Pronunciamiento de la Federación Única Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino
La lucha por el derecho a la salud, es también la lucha por el respeto a los derechos de la naturaleza y la libertad de los pueblos. La razón profunda que inspira las acciones de las comunidades campesinas e indígenas radica en el amor a la vida, su sentido de pertenencia y unidad con su entorno. Los intereses de las multinacionales mineras radican en el afán precipitado sin medida de explotar la vida y de extraer riquezas para acumular capital sin límite.
La historia de la minería metálica a gran escala en América Latina sin excepción es la historia del capital y de quienes a su nombre lo acumulan, es un proyecto de muerte que termina por destruir la naturaleza toda, incluida la vida de los seres humanos. Bolivia, Guatemala, El Salvador, Perú, ilustran como la exploración, explotación, exclusión y exterminio, son los pasos obligados de este apetito insaciable de poder y riqueza para unos pocos.A manera de ejemplo: una explotación considerada de tamaño medio por la compañía Montana en San Marcos, Guatemala, consume 250.000 litros de agua por hora. En una sola hora, la compañía explotadora utiliza e intoxica el agua que consumen 8.300 personas de la zona rural. Según EIA Montana SA., para la explosión y remoción de rocas se dinamitan 14.000 toneladas por día, y se utilizan 6 toneladas de cianuro de sodio. Impide producir alimentos, riqueza y bienestar para todos los pueblos y seres vivos, causando hambre, miseria y muerte. "Nuestra situación de pobreza es tal que, el 50% de los niños padecen hambre y desnutrición constante, y de las 25.000 familias que ocupan nuestro territorio, más de 6.000 no tenemos tierras para producir y garantizar nuestros alimentos". Mientras tanto, los beneficios sociales no los podemos ver, dicen sus habitantes.Como seres humanos y como FEDERACIÓN UNICA NACIONAL DE AFILIADOS AL SEGURO SOCIAL CAMPESINO(FEUNASSC), no podemos callar, ni ocultar nuestro desacuerdo, con la persecución que se ha desatado contra los comuneros y campesinos, cuidadores y protectores de las lagunas, páramos, ríos bosques, biodiversidad y demás recursos necesarios para la vida de los pueblos, en esta generación y para el futuro.
La lucha por el derecho a la salud, es también la lucha por el respeto a los derechos de la naturaleza y la libertad de los pueblos. La razón profunda que inspira las acciones de las comunidades campesinas e indígenas radica en el amor a la vida, su sentido de pertenencia y unidad con su entorno. Los intereses de las multinacionales mineras radican en el afán precipitado sin medida de explotar la vida y de extraer riquezas para acumular capital sin límite.
La historia de la minería metálica a gran escala en América Latina sin excepción es la historia del capital y de quienes a su nombre lo acumulan, es un proyecto de muerte que termina por destruir la naturaleza toda, incluida la vida de los seres humanos. Bolivia, Guatemala, El Salvador, Perú, ilustran como la exploración, explotación, exclusión y exterminio, son los pasos obligados de este apetito insaciable de poder y riqueza para unos pocos.A manera de ejemplo: una explotación considerada de tamaño medio por la compañía Montana en San Marcos, Guatemala, consume 250.000 litros de agua por hora. En una sola hora, la compañía explotadora utiliza e intoxica el agua que consumen 8.300 personas de la zona rural. Según EIA Montana SA., para la explosión y remoción de rocas se dinamitan 14.000 toneladas por día, y se utilizan 6 toneladas de cianuro de sodio. Impide producir alimentos, riqueza y bienestar para todos los pueblos y seres vivos, causando hambre, miseria y muerte. "Nuestra situación de pobreza es tal que, el 50% de los niños padecen hambre y desnutrición constante, y de las 25.000 familias que ocupan nuestro territorio, más de 6.000 no tenemos tierras para producir y garantizar nuestros alimentos". Mientras tanto, los beneficios sociales no los podemos ver, dicen sus habitantes.Como seres humanos y como FEDERACIÓN UNICA NACIONAL DE AFILIADOS AL SEGURO SOCIAL CAMPESINO(FEUNASSC), no podemos callar, ni ocultar nuestro desacuerdo, con la persecución que se ha desatado contra los comuneros y campesinos, cuidadores y protectores de las lagunas, páramos, ríos bosques, biodiversidad y demás recursos necesarios para la vida de los pueblos, en esta generación y para el futuro.