Pese a la campaña mediática de la oligarquía -por prensa, radio y televisión- para sembrar el miedo y divulgar mentiras en entrevistas amañadas, juicios de “iluminados analistas” o debates con los mismos de siempre, la decisión del pueblo ecuatoriano de votar SÍ en el referéndum crece incontenible en el país. No les está resultando la utilización de la religión para engañar a ciertos creyentes y mantener los privilegios económicos de la cúpula de la Iglesia católica dominada por el Opus Dei y de algunos evangelistas; el afán frustrado de aniñados para convertir la protesta en instrumento de la campaña por el no y el chantaje de Nebot al pueblo de Guayaquil de dejar la alcaldía y de no presentarse a su reelección si triunfa el si en esa ciudad.
Como complemento a esta serie de mañoserías, también presentan “encuestas”, la mayoría realizadas solo en sectores medios de ciudades como Quito y Guayaquil, sin tomar en cuenta el sector rural; datos proporcionados por empresas como Cedatos o Informe Confidencial, cuya vinculación con la derecha es innegable, son presentados mañosamente como resultado de un “sondeo nacional” donde supuestamente el SÍ comienza a tener resistencias, reconociendo, claro está, que continúa la proporción de 2 a 1 del sí sobre el no.
Todas las encuestas realizadas, tanto por Market, Cedatos y la de Santiago Pérez, coinciden en señalar que la opción de cambio, supera a nivel nacional, a las que se inclinan por el no, voto nulo o en blanco.
El SÍ continúa su ascenso incluso en ciudades como Guayaquil, donde la derecha tiene una fuerte incidencia. Según datos presentados, el Sí es creciente; en la Sierra está por el 62% y en la Costa llega al 52%. Estos datos fueron presentados por la encuestadora de Santiago Pérez (SP), quien señala que la encuesta se la realizó a 5080 personas en las regiones de la Costa y la Sierra, en las áreas urbanas y rurales, durante el último fin de semana de agosto. Con estos promedios coincide la empresa Perfiles de Opinión.
En la primera semana de septiembre, la tendencia de cambio alcanza una alta votación, alrededor del 56% de los encuestados ya decidió su voto positivamente, un 26% por el no; el resto estaría entre indecisos y por el voto en blanco. Y es a ese sector al que la burguesía sigue apuntando para cautivarlo con sus engaños. Una tarea muy dura, principalmente por la falta de argumentos que han mostrado sus impulsadores.
Este significativo aumento del porcentaje a nivel nacional no es espontáneo; obedece a un proceso de educación política, de organización y lucha reivindicativa, política e ideológica de los pueblos del Ecuador, de sus trabajadores del campo y la ciudad, trabajadores autónomos, maestros, estudiantes universitarios y secundarios, amas de casa y sectores poblacionales que con una dirección correcta, firme y consecuente, han ido adquiriendo madurez y toma de conciencia sobre la necesidad de un auténtico cambio en el país; identificando a sus amigos y enemigos; a sus opresores y explotadores, a quienes prevalidos de su poder económico y político han usufructuado del trabajo ajeno, se han servido del Estado para ponerlo al servicio de sus negocios y corrupción.
A pesar que el porcentaje del 56% por el sí, marca una importante diferencia con respecto a quienes se pronuncian por el no, el debate y explicación sobre las razones de votar a favor de la nueva Constitución debe ser ampliado para lograr contundencia en la definición del referéndum.