martes, febrero 03, 2009

El mundo vive momentos de cambio, solo la revolución y el socialismo son alternativa

Declaración del Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela

Es claro que el capitalismo imperialista atraviesa una profunda crisis, crisis general que tiene su primera etapa en el periodo de la primera guerra mundial, producto del surgimiento del imperialismo, como fase superior del capitalismo, y la consecuente lucha entre las potencias emergentes por el reparto del mundo, debilitándose el capitalismo al surgir de la revolución rusa de 1917, el primer Estado socialista, contrapeso del capitalismo y referencia de los explotados del mundo. Después de un período de cierto equilibrio, se presenta la segunda etapa de la crisis general del capitalismo, desde finales de los años 20 e inicio de los 30 con la segunda guerra mundial como colofón y la presencia del campo socialista como expresión organizada de los pueblos que avanzan en el proceso de liberación.

Desde su primera fase la crisis general del capitalismo avanza indetenible aunque en algunos momentos los capitalistas hayan aprovechado algún momentáneo auge para decir que todo el desarrollo del capitalismo era lineal, que el socialismo estaba derrotado y había llegado el fin de la historia con la preeminencia globalizadora del capitalismo, pero eso ha cambiado, la bancarrota del capitalismo es inocultable y cada día se expresa de formas más diversas y profundas, abordando todas sus expresiones: la economía y la política, augurando una nueva fase en la crisis general del capitalismo, se ha caído el velo que ocultaba la fragilidad del capitalismo, su modelo neoliberal, impuesto a la fuerza a los países dependientes entre los años 80 y 90 del siglo XX, ha agravado los problemas de las mayorías: el hambre, el desempleo, la pobreza, la pérdida de derechos son su marca distintiva, pretendieron privatizar, o privatizaron en algunos países, los servicios públicos y las empresas del Estado, política que condujo al empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías mientras se enriquecían los grupos económicos representantes directos de los intereses del imperialismo.

Para tratar de superar esta profunda crisis algunos recurren de nuevo a los planteamientos del keynesianismo buscando aminorar los efectos de la crisis, otros recurren a la receta social demócrata con su demagogia que ensalza a la pequeña burguesía y ataca al proletariado con cierta sutileza siendo instrumento fiel del capitalismo en épocas de auge de masas, pero es claro que la crisis capitalista no ofrece otra salida para la clase obrera y explotados que la destrucción del causa de la misma:

El capitalismo, y las condiciones objetivas se van dando, se va produciendo un proceso de descomposición del capitalismo marcada por una profunda crisis cíclica, en el marco de la crisis general, lo que augura tiempos de lucha y revolución. Progresivamente la dinámica propia del capitalismo, con su anarquía crea las bases para la superproducción, superproducción relativa, ya que no es por existir un exceso real de productos, sino la baja capacidad adquisitiva de la población, lo que deja productos sin comprador, haciendo que disminuya la producción de estos y con ello una ola de despidos, que a su vez disminuye la capacidad de compra quedando más productos sin mercado, en un círculo vicioso que no puede resolver el sistema capitalista, históricamente han tratado de salir de sus crisis por medio de apropiación violenta de las fuentes de materias primas y la destrucción de medios de producción, llevando a extremos la explotación para descargar sobre la espalda del proletariado la peor parte, pero esta crisis que sale del marco industrial y comercial (crisis cíclica) y abarcan los ámbitos económico, social y político (crisis general) prepara las condiciones para mayores conflictos en un intento de reacomodo imperialista por medio de un nuevo reparto de los mercados y áreas de influencia, lo que crea condiciones para las guerras de agresión, como las ocurridas en Irak, Afganistán y Palestina, el estimulo a la agresión contra países que luchan por su liberación, como Venezuela, Ecuador y Bolivia, ante lo cual los pueblos no permanecerán pasivos, y caminarán por la senda de su liberación, en tales circunstancia las revoluciones proletarias representan la única posibilidad de éxito y solución de los problemas de las mayorías.

Como expresión concreta de esta situación se producen hechos como la cobarde agresión del gobierno sionista de Israel contra palestina, expresión de la derecha más recalcitrante que solo hace más descarada y evidente una práctica consuetudinaria de los criminales israelitas, que con la excusa de combatir el terrorismo han invadido de manera cruel e inhumana la Franja de Gaza generando un genocidio, asesinando a una población civil indefensa, como expresión de prácticas fascistas.

Todo esto forma parte de las reacciones que el capitalismo en descomposición asume ante sus perturbaciones internas y que el imperialismo ha venido implementado en el medio oriente para tratar de garantizar un suministro de petróleo seguro, prácticas que desde hace varios años causan estragos en Irak y Afganistán, amenazando a Irán y a las organizaciones combativas, para así acabar con los focos de resistencia ante su política guerrerista. Ante esta masacre la llamada “comunidad internacional” ha mantenido una actitud cómplice, y en especial los países imperialistas, quienes se benefician con esta agresión, que forma parte de la escalada de violencia propiciada a nivel mundial para desarrollar un nuevo reparto del mundo, en especial para el control de áreas estratégicas en zonas donde se ubican las reservas petroleras, es además un movimiento para contrarrestar el avance del imperialismo Ruso en el mundo, después de los hechos de Osetia del sur y Georgia, estas salidas violentas, que forman parte del arsenal imperialista ante las crisis, también ha perseguido históricamente la conquista de mercados, la apropiación de materias primas, la destrucción de medios de producción y la reactivación del complejo militar industrial, como mecanismo para reanimar la economía y tratar de salir de la crisis.

Rechazamos la cobarde agresión del Estado de Israel y nos solidarizamos con la resistencia del pueblo palestino, respaldamos la valiente decisión de los gobiernos de Venezuela y Bolivia que dieron un paso adelante al expulsar a los respectivos embajadores y romper las relaciones diplomáticas con Israel, medida que representa una acción concreta contra esa expresión del capitalismo imperialista que como brazo ejecutor de las políticas de EEUU en el medio oriente es una amenaza para la clase obrera y los pueblos representando lo más reaccionario y criminal de la burguesía en los actuales momentos.

Saludamos al hermano pueblo de Colombia y en especial a las organizaciones revolucionarias que asumen el combate contra la burguesía ultra reaccionaria de ese país, ya que después de un duro año 2008, donde el movimiento revolucionario sufrió dolorosas bajas, han logrado recuperar la capacidad de movilización y ha puesto en la calle su protesta contra las injusticias cometidas por el gobierno narco paramilitar de Uribe, máximo representante de la reacción, del fascismo y del imperialismo norteamericano en esta parte del mundo

Ratificam nuestra convicción de que el gobierno de Barack Obama mantendrá una política de confrontación contra los procesos democráticos y revolucionarios que se desarrollan en el mundo ya que esto obedece a los intereses de ese Estado imperialista y al mandato de los grandes monopolios que dirigen la economía mundial, de allí que, en un marco de recesión económica y crisis, no podamos más que prepararnos para seguir enfrentando las agresiones imperialistas del gobierno de EEUU ahora dirigido por un hombre que vendió su imagen como un producto de consumo masivo para tratar de postergar la explosión de la economía y la sociedad estadounidense enferma de gravedad, donde la tasa de desempleo aumenta y los estragos de la crisis son imparables, ante lo cual la clase obrera debe fortalecer su organización y preparase para la lucha.

Saludamos y nos solidarizamos con el pueblo de cuba al cumplirse 50 años de la llegada al poder de los revolucionarios dirigidos por Fidel Castro, que a pesar de la ofensiva imperialista y en especial de Estados Unidos se han mantenido allí denunciando y enfrentando las acciones del sabotaje imperialista y el bloqueo al cual ha sido sometido ese pueblo desde el triunfo de la revolución.

La situación nacional

En la actual coyuntura nacional la enmienda a la constitución de la república con el objeto de permitir la posibilidad de cualquier funcionario a postularse para la reelección de forma continua representa el elemento político de mayor trascendencia, esta propuesta confronta con el concepto de la alternabilidad, concepto de la democracia burguesa, que simplifica la democracia en un recambio entre figuras del sistema, pero destinada a mantener y profundizar las relaciones de producción capitalistas con una faz de “cambio” para que nada cambie y perpetuar la dictadura de la burguesía, para nosotros la lucha es por desalojar a la burguesía, conquistar el poder e instaurar la dictadura del proletariado como forma de gobierno propio del socialismo.

Consideramos positivo este proceso de enmienda ya que contribuye a agudizar las contradicciones, donde se expresan: los intereses del imperialismo, representados en la tendencia que se opone a la enmienda como vía de cerrar el camino a la permanencia de Chávez, estos con todo el apoyo del imperialismo juegan a confundir y por vía de prácticas terroristas, de manipulación informativa y de guerra psicológica pretenden imponer la opción por el no, teniendo en su plan, llamar inmediatamente al referéndum revocatorio, lo que implicaría, si no es aprobada la enmienda, una fuerte lucha interna para determinar el sustituto de Chávez, potenciando la división y el retroceso del proceso bolivariano. Los terratenientes y sectores de la burguesía “nativa” también impulsan su política en alianza con el imperialismo pero juegan un papel de peones y se pliegan a la política de sabotaje pero sin un plan propio, su área de influencia es en sectores de la pequeña burguesía parasitaria y burocrática.

De otro lado la confluencia de sectores revolucionarios, patrióticos, populares y proletarios coincidimos en una tendencia de izquierda que respalda el proceso bolivariano y que se sustenta en el proletariado y las masas campesinas, con presencia de cierta intelectualidad revolucionaria y pocos elementos de la burguesía “nacional” y la pequeña burguesía, se ubican en la concepción de respaldo a la enmienda, como forma de dar continuidad al gobierno bolivariano sin exponerse a las posibilidades de rupturas ante un escenario electoral sin Chávez dada su influencia.

Por tales motivos consideramos positiva la propuesta de realizar la enmienda a la constitución y asumimos el trabajo para lograr el respaldo de la mayoría, actividad que debe ser atendida por nuestros organismos de masas para movilizarlas, aprovechando estos eventos para la organización y educación política, siendo necesario superar las debilidades expresadas en anteriores procesos electorales, dadas por la influencia del oportunismo y las tendencias pequeño burguesas que se han aprovechado de su preeminencia en el gobierno y en el partido de Chávez.

En los actuales momentos y con el nivel de desarrollo de las luchas en América Latina, la presencia de dirigentes de la tendencia de izquierda, con posiciones antiestadounidenses, con gran influencia nacional e internacional, posibilita a las fuerzas revolucionarias seguir avanzando y consolidando espacios de construcción de bases para la revolución y el socialismo, allí los partidos marxista-leninistas tenemos un papel que jugar, fortaleciendo el partido y construyendo espacios de vinculación directa con las masas para vislumbrar el camino de la verdadera revolución y el socialismo, entendiendo que estos procesos solo representan una expresión democrático burguesa, que tiene puntos de contradicción con el imperialismo, en especial estadounidense, y el neoliberalismo, pero sustentados en el pensamiento social demócrata, keynesiano y reformista con natural carga populista y anticomunista.

Es importante acotar que este proceso de enmienda constitucional se desarrolla en un ambiente signado por la agudización de la crisis general del capitalismo, que ha impactado profundamente la economía mundial y la economía venezolana no podrá eludir la totalidad de sus efectos ya que habrá muchas confrontaciones a pesar del discurso gubernamental de que “estamos blindados”, se agudizará la lucha de clases y en nuestro caso especifico la enmienda va a agudizar las contradicciones; si gana el SI, la reacción continuará desarrollando su política de enfrentamiento apoyada por las gobernaciones y alcaldías que hoy controla, buscando cercar a Caracas, con respaldo de Miranda, Carabobo y la frontera con Colombia en una política de largo aliento.

De triunfar el No el avance de la derecha puede acelerar su ofensiva recurriendo a la violencia fascista apoyados en los resultados favorables, la fuerza acumulada para revocar el gobierno de manera inmediata, aprovechando la lucha interna que se generaría en el seno de los que apoyan al gobierno (principalmente en el PSUV) por la sucesión de Chávez en las próximas elecciones presidenciales, lo que habrá de generar traiciones abiertas, disidencias y saltos al campo enemigo, de todas formas el resultado de la enmienda será decisivo para el futuro, en las regiones controladas por la derecha el choque será más agudo, en especial alrededor de Caracas.

Tdo esto nos da un panorama de mayor inestabilidad política, donde la necesidad de la vanguardia de clase es imprescindible y nuestro joven Partido se verá en la necesidad de asumir un papel determinante para el que tiene que preparar todas las fuerzas a su disposición.

Comité Central del PCMLV
Enero 2009