martes, agosto 24, 2010

Más impuestos y barreras en Quito

“El subsidio para la gasolina es un subsidio inadecuado” dice el vicealcalde de Quito, Jorge Albán, y bajo ese argumento hace pocos días señaló que el cabildo capitalino busca “eliminarlo en parte” en la ciudad, para financiar un fondo de movilidad de alrededor de $630 millones, con los que se construirían 12 proyectos de vialidad en cinco años. De no ser por el llamado de alerta que al respecto formularan la Federación de Barrios de Quito (FBQ) y la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador (CUBE) el paquete neoliberal de Barrera y su equipo de concejales, que contempla la elevación de los combustibles, el establecimiento de peajes en varias vías de la ciudad y el castigo con impuestos a la compra de vehículos nuevos y usados, hubiera seguido el trámite silencioso que pretendían darlo hasta su ejecución en los meses venideros.

La denuncia de las organizaciones barriales ha obligado a las autoridades municipales hacer algunas “aclaraciones” y explicaciones, como que no se trata de quitar el subsidio sino de crear una tasa y que los sectores populares no serán afectados.

“Esa elevación del precio de la gasolina a más de antipopular es ilegal –sostiene Natasha Rojas, presidenta de la CUBE- por cuanto su fijación es responsabilidad del gobierno central, de acuerdo a lo que manda el art. 172 de la Ley de Hidrocarburos. El municipio busca ampararse en una ley que no está vigente, el COOTAD, a la que rechazamos porque otorga facultades a los gobiernos seccionales para imponer más impuestos y adoptar medidas como la que ahora ensaya el municipio de Quito”

Queda claro que Barrera no tiene más iniciativa que Bucaram o Mahuad para enfrentar problemas económicos y acude a recetas de índole fondomonetarista. Esta medida, dice la presidenta de la CUBE, no afecta únicamente al 30% de la población como sostiene el alcalde, sino a su totalidad, por los efectos inflacionarios que posee. Tampoco es cierto que se solo sufrirán los bolsillos de quienes más dinero tienen, puesto que de los 415 mil vehículos que circulan en la ciudad, 23 mil cuestan más de 20 mil dólares y 263 mil vehículos cuestan menos de 10 mil dólares, y todos pagarán un nuevo impuesto.

Respecto de los peajes la información que se presenta a la ciudadanía es sesgada. De los 27 peajes que se busca establecer, solo tres costarían 5 ctvs., el resto fluctuará entre 10 y 25 ctvs., que por cierto serán elevados cada cinco años. Además está en carpeta hacer estudios de nuevos peajes en lo que el municipio denomina el “hiper centro” y en el centro histórico. Es decir, en poco tiempo, en toda la ciudad habrá que pagar para circular.

Las organizaciones barriales nos oponemos a ese paquete neoliberal, pero a la vez tenemos propuestas concretas, afirma Natasha Rojas. El municipio debe exigir al gobierno central la transferencia de recursos extra presupuestarios; planteamos que de la renegociación del contrato del nuevo aeropuerto (877 millones de dólares) se destine el 50% para el plan de movilidad; y, que el municipio reciba la totalidad de lo recaudado por matriculación vehicular en el Distrito Metropolitano, pues, ahora de los 40 millones que eso genera, el cabildo apenas recibe 2 millones de dólares.