(FUENTE: Prensa Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo)
Estados Unidos está planeando establecer una nueva instalación militar en Colombia que brindará a EE.UU. más capacidad para intervenir a lo largo de casi toda América Latina. Dadas las relaciones tensas de Washington con Venezuela, Bolivia y Ecuador, así como la espantosa historia de derechos humanos de las fuerzas militares de Colombia, el Movimiento de Reconciliación (Fellowship of Reconcilation - FOR) cree que este plan debería ser sometido a un debate vigoroso.
“Esta base alimentaría una política antinarcótica fracasada, apoyaría un ejército abusivo, y reforzaría la trágica historia de la intervención militar estadounidense en la región”, dijo John Lindsay-Poland, codirector del programa de FOR en América Latina. “Está equivocada y despilfarradora y el Congreso debería abandonarla”.
La nueva instalación en Palanquero, Colombia, no se limitaría a operaciones antinarcóticas, ni inclusive a operaciones en la región andina, según un documento de planeación (http://www.au.af.mil/awc/africom/do...) del Comando de Movilidad Aéreo (AMC). El Comando Sur de EEUU pretende establecer una base con “alcance en movilidad aérea en el continente sudamericano” además de una capacidad para “operaciones antinarcóticas” hasta el año 2025. Hasta los años 80’ el pretexto del imperialismo para aplastar a los pueblos que intentaran salir de la esclavitud era el comunismo, ahora son los narcóticos.
Con la ayuda del Comando de Transporte y del AMC, el Comando Sur identificó a Palanquero, donde “se puede cubrir casi la mitad del continente en un avión C-17 sin reabastecer de combustible”. Si hay combustible disponible en el destino, “un C-17 podría cubrir el continente entero, con excepción de la región de Tierra del Fuego”, escribieron los planificadores de AMC.
El presupuesto para el Pentágono del Presidente Obama (http://www.defenselink.mil/comptrol...), presentado el 7 de mayo de 2009, incluye 46 millones de dólares para el desarrollo de la base en Palanquero, y relata que el Departamento de Defensa busca un “una variedad de arreglos de acceso para operaciones de contingencia, logística y entrenamiento en Centro y Sudamérica”. Un vocero de la embajada estadounidense en Bogotá expresó a FOR que las negociaciones para esta base todavía no habían concluidas.
Además, el Comando Sur busca tener acceso a un lugar en Guyana Francesa que permitiría que aeronaves militares lleguen a lugares en África (http://www.au.af.mil/awc/africom/do...), a través de la Isla Ascensión, según el AMC. Aparentemente, el Comando Sur procuró utilizar las instalaciones en Recife, Brasil, para el mismo propósito, pero “la relación política con Brasil no es propicia para el acuerdo necesario”, escribió AMC.
El contrato para el “sitio de avanzada de operaciones” estadounidense en Manta, Ecuador, vence en Noviembre de 2009, y el año pasado Ecuador notificó a Washington que no renovaría el contrato. La instalación en Manta solamente fue autorizada para realizar operaciones antinarcóticas, pero según voceros militares el tráfico de estupefacientes en el Pacífico, donde patrullan las aeronaves de Manta, ha incrementado en los últimos años (http://articles.latimes.com/2007/oc...). Las fuerzas estadounidenses en Manta también realizaron operaciones para capturar a ecuatorianos indocumentados en barcos dentro de la zona marítima ecuatoriana. No obstante, documentos públicos sobre operaciones estadounidenses realizadas desde Manta no indican el uso de aviones de carga C-17, así que su uso en Palanquero aparentemente representaría mayor capacidad militar estadounidense en la región.
Igualmente, esta “ampliación de actividades” en la propuesta para operaciones en todo el continente desde Colombia se evidencia en la solicitud de ayuda extranjera del Presidente Obama para Colombia (http://www.state.gov/f/releases/iab...). Aunque la solicitud presupuestal de $508 millones de dólares tácitamente reconoce el fracaso de la política antinarcótica de Plan Colombia al recortar fondos para la fumigación de cultivos de coca, la Casa Blanca está solicitando un incremento en equipo y entrenamiento contrainsurgente para el ejército colombiano.
Líderes políticos y de los derechos humanos en Colombia y EEUU se han opuesto a la continuación de financiación del ejército colombiano (http://www.forcolombia.org/monthlyu...), sobre todo después de la revelaciones de que el ejército presuntamente asesinó a más de 1.000 civiles alegando que eran guerrilleros dados de baja en combate, en aras de incrementar el número de bajas (http://www.globalpost.com/print/1280781).
La base misma de Palanquero, que alberga una unidad de la fuerza aérea colombiana, fue vedada de recibir ayuda estadounidense durante cinco años debido a su papel en el ataque que mató a 17 civiles en 1998 (http://justiciaypazcolombia.com/Mas...), incluyendo a seis niños, como resultado de los efectos de las bombas de racimo estadounidenses. Estados Unidos reanudó la ayuda a esta unidad el año pasado.
Fuentes en el Ministerio de Defensa afirmaron que Colombia estaban tratando de conseguir aumentos en la ayuda militar estadounidense como parte de las negociaciones para la base (http://www.eltiempo.com/colombia/ju...).
Palanquero ofrece las fuerzas militares estadounidenses una estructura sofisticada –una pista de 3.500 metros de longitud, hangares con capacidad para más de 100 aeronaves, una ciudadela para más de 2.000 hombres, restaurantes, casinos, supermercados y un sistema de radar instalado por el mismo Estados Unidos en los años 90 (http://www.cambio.com.co/portadacam...). (Este párrafo copia el lenguaje utilizado en los textos originales.)
La ley estadounidense limita a 800 el número de soldados estadounidenses que pueden operar en Colombia, y a 600 el número de contratistas. Hasta el año pasado, un número significante de ellos fueron personal de inteligencia vinculado al esfuerzo para rescatar a los tres contratistas militares estadounidenses en manos del grupo guerrillero las FARC. Con la liberación el año pasado de los tres contratistas, se ha ido de Colombia mucho personal de inteligencia estadounidense, dejando espacio para que soldados adelanten operaciones en las posibles nuevas bases estadounidenses.
“Que ahora el Gobierno de Colombia pida una base norteamericana sería un exabrupto histórico y un error grave,” aseveró el ex Ministro de Defensa y precandidato presidencial Rafael Pardo http://www.cambio.com.co/portadacam...
FOR cree que reemplazar una base militar establecida para una guerra antinarcótica fracasada con otra base para intervenir en Sudamérica y apoyar el abusivo ejército de Colombia también sería un grave error para Estados Unidos.
Estados Unidos está planeando establecer una nueva instalación militar en Colombia que brindará a EE.UU. más capacidad para intervenir a lo largo de casi toda América Latina. Dadas las relaciones tensas de Washington con Venezuela, Bolivia y Ecuador, así como la espantosa historia de derechos humanos de las fuerzas militares de Colombia, el Movimiento de Reconciliación (Fellowship of Reconcilation - FOR) cree que este plan debería ser sometido a un debate vigoroso.
“Esta base alimentaría una política antinarcótica fracasada, apoyaría un ejército abusivo, y reforzaría la trágica historia de la intervención militar estadounidense en la región”, dijo John Lindsay-Poland, codirector del programa de FOR en América Latina. “Está equivocada y despilfarradora y el Congreso debería abandonarla”.
La nueva instalación en Palanquero, Colombia, no se limitaría a operaciones antinarcóticas, ni inclusive a operaciones en la región andina, según un documento de planeación (http://www.au.af.mil/awc/africom/do...) del Comando de Movilidad Aéreo (AMC). El Comando Sur de EEUU pretende establecer una base con “alcance en movilidad aérea en el continente sudamericano” además de una capacidad para “operaciones antinarcóticas” hasta el año 2025. Hasta los años 80’ el pretexto del imperialismo para aplastar a los pueblos que intentaran salir de la esclavitud era el comunismo, ahora son los narcóticos.
Con la ayuda del Comando de Transporte y del AMC, el Comando Sur identificó a Palanquero, donde “se puede cubrir casi la mitad del continente en un avión C-17 sin reabastecer de combustible”. Si hay combustible disponible en el destino, “un C-17 podría cubrir el continente entero, con excepción de la región de Tierra del Fuego”, escribieron los planificadores de AMC.
El presupuesto para el Pentágono del Presidente Obama (http://www.defenselink.mil/comptrol...), presentado el 7 de mayo de 2009, incluye 46 millones de dólares para el desarrollo de la base en Palanquero, y relata que el Departamento de Defensa busca un “una variedad de arreglos de acceso para operaciones de contingencia, logística y entrenamiento en Centro y Sudamérica”. Un vocero de la embajada estadounidense en Bogotá expresó a FOR que las negociaciones para esta base todavía no habían concluidas.
Además, el Comando Sur busca tener acceso a un lugar en Guyana Francesa que permitiría que aeronaves militares lleguen a lugares en África (http://www.au.af.mil/awc/africom/do...), a través de la Isla Ascensión, según el AMC. Aparentemente, el Comando Sur procuró utilizar las instalaciones en Recife, Brasil, para el mismo propósito, pero “la relación política con Brasil no es propicia para el acuerdo necesario”, escribió AMC.
El contrato para el “sitio de avanzada de operaciones” estadounidense en Manta, Ecuador, vence en Noviembre de 2009, y el año pasado Ecuador notificó a Washington que no renovaría el contrato. La instalación en Manta solamente fue autorizada para realizar operaciones antinarcóticas, pero según voceros militares el tráfico de estupefacientes en el Pacífico, donde patrullan las aeronaves de Manta, ha incrementado en los últimos años (http://articles.latimes.com/2007/oc...). Las fuerzas estadounidenses en Manta también realizaron operaciones para capturar a ecuatorianos indocumentados en barcos dentro de la zona marítima ecuatoriana. No obstante, documentos públicos sobre operaciones estadounidenses realizadas desde Manta no indican el uso de aviones de carga C-17, así que su uso en Palanquero aparentemente representaría mayor capacidad militar estadounidense en la región.
Igualmente, esta “ampliación de actividades” en la propuesta para operaciones en todo el continente desde Colombia se evidencia en la solicitud de ayuda extranjera del Presidente Obama para Colombia (http://www.state.gov/f/releases/iab...). Aunque la solicitud presupuestal de $508 millones de dólares tácitamente reconoce el fracaso de la política antinarcótica de Plan Colombia al recortar fondos para la fumigación de cultivos de coca, la Casa Blanca está solicitando un incremento en equipo y entrenamiento contrainsurgente para el ejército colombiano.
Líderes políticos y de los derechos humanos en Colombia y EEUU se han opuesto a la continuación de financiación del ejército colombiano (http://www.forcolombia.org/monthlyu...), sobre todo después de la revelaciones de que el ejército presuntamente asesinó a más de 1.000 civiles alegando que eran guerrilleros dados de baja en combate, en aras de incrementar el número de bajas (http://www.globalpost.com/print/1280781).
La base misma de Palanquero, que alberga una unidad de la fuerza aérea colombiana, fue vedada de recibir ayuda estadounidense durante cinco años debido a su papel en el ataque que mató a 17 civiles en 1998 (http://justiciaypazcolombia.com/Mas...), incluyendo a seis niños, como resultado de los efectos de las bombas de racimo estadounidenses. Estados Unidos reanudó la ayuda a esta unidad el año pasado.
Fuentes en el Ministerio de Defensa afirmaron que Colombia estaban tratando de conseguir aumentos en la ayuda militar estadounidense como parte de las negociaciones para la base (http://www.eltiempo.com/colombia/ju...).
Palanquero ofrece las fuerzas militares estadounidenses una estructura sofisticada –una pista de 3.500 metros de longitud, hangares con capacidad para más de 100 aeronaves, una ciudadela para más de 2.000 hombres, restaurantes, casinos, supermercados y un sistema de radar instalado por el mismo Estados Unidos en los años 90 (http://www.cambio.com.co/portadacam...). (Este párrafo copia el lenguaje utilizado en los textos originales.)
La ley estadounidense limita a 800 el número de soldados estadounidenses que pueden operar en Colombia, y a 600 el número de contratistas. Hasta el año pasado, un número significante de ellos fueron personal de inteligencia vinculado al esfuerzo para rescatar a los tres contratistas militares estadounidenses en manos del grupo guerrillero las FARC. Con la liberación el año pasado de los tres contratistas, se ha ido de Colombia mucho personal de inteligencia estadounidense, dejando espacio para que soldados adelanten operaciones en las posibles nuevas bases estadounidenses.
“Que ahora el Gobierno de Colombia pida una base norteamericana sería un exabrupto histórico y un error grave,” aseveró el ex Ministro de Defensa y precandidato presidencial Rafael Pardo http://www.cambio.com.co/portadacam...
FOR cree que reemplazar una base militar establecida para una guerra antinarcótica fracasada con otra base para intervenir en Sudamérica y apoyar el abusivo ejército de Colombia también sería un grave error para Estados Unidos.