Fernando Oña Pardo
Votar nulo o blanco es igual que votar NO en el referéndum; es seguirle el juego a quienes han desangrado al país; es volverles a la vida a partidos políticos de derecha que en estos últimos tiempos han perdido espacios de poder y privilegios; es resucitar a los social cristianos y toda su política anti popular, tiránica y neoliberal; a los demócratas populares y a miserables como Jamil Mahuad y Oswaldo Hurtado, y toda su herencia de feriado bancario, congelamientos de fondos, dolarización, entrega de nuestra soberanía (Base de Manta); a los social demócratas y toda su ideología de pseudo izquierda light , que conculcaron los derechos de los trabajadores y que perdieron la oportunidad histórica de cambiar el rumbo de la historia del país cuando lograron mayoría absoluta en todos los espacios de poder (pero no les dio la gana de hacerlo o no les interesaba hacerlo); a partidos como el PRIAN y Sociedad Patriótica y a sus escupitajos de figuras, como Noboa y Gutiérrez; es fortalecerles a las Cámaras de la Producción , bastiones de la oligarquía y todas las ‘nuevas figuras de la vieja derecha que en ellas populan’; es revertir el proceso de incautación de bienes a los banqueros corruptos, que se hicieron ricos a través del dinero y las lágrimas de millones de depositantes (acción que otros gobiernos no tuvieron la voluntad política de hacerlo); es seguirles creyendo el cuento a los grandes medios de comunicación y a su sarta de mentiras a favor de quienes son sus dueños y accionistas: la derecha, los banqueros, y la oligarquía; es legitimar la opinión pública de asalariados de la comunicación, como el enemigo número de los sectores populares, Jorge Ortiz, o de su alumno B. Abad y otros menores aprendices de periodistas – estrellas; es devolverles el poder a los partidos de siempre en la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Supremo Electoral; es darle la razón a los jóvenes pelucones y aniñados de las universidades privadas y sus cantaletas de ‘libertad de expresión’ y ‘democracia’; es bajar la cabeza ante la cúpula de la Iglesia Católica, responsable de nuestra historia de atraso y subdesarrollo, aliada de los grupos más conservadores de la derecha ecuatoriana; es dejar en nada la propuesta de educación y salud gratuita; es desandar todo el avance del movimiento popular que ha repudiado a sus verdugos en las últimas votaciones populares (eso es innegable) …
Todo eso significa votar NULO, BLANCO o NO. Por eso llama la atención que grupos que se dicen de izquierda o incluso socialistas, hagan campaña a su favor. Llama la atención su pronunciamiento ‘justo’ en estas instancias decisivas, cuando antes no se pronunciaron en nada. Lo que nos tranquiliza, un poco, es que no representan absolutamente a nadie, a no ser a los ocho o diez dirigentes pseudos intelectuales de izquierda que la conforman (de todos modos hacen bulla y le siguen el juego a la derecha, como buenos ‘quinta columna’).
Ahora, también sabemos que esta corriente progresistas tiene sus límites y alcances; que dentro del propio gabinete hay gente que ha trabajado en otros gobiernos y que tiene posiciones ‘dudosas’ (por llamarlo menos), en temas como el petróleo, la minería y la telefonía. Como manifesté anteriormente, este no es gobierno ni socialista ni comunista, pero es innegable que tiene una tendencia progresista, que sepulta a grupos de poder que históricamente nos han gobernado y que el pueblo ha castigado en las urnas. Este, sin duda, es un primer paso que hay que apoyar y que hay que darlo; las otras conquistas, las grandes conquistas, vendrán en el futuro, con la lucha y la acción popular, en un marco jurídico, legal y político más adecuado para este propósito.
Pero, claro, están los miopes de la pseudo izquierda, los llamados ‘socialistas’, los ‘quinta columna’ que llaman a votar NULO, y que quieren darse un abrazo histórico y fraterno con León Febres Cordero, Jaime Nebot, Oswaldo Hurtado, Jamil Mahuad, Lucio Gutiérrez, Álvaro Noboa, Abdalá Bucaram, Joyce de Ginatta, Mauricio Pinto, Jorge Ortiz, entre otros. A ellos, y solo a ellos, apoyan estos 'desencontrados ' de la izquierda ecuatoriana.