimar el crecimiento económico, si bien sus efectos todavía no se han manifestado en su total plenitud.
Japón es la segunda potencia económica mundial y la primera de la región asiática, el 40% del comercio y el 30% de sus inversiones están en Asia, es el principal país importador de la ASEAN, cifra que se incrementa anualmente, por todo esto los efectos de la crisis en esta economía tendrán impacto devastador en la región.
India
Este país que en los últimos tiempos han incrementando su demanda de materias primas y energía, juega un papel importante en la economía de la región y en el mundo como economía emergente ha tomado medidas para frenar el impacto de la crisis financiera internacional e inyectar liquidez en los mercados.
Rusia
Rusia mira hacia América Latina en reacción a lo que considera amenazantes movimientos de Estados Unidos en Europa central. Los rusos realizan ejercicios militares con Venezuela en El Caribe; fortalecen su relación bilateral con Bolivia con proyectos de cooperación en asuntos de defensa e inversiones en agricultura e hidrocarburos, y planean intensificar el intercambio comercial con Chile desde el 2009.
Esta crisis no es más que la demostración del agotamiento del capitalismo en su fase superior, el cual basa su desarrollo en la expoliación de las naciones dependientes dominadas por ellos, en este momento estamos en presencia de una bancarrota del sistema financiero del imperialismo, que por la concentración de los capitales y de la actividad industrial, financiera y comercial impactará todos los ámbitos de la sociedad, al combinarse con las acciones por lo cual para solventar la crisis no recurrirá a otra medida que no sea mayor explotación y endeudamiento de los trabajadores del mundo, flexibilización, saqueos, invasiones y guerras por parte de EEUU y otras potencias contra los pueblos del mundo para mejorar los ingresos, producto de la apropiación de materias primas y gracias a la venta de sus chatarras bélicas.
“La época del capitalismo moderno nos muestra que entre los grupos capitalistas se están estableciendo determinadas relaciones sobre la base del reparto económico del mundo, y que, al mismo tiempo, en conexión con esto, se están estableciendo entre los grupos políticos, entre los Estados, determinadas relaciones sobre la base del reparto territorial del mundo, de la lucha por las colonias, de la "lucha por el territorio económico"[8].
Comité Central del PCMLV
Noviembre de 2008
Publicado en la Revista Interna del PCMLV
Noviembre de 2008
Publicado en la Revista Interna del PCMLV
[1] Manual de Economía Política de la URSS. Pág. 254. Editorial Grijalbo. México. 1956. [2] Manual de Economía Política de la URSS. Pág. 211. Editorial Grijalbo. México. 1956. [3] El oportunismo y la bancarrota de la segunda internacional. O.C. Lenin. Tomo 27. pág.108 [4] El imperialismo fase superior del capitalismo. O.C. Lenin. Tomo 27. pág. 320. [5]Crítica del programa de Gotha de C. Marx. Obras escogidas C. Marx y F. Engels. Tomo III. Pág. 23. [6] Manual de Economía Política. Academia de Ciencias de la URSS. Grijalbo, S.A. 1956. p.260 [7] Obras escogidas de Stalin. Nentori, Tirana 1979. Pág. 344 [8] El imperialismo, fase superior del capitalismo. V.I. Lenin. Lenguas Extranjeras. Pekín 1975.