lunes, septiembre 15, 2008

Que se vayan no más

Los treinta y un jueces de la Corte Suprema de Justicia se han sumado a la campaña del No. Mediante un manifiesto público anunciaron que renunciarían a sus funciones de ganar el Sí en el referéndum del día 28. Con ello buscan crear una vacío en la función jurisdiccional, pero sobre todo un ambiente de incertidumbre en al población.


De acuerdo al régimen de transición, en su artículo 21, se establece que luego de diez días de proclamados los resultados del referéndum aprobatorio, la CSJ cesa en sus funciones y, mediante sorteo, se elegirá a 21 de los 31 magistrados para que provisionalmente integren la nueva Corte Nacional de Justicia.


En toda época la CSJ ha sido un nido de corrupción en donde los fallos han sido motivo de negociación y “facturación”. La actual Corte no escapa de ello, a pesar de todo el show levantado cuando sus integrantes fueron designados. Casos de prevaricato o retrasos en las sentencias cuando de por medio están los intereses de grupos de poder económico han estado al orden del día en la acción de la actual CSJ. Un ejemplo de ello se produjo en el juicio entablado en contra de los hermanos Isaías, dueños del Filanbanco, donde el Juez Joffre García, actuando a favor de los acusados, evitó dictar sentencia en el caso. Para dejar en la impunidad ese proceso se obtuvo el silencio cómplice de los jueces Roberto Gómez y Raúl Rosero, integrantes al momento de la sala que llevaba ese caso y que estaba presidida por el juez Joffre García.


Es un hecho la vinculación política de muchos magistrados con el socialcristianismo y la Democracia Cristiana, lo que no resulta raro, porque ellos, junto a la ID, tradicionalmente han tenido el control de esta institución. Por ello ahora la derecha utiliza a la Corte como uno más de los instrumentos para promover la campaña a favor del No.

Lo bueno de dicha amenaza es que se transformará en realidad, porque el triunfo del Sí será contundente y los famosos magistrados deberán ir a la casa. No sería raro que algunos de ellos debieran ir a la cárcel, tras conocer sus enjuagues.