jueves, mayo 26, 2011

Unidad popular y de izquierda para enfrentar al gobierno

Tomado del semanario En Marcha http://204.93.178.102/~marcha/SPIP183/article.php3?id_article=4413

La campaña política por la consulta popular del pasado 7 de mayo convocó a varias organizaciones populares y políticas de izquierda a una acción unitaria para enfrentar en mejores condiciones ese proceso. Los efectos de ello están a la vista y rebasan los aspectos relacionados con los resultados numéricos logrados por los sectores populares que levantamos las banderas del No. La unidad, en un solo frente de acción, de las organizaciones del Frente Popular, la CONAIE, el Movimiento Popular Democrático, Pachakutik y Participación alimentó en nuestro pueblo la confianza en la posibilidad de conquistar una victoria y fue uno de los factores fundamentales para que el No alcance una votación que aguó la fiesta de Correa la noche del 7 y puso a temblar durante días a los dirigentes de Alianza PAIS.

Tras la consulta existe mayor convicción en esos actores de la necesidad de mantener la unidad y proyectarla hacia el futuro, como una necesidad para enfrentar la política demagógica y antipopular del gobierno. Por eso se plantea ahora que, una vez que la “Coordinadora Plurinacional Esta Vez NO” cumplió su papel, es preciso trabajar por constituir un frente que aglutine a diversas organizaciones que orienten su actividad bajo los postulados de izquierda. La importancia y la fuerza que engendra la unidad popular está obligando inclusive a sectores que se mantuvieron fueron de la “Coordinadora Esta Vez NO”, como “Montecristi Vive”, a que también hablen de la necesidad de conjuntar esfuerzos y dar forma a un frente de esas caracterísiticas.

Evidentemente la unidad de las organizaciones populares y políticas de izquierda es vital en la coyuntura actual, así lo entiende nuestro partido que tiene como un principio básico trabajar por la unidad de las fuerzas populares. En esa misma línea actúa el MPD que en su reciente consejo nacional, realizado el pasado 20 de mayo, resolvió trabajar por la constitución de un frente de izquierda; igual criterio sostiene el Frente Popular, según declaraciones formuladas por su presidente nacional, Luis Dután.

Ante esta situación la preocupación en el gobierno crece, puesto que tras el referéndum ha quedado claro que las principales fuerzas de oposición al correismo son las organizaciones populares, los partidos y movimientos de izquierda y no la derecha que se encuentra debilitada e, inclusive, un sector de ella apoya al gobierno. Dirigentes de Alianza PAIS, como Virgilio Hernández, ahora hablan de la necesidad de buscar un acercamiento y acuerdos con el movimiento indígena, en una evidente demostración de pragmatismo político, es decir, oportunismo.

En el transcurso de la campaña electoral, el gobierno hizo varios esfuerzos para dividir a la Conaie, aprovechando que debió realizar en esos días su congreso. Pero no solo eso, esa organización, al igual la UNE, FEUE, los movimientos ambientalistas y otros han sido objeto de ataque y represión gubernaamental, pero hoy el gobierno dice “buscar acercamientos”, maniobra en la que no puede caer el movimiento indígena.

El proceso de consulta popular puso en evidencia para quienes no querían ver, algo que se había engendrado en transcurso de los meses precedentes: Correa no cuenta con el apoyo de movimiento popular organizado. En su intento por negar aquello, de tiempo en tiempo pone en la tarima a descalificados personajes que hablan a nombre de la Confeunassc o de la CTE, organizaciones que más allá de sus siglas no cuentan en el movimiento popular, pero lo cierto es que las organizaciones populares con tradición combativa y verdadera estructura de masas están en linderos opuestos al populismo correista, pues, este gobierno traicionó una esperanza de cambio por la que el pueblo ha luchado durante años. Por eso en la consulta Correa perdió el apoyo que hasta antes mantenía.