Esa paz extraña había durado demasiado tiempo. Por lo tanto, era hora de dejar paso a que hablen los fusiles, los tanques y los aviones de guerra. El panorama en los territorios palestinos ocupados por el Estado de Israel se ha tornado nuevamente sangriento por las mismas razones de siempre, es decir, la arrogancia y el militarismo israelí.
Justo cuando el Vicepresidente de los Estados Unidos realizaba una visita a Israel, las autoridades de ese país del Medio Oriente, anunciaron que a pesar de la opinión del mundo y de muchos sectores del propio Israel, se procedería a construir nuevas casas en los territorios que pertenecen a los palestinos. Es decir más y más asentamientos judíos en territorio ajeno.
Aunque con diplomacia la prensa internacional llamó a eso una “descortesía” en realidad se trataba de una auténtica provocación proveniente del gobierno ultraconservador de Nethanyahu, seguramente para medir el alcance de reacción del presidente Obama. El desaire diplomático internacional duró muy poco porque inmediatamente se dispararon las alarmas de los grupos judíos de presión en Washington y poco a poco retornaron los ditirambos pro sionistas en la prensa y en el gobierno norteamericano.
Esto de construir asentamientos judíos, impulsados por los ortodoxos religiosos de ese país, que son los que en realidad lo gobiernan y lo controlan, ha sido causa ya de otros enfrentamientos que siempre terminan con el derramamiento de sangre palestina. Al igual que lo han hecho muchos gobiernos dictatoriales, se trata de un paulatino avance de fronteras a efectos de quedarse allí y dejarlo como cosa juzgada.
Pero el prestigio sionista ha quedado muy mal parado, porque es difícil ocultar las atrocidades y los abusos de los soldados judíos. Ya la comunidad internacional los condenó por haber bombardeado la sede de las Naciones Unidas en Gaza, donde murieron varios funcionarios internacionales que ayudaban a restablecer la paz y a proporcionar asistencia humanitaria a los habitantes de esa región.
El Secretario de las Naciones Unidas, y la Comunidad Europea condenaron la construcción de esos asentamientos, incluso la alta funcionaria europea, Catherine Ashton, viajó hasta aquella localidad con el fin de exteriorizar el repudio a esa acción.
Pero la soberbia israelí no queda allí. Acaba de inaugurar un nuevo templo judío, llamado sinagoga de Hurva, justo en el sitio donde hace centenares de años había sido construido otra, con lo que enardeció los ánimos de millones de personas de confesión musulmana en el mundo. Así como en el caso anterior, esta acción recibió la condena mundial, que no ha olvidado el reciente asesinato de un dirigente de la agrupación Hamas por parte de la policía de inteligencia Mossad en Dubai, donde el gobierno y la policía han envido ya las órdenes de prisión internacional para los agentes israelíes que cometieron ese crimen en territorio extranjero.
Por estas razones, miles de jóvenes palestinos se han lanzado a las calles y los combatientes de grupos armados palestinos, árabes o musulmanes han lanzado cohetes contra las ciudades judías. Es decir que la espiral de la violencia se desató nuevamente y al momento de escribir esta nota ya habían más de 400 muertos y decenas de presos, a quienes se torturará o confinará en las mazmorras israelíes donde están miles de palestinos que luchan por su supervivencia.
Ante el recrudecimiento de las acciones hostiles por parte de Israel, el Ecuador debe unirse al rechazo universal contra ese país y de no obtener un cambio de posición, el Ecuador llamará a su embajador en Jerusalén y romperá relaciones con ese gobierno que no trepida en reprimir y cercenar terriotio a los palestinos.
Justo cuando el Vicepresidente de los Estados Unidos realizaba una visita a Israel, las autoridades de ese país del Medio Oriente, anunciaron que a pesar de la opinión del mundo y de muchos sectores del propio Israel, se procedería a construir nuevas casas en los territorios que pertenecen a los palestinos. Es decir más y más asentamientos judíos en territorio ajeno.
Aunque con diplomacia la prensa internacional llamó a eso una “descortesía” en realidad se trataba de una auténtica provocación proveniente del gobierno ultraconservador de Nethanyahu, seguramente para medir el alcance de reacción del presidente Obama. El desaire diplomático internacional duró muy poco porque inmediatamente se dispararon las alarmas de los grupos judíos de presión en Washington y poco a poco retornaron los ditirambos pro sionistas en la prensa y en el gobierno norteamericano.
Esto de construir asentamientos judíos, impulsados por los ortodoxos religiosos de ese país, que son los que en realidad lo gobiernan y lo controlan, ha sido causa ya de otros enfrentamientos que siempre terminan con el derramamiento de sangre palestina. Al igual que lo han hecho muchos gobiernos dictatoriales, se trata de un paulatino avance de fronteras a efectos de quedarse allí y dejarlo como cosa juzgada.
Pero el prestigio sionista ha quedado muy mal parado, porque es difícil ocultar las atrocidades y los abusos de los soldados judíos. Ya la comunidad internacional los condenó por haber bombardeado la sede de las Naciones Unidas en Gaza, donde murieron varios funcionarios internacionales que ayudaban a restablecer la paz y a proporcionar asistencia humanitaria a los habitantes de esa región.
El Secretario de las Naciones Unidas, y la Comunidad Europea condenaron la construcción de esos asentamientos, incluso la alta funcionaria europea, Catherine Ashton, viajó hasta aquella localidad con el fin de exteriorizar el repudio a esa acción.
Pero la soberbia israelí no queda allí. Acaba de inaugurar un nuevo templo judío, llamado sinagoga de Hurva, justo en el sitio donde hace centenares de años había sido construido otra, con lo que enardeció los ánimos de millones de personas de confesión musulmana en el mundo. Así como en el caso anterior, esta acción recibió la condena mundial, que no ha olvidado el reciente asesinato de un dirigente de la agrupación Hamas por parte de la policía de inteligencia Mossad en Dubai, donde el gobierno y la policía han envido ya las órdenes de prisión internacional para los agentes israelíes que cometieron ese crimen en territorio extranjero.
Por estas razones, miles de jóvenes palestinos se han lanzado a las calles y los combatientes de grupos armados palestinos, árabes o musulmanes han lanzado cohetes contra las ciudades judías. Es decir que la espiral de la violencia se desató nuevamente y al momento de escribir esta nota ya habían más de 400 muertos y decenas de presos, a quienes se torturará o confinará en las mazmorras israelíes donde están miles de palestinos que luchan por su supervivencia.
Ante el recrudecimiento de las acciones hostiles por parte de Israel, el Ecuador debe unirse al rechazo universal contra ese país y de no obtener un cambio de posición, el Ecuador llamará a su embajador en Jerusalén y romperá relaciones con ese gobierno que no trepida en reprimir y cercenar terriotio a los palestinos.