Por: Franklin Falconí/ Quincenario Opción
El Presidente de la República se siente acorralado por la movilización indígena.
Los esfuerzos por deslegitimar la representatividad y poder de convocatoria de la CONAIE y de las demás estructuras indígenas de carácter nacional han fracasado, puesto que la protesta, en lugar de disminuir se hizo cada vez más fuerte, y ello trajo consigo no solo las rabietas del jefe de Estado, sino problemas a la economía. Los precios de los víveres han subido, lo cual agrava la situación de por sí complicada en que se desenvuelven los hogares ecuatorianos por la elevación del precio de la leche, la especulación con el azúcar, y el proceso inflacionario previo a las protestas.
¿Quién dijo que los “indios roscas”, como les llama el gamonal de Carondelet, no son parte fundamental de la vida del país? Ahora Rafael Correa tiene que cambiar de estrategia, porque lo que no puede permitirse es aparecer como derrotado. Aunque, evidentemente, ya lo está.
La idea propuesta por el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, en el sentido de acudir a una consulta pre legislativa, es ganar tiempo mientras trata de completar los votos en la Asamblea, y acudir al concepto central de la democracia que maneja la “revolución ciudadana”: la dictadura del voto. Pretende convocar a una consulta a los indígenas, bajo el supuesto de que los resultados serán favorables al gobierno. Tiene dos premisas para pensar en que algo así sucederá:
1. las encuestas que ordenó realizar dicen que el 87% de la población rechaza las movilizaciones “violentas” de los indígenas; que la CONAIE supuestamente no sería la organización poderosa que dice ser, porque a nivel nacional apenas un 60% la conoce. Y ni hablar de su presidente, Marlon Santi, a quien, según el estudio, apenas lo conoce un 28% de la población. Más allá de lo poco confiables que son estos datos, por lo tendencioso de las preguntas, lo que se puede colegir a partir de ellos es el razonamiento que hace Correa: la CONAIE no representa a la mayoría, ni siquiera su líder es conocido a nivel nacional, por tanto, el único con legitimidad es el
Presidente de la República, quien ganó las elecciones.
A Correa le estorban los intermediarios, es más, le molestan. Como diría el pueblo llano: se siente “el pupo del mundo”, todo y todos deben pasar por él y ante él. El movimiento indígena solo puede existir desde su visión estrecha y evidentemente racista: es tan ignorante que no puede comprender su propia realidad; los indígenas son tan inferiores que no tienen la mínima capacidad de cumplir funciones dirigenciales a nivel del Estado, o de cogestionar instituciones como el Consejo del Agua.
Desconoce la trayectoria histórica de las nacionalidades y pueblos, su desarrollo y pujanza, sus valores culturales. Es más, los desconoce como ecuatorianos con iguales derechos que el pueblo mestizo. Violenta la Constitución, que habla de un Estado plurinacional e intercultural
2. La segunda premisa de la que parte para proponer la consulta pre legislativa es la seguridad de que su aparataje comunicacional-propagandístico no le traicionará para ganar este nuevo proceso electoral. Para él la democracia, y la política en general se reduce a: realizo encuestas para medir cómo piensan los ecuatorianos, a partir de esos conocimientos ataco con intensas y multimillonarias campañas (también creativas, hay que reconocerlo); gano y asumo “mi poder en la Constitución”, como dice la frase de la banda presidencial, de la cual nuestro Presidente solo pone atención al pronombre posesivo “mi”.
Como todo debe estar absolutamente asegurado para el triunfo, la interpretación que Correa y su bloque legislativo le dan a esa consulta es que no tendría un carácter vinculante. Curioso, parte de una supuesta superioridad electoral pero no se atreve a acatar la voluntad que en ella se podría expresar.
Por su parte, la Bancada Progresista, Democrática de Izquierda, Intercultural y Plurinacional, integrada por el Movimiento Popular Democrático y Pachakutik demostraron no temerle a la consulta, y más bien propusieron una alternativa más contundente, que reproducimos a continuación:
Propuesta alternativa del bloque plurinacional y de izquierda
CONSIDERANDO
Que el Art. 57 numeral 17 de la Constitución de la República del Ecuador dispone que las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios deberán ser consultados antes de la adopción de una medida legislativa que pueda afectar cualquiera de sus derechos colectivos.
Que el Art. 12 de la Constitución de la República del Ecuador señala que el derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable, constituye un patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida.
Que el Art. 318 primer inciso de la Carta Magna establece que el agua es patrimonio nacional estratégico de uso público, dominio inalienable e imprescriptible del Estado, y constituye un elemento vital para la naturaleza y para la existencia de los seres humanos y que su gestión será exclusivamente pública o comunitaria.
Que la Constitución en su Art. 95 dispone que las ciudadanas y ciudadanos en forma individual y colectiva participarán de manera protagónica en la toma de decisiones, planificación y gestión de los asuntos públicos y en el control popular de las instituciones del Estado y la sociedad y sus representantes, en un proceso permanente de construcción del poder ciudadano.
En ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales:
RESUELVE
1.- Suspender la votación del informe para segundo debate del Proyecto de Ley de Recursos hídricos, Usos y Aprovechamiento del Agua hasta que concluya el proceso de consulta pre legislativa a las comunidades, pueblos, nacionalidades, afroecuatorianos y montubios, que se celebrará de buena fe y de conformidad a lo dispuesto en el Art. 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, el Art.6, numerales 1. a) y 2 del Convenio 169 de la OIT y del Art. 57, numeral 17 de la Constitución.
2. La Asamblea Nacional a través del Consejo de consulta, será la encargada de realizar la consulta pre legislativa, que estará conformado por: el Presidente de la Asamblea Nacional, los asambleístas que conforman la Comisión Permanente de Derechos Colectivos, Comunitarios e Interculturales, un delegado de cada una de las organizaciones de los comunas, pueblos, nacionalidades, campesinas, afroecuatorianas y montubias de carácter nacional y que cuenten con personería jurídica.
3. El Consejo de consulta establecerá y aplicará las reglas y desarrollará los procedimientos correspondientes de la consulta prelegislativa
4.- Los resultados de la consulta pre legislativa serán incorporados al articulado del proyecto de Recursos Hídricos, Usos y Aprovechamiento del Agua.
5.-Disponer que la Comisión de Derechos Colectivos Comunitarios y la interculturalidad elabore un proyecto de reforma a la Ley Orgánica de la Función Legislativa, a fin de que la Asamblea Nacional cuente con el marco normativo necesario para realizar las consultas prelegislativas, en todos los casos que una medida legislativa pueda afectar cualquiera de los derechos colectivos de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios.
Dado en el Distrito Metropolitano de Quito, a los doce días del mes de mayo de 2010.
