viernes, septiembre 05, 2008

LA NUEVA CONSTITUCIÓN Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES TRABAJADORAS Y DE LOS SECTORES POPULARES

La nueva Constitución contiene avances muy importantes para el reconocimiento de los derechos de las mujeres, a pesar de que estos temas han sido utilizados por la derecha y los sectores más reaccionarios como la cúpula de las iglesias para incidir negativamente en la conciencia de los ecuatorianos y con ello impedir el avance de la tendencia de cambio que se afirma en el Ecuador.

Estos avances considerados simbólicos para las mujeres deben constituirse en instrumentos para avanzar aceleradamente en la organización y politización de las mujeres pobres, de las trabajadoras, de las jóvenes, de las indígenas y negras, en la perspectiva de ser parte activa de la revolución socialista. Son pasos importantes, pues no puede haber cambio sino se transforman mediante normativas y acciones específicas, las condiciones de desigualdad, discriminación y violencia en la que se desenvuelven las mujeres.

Entre las normas más importantes se encuentra el reconocimiento del trabajo reproductivo como una actividad fundamental para el desarrollo del país, cuestión que se contempla en el Art. 325. Esto se suma al establecimiento del derecho a la seguridad social para las jefas de familia y amas de casa, establecido en el Art. 34.

Un tema importante es el de los derechos laborales, puesto que las mujeres además de ser beneficiarias de la eliminación de la tercerización laboral y de las garantías establecidas para los y las trabajadores, cuentan con normativas específicas, establecidas en el Art. 331 que establece: El Estado garantizará a Ias mujeres igualdad en el acceso al empleo, a la formación y promoción laboral y profesional, a la remuneración equitativa, y a la iniciativa de trabajo autónomo. Se adoptarán todas Ias medidas necesarias para eliminar las desigualdades.

Se prohibe toda forma de discriminación, acoso o acto de violencia de cualquier índole, sea directa o indirecta, que afecte a Ias mujeres en el trabajo.

En este mismo ámbito, se establece por primera vez un capítulo específico para las mujeres embarazadas, y, de igual manera, también se establece la LICENCIA POR PATERNIDAD, lo cual abona en los cambios culturales que deben desarrollarse en la sociedad, en el propósito de afirmar la corresponsabilidad y la igualdad en las labores de atención y cuidado de la vida por parte de hombres y mujeres. Además se establece como responsabilidad del Estado la creación de centros de cuidado infantil, de atención a discapacitados y personas de la tercera edad.

En cuanto a la salud, en el Art. 32 se reconoce el derecho de las personas a la atención a su salud sexual y reproductiva y en este sentido, también es un logro importante que tendrá repercusiones en las condiciones de participación con igualdad, justicia y mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres.

La educación consagrada en el Art. 26 como un derecho para todos y todas, garantiza de manera especial a las mujeres condiciones importantes de desarrollo individual y social. En este tema, la coeducación es un aspecto importante para el desarrollo de una educación democrática, científica e incluyente.

Un avance de gran trascendencia es lo conseguido en los derechos políticos, llamados de participación, pues se consagra la PARIDAD en la participación política electoral así como en los distintos espacios institucionales de gestión y representación, lo cual implica cambios sustanciales en el ejercicio de estos derechos por parte de las mujeres y a la vez una motivación para superar las limitaciones culturales e históricas que impiden a las mujeres su accionar político.

Estos son algunos temas que deben ser difundidos en la campaña por el SI EN EL REFERÉNDUM. Es importante que las mujeres trabajadoras, las mujeres pobres y explotadas, conozcan de estos avances para fortalecer y ampliar su participación política y avanzar en el proceso de acumulación de fuerzas para la revolución social que acabe de una vez por todas con la explotación capitalista.